El actor de 77 años visitó el programa de Juana Viale, tras recibir el alta médica. Habló de cómo afectó su salud actuar a la gorra en las plazas
Luego de permanecer 45 días internado por una neumonía bilateral y continuar su tratamiento de forma ambulatoria, Pablo Alarcón visitó Almorzando con Juana (El Trece) en su primera salida pública tras haber sido dado de alta. El actor se mostró feliz de volver a los medios y contó cómo se encuentra hoy.
“¡Bienvenido! Flaco, flaco, flaco”, lanzó Juana Viale al presentarlo, sorprendida al ver el cambio físico del protagonista de obras teatrales y de telenovelas como Regalo del cielo. “Compartimos tablas con Juanita”, aseguró, sobre la experiencia laboral que tuvieron mientras la conductora seguía asombrada al verlo.
“Estás flaco, flaco. ¿Perdiste mucho peso?”, indagó la animadora, mientras el exmarido de Claribel Medina se tomaba con humor. “No, 12 kilos. Nada más. No tenía más. Me dieron el alta ayer”, contó, mientras seguía bromeando.
Pablo Alarcón perdió 12 kilos durante su tratamiento médico, reveló con Juana Viale (Almorzando con Juana, El Trece)
“Estoy bárbaro, estupendo. Fue un ida y vuelta. Dije ‘vuelvo o no vuelvo, pero dije vuelvo por Juanita’”, comentó, sobre el delicado estado de salud que tuvo, hoy ya recuperado. “Me atendieron bárbaro”, señaló, mientras destacaba la labor de los médicos y profesionales de la salud. “Me salvaron la vida”, aseveró, rotundo.
Más tarde, ya en la mesa relató con detalles lo que le pasó. “Tuve un accidente, que le puede pasar a cualquiera. Pensaba que era un resfrío, me llevaron al Hospital Tornú, me llevaron al IMAC y ahí descubrieron que tenía un problema en el corazón y una válvula tapada”, recordó.
“Sentía que estaba engripado. Decidieron tratar la neumonía y después me operaron del corazón, me cambiaron una válvula y me hicieron un bypass, eso demoró tres meses. Me hicieron una operación a corazón abierto. Mis pensamientos eran ‘¿me voy a morir o no me voy a morir?’. Después dije que era una experiencia que tenía que pasar con los ojos bien abiertos”, señaló. “Fue interesante, pero no lo quiero volver a pasar. Ya lo aprendí”, lanzó, jocoso.
Pablo Alarcón narró cómo confundió su neumonía con un resfriado y le encontraron también un problema en el corazón
“Yo estaba haciendo El discurso de la servidumbre en las plazas y tomé mucho frío. Me pesqué una neumonía y yo pensé que era un resfrío, tomaba aspirinas hasta que fui al médico y me internaron. Me dijo ‘no solo tenés neumonía, también tenés un problema en el corazón’”, contó el actor, que fue noticia en agosto del año pasado cuando habló de su situación económica ante la falta de propuestas laborales y su decisión de actuar a la gorra en Plaza Francia.
También, contó que tiene varias propuestas que lo entusiasman. “Estoy bien, muy bien. Con proyectos, estoy armando una obra que se llama Pan y circo, poco pan y mucho circo. Es sobre la historia de la política argentina y por qué elegimos amar a los políticos, por qué nos enganchamos en elegir a los ladrones, por qué no somos un poquitito más finos”, apuntó.
“Me cuesta mucho conseguir un elenco que quiera hablar mal de los políticos porque nos han llenado de miedo a ser condenados. Nos hizo muy mal el Gobierno anterior y los anteriores”, señaló, crítico. También la conductora quiso saber sobre la coincidencia que tuvo con Roly Serrano, quien también se encontraba internado en la misma clínica que él. “Estaba en el piso de abajo”, contó.
Claribel Medina acompañó durante su internación a Pablo Alarcón
Pablo Alarcón también se refirió a cómo se encuentra su colega por estos días. “Está mejor, lo trasladaron a una clínica de rehabilitación. Se está rehabilitando”, afirmó, sobre el accidente en la ruta que tuvo Roly. “Se durmió. A él no le pasó nada, yo hablaba todos los días. Es un gran tipo”, pormenorizó, sobre su vínculo.
“Roly sufre de narcolepsia, él se duerme en el escenario”, aseveró, mientras Laura Novoa, que también estaba como invitada, le daba la razón. “Se dormía y cuando se despertaba te decía el texto exacto”, detalló. “No debería haber conducido, pero condujo. Yo hice una gira con él y sabía que no podía ir en el coche. Tenía que venir con nosotros en un colectivo, pero él insistía en ir en coche porque salía a la hora que quería hasta que un día pasó lo que pasó”, afirmó.