A través de una visión estratégica que prioriza el trabajo paulatino para garantizar la protección de la biodiversidad, la tierra colorada es ejemplo a nivel mundial.
La provincia de Misiones cuenta con el mayor porcentaje de biodiversidad de Argentina, albergando al 52% de la flora y la fauna existente en el territorio nacional. Su ecosistema le permite generar aire puro imprescindible para mitigar los efectos del cambio climático.
En este contexto –y con la visión estratégica del Ing. Carlos Rovira–, la Cámara de Representantes de la Provincia creó por ley la Secretaría de Estado de Cambio Climático en el año 2020. La primera de su tipo en todo el continente sudamericano, que tiene como principal tarea llevar adelante la agenda del cambio climático. Además de asistir al Gobernador de la Provincia en todo lo inherente a la planificación, ejecución y control de las políticas, acciones y obras relacionadas a la materia, y trabajar de manera coordinada con el fin de establecer medidas para la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, fomentando el desarrollo sostenible y promover el desarrollo e investigación de las distintas formas de protección, entre otras.
Garantizar la protección
Como se dijo anteriormente, Misiones es una provincia con enormes recursos naturales y una rica biodiversidad que se destaca por tales atributos, pero también por el camino trazado en materia de políticas públicas ambientales, gestión y visión.
Es que la construcción de un paradigma político centrado en el ambiente se asienta sobre el desarrollo de un sustrato normativo adecuado y coherente que establece las bases para que el mismo tenga proyección y sostenibilidad en el tiempo.
Indudablemente la decisión del gobierno de la provincia de crear la Secretaría de Estado de Cambio Climático con rango ministerial expone una lectura y sincronización con temas de agenda geopolítica impostergables.
Winter is coming
El invierno europeo que se avecina será de los más difíciles que le ha tocado transitar al viejo continente, la crisis desatada por la guerra en Ucrania ha disparado los precios de la energía, dejando al descubierto los límites y restricciones de la Unión Europea en la materia.
Tanto el uso industrial energético como el cotidiano se sostenían con los hidrocarburos rusos a precio accesible. Esa realidad ha cambiado, las principales industrias se encuentran en problemas al ver multiplicada su factura energética, misma situación que las familias.
Los ejemplos se acumulan: nacionalizaciones de empresas de energía, incremento de los subsidios, boletas que pasan de 100 libras esterlinas a más de 1000 en hogares británicos, fuerte regulación y sanciones al consumidor.
Este último caso es de los más recientes, el gobierno de Suiza estableció un límite máximo de temperatura en las viviendas. “Las violaciones de la ley nacional de suministro siempre son delitos o incluso crímenes en varios casos y deben ser castigados”, dijo el portavoz del Ministerio de Economía, Markus Spörndli.
Además, aclaró que quienes violen esta regla, que establece un máximo de 19ºC, involuntariamente también serán castigados, aunque con multas menores.