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Massa predica con autoajuste y alfombra las provincias por si hay 2023

Las elecciones triplicaron la caja del Ministerio del Interior. Más recursos para las gobernaciones en año electoral. El sector renovador, el más austero.

Entre las 1960 páginas del Presupuesto 2023 que envió al Congreso el ministro de Economía, Sergio Massa, hay quienes ganan y quienes pierden: dentro del gabinete, hay Ministerios que contarán con recursos por encima y otros por debajo del 60% que proyectó de inflación el mismo Palacio de Hacienda para el año próximo. Con las elecciones presidenciales de fondo, la cartera de Interior, conducida por Eduardo De Pedro, concentró un crecimiento extraordinario para el cálculo de gastos de casi el 150%. La Liga de las provincias, que había elevado sus condiciones para que los legisladores que responden a su conducción respalden la votación, consiguió incrementos en áreas clave, como obra pública y vivienda. A contramano, las áreas conducidas por dirigentes que responden políticamente al superministro se pondrán de ejemplo y ajustarán sus números.

Según el análisis realizado por Letra P del proyecto Presupuesto 2023, que la cámara de Diputados ya tiene en su poder desde casi la medianoche del jueves, la cartera de Interior sumó poco más de 114.000 a los 78.000 millones de pesos que tenía destinado a utilizar durante el año en curso, lo que significó un salto del 146,9%. De allí, tomando en cuenta un ajuste por inflación del 60% calculado por el propio Massa para todo el próximo año, el crecimiento del 86% restante es extraordinario en el año de las presidenciales. Allí están contemplados los más de 55.000 millones de pesos estimados para la organización y realización de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), las elecciones generales y un eventual ballotage, que es el precio que le puso Massa mientras avanza un lobby de las provincias por bajarlas.

Alberto Fernández fue el primero en anunciar una suba destacada en el presupuesto del Ministerio de Ciencia que conduce Daniel Filmus, un funcionario de confianza de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y de buen vínculo con el jefe de Estado. Su cartera cuenta con una agenda positiva que es bien vista desde distintos sectores del oficialismo, y por ese motivo es una de las más destacadas públicamente. Por eso no llamó la atención que, ante una agenda de ajuste de las cuentas públicas, la difusión de la extensión del gasto a esa área no haya sonado ninguna alarma. 

La Liga de las provincias había pedido mantener beneficios presupuestarios en la antesala de un año electoral, que también definirá la conducción de las gobernaciones. Está previsto un crecimiento en las partidas del Ministerio de Obras Públicas, que dirige Gabriel Katopodis, por encima de la inflación prevista: los recursos disponibles serán de 716.000 millones de pesos, con un salto de casi 300.000 millones de pesos, lo que significará un crecimiento del 70,8%.

Otro cálculo en un área clave con impacto en las provincias es la suba en los gastos del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, de Jorge Ferraresi, que recibirá poco más de 157.000 millones de pesos a los casi 230.000 millones con los que contó durante 2022, lo que implica un incremento del 68,6%. La política de viviendas, con los planes Procrear y Casa Propia como banderas, es central en la planificación de las obras que en las gobernaciones tienen para mostrar gestión más allá de los límites de los beneficiarios directos.

Sin necesidad de un traslado directo a las administraciones provinciales, la decisión de incrementar por encima del 71% los gastos del jefe de Gabinete de ministros, Juan Manzur, se convirtió en un gesto simbólico para el representante de la Liga de las provincias en la administración albertista. De esta manera, Massa cumplió un doble objetivo: aliviar los reclamos provenientes del interior del país, y también allanar el camino para las recorridas que hará el oficialismo en la campaña presidencial, cuando aún resta por definir los nombres de su boleta presidencial, en una danza en la que todavía aparece el superministro, a pesar de dejar trascender sus expectativas de reservarse para 2027.

Hay otros dos espacios del gabinete que ganaron con el Presupuesto 2023, por tener subas de alrededor del 70% en los papeles. Son los casos de Justicia y Derechos Humanos, y de Trabajo. Entre un contingente que empata de manera técnica con la inflación, se anotaron la Cancillería y las carteras de Seguridad, Defensa, Cultura, y Desarrollo Social.

Hay ministerios perdedores en el reparto de la torta presupuestaria: Mujeres, Géneros y Diversidad, que crecerá casi 58% ante el 60% de inflación proyectada; Ambiente con 56,6%; y Salud, con 49%. En el fondo de la tabla, entre los que más redujeron sus partidas, fueron los despachos que justamente reportan políticamente al ministro Massa.

El recorte llegó inicialmente en el Palacio de Hacienda, que ahora tiene adentro las secretarías de Industria y Agricultura, antes con rango ministerial, ya que tendrá apenas una disponibilidad del 46,6% superior al 2022. Transporte, que conduce el massista Alexis Guerrera, crecerá un 56,6%, perdiendo casi cuatro puntos si la pauta inflacionaria se cumple en el 60%. Y el más afectado será el Ministerio de Turismo y Deportes, que sólo aumentará sus gastos un 37,1%, lo que prevé un recorte en nuevas ediciones del programa Previaje. Sin embargo, el Matías Lammens, que se acercó en último tiempo al tigrense, consiguió financiamiento internacional directo para su gestión, luego de firmar junto al ministro en Estados Unidos un acuerdo con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Maurice Claver-Carone, por 33 millones de dólares para impulsar obras turísticas en el marco del programa nacional “La Ruta Natural”. 

Por Ariel Maciel – Letra P