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Los agricultores neerlandeses luchan contra la normativa sobre emisiones de nitrógeno

La reserva natural De Hoge Veluwe es una vasta extensión de brezales y arboledas. La zona está protegida por una iniciativa de conservación de la Unión Europea. A primera vista, parece un ‘paraíso virgen’ para la fauna y la flora, pero es una zona saturada de amoníaco y nitrógeno.

La reserva natural De Hoge Veluwe, al este de Ámsterdam, es una vasta extensión de brezales y arboledas. La zona está protegida por una iniciativa de conservación de la Unión Europea. A primera vista, parece un ‘paraíso virgen’ para la fauna y la flora. Pero si indagamos un poco más, descubriremos una realidad menos idílica. De Hoge Veluwe es una zona saturada de amoníaco y nitrógeno, procedentes, sobre todo, de las tierras de cultivo circundantes. La plantas de ‘rápido crecimiento’ que cubren el parque nacional prosperan gracias a la contaminación, pero están terminando con la existencia de especies más frágiles y destruyendo la biodiversidad.

De vuelta a La Haya, el panorama político atraviesa su propia y dolorosa transición, mientras el Gobierno se debate entre planes para reducir las emisiones de nitrógeno.

Hans von der Brelie, periodista de Euronews, ha viajado a los Países Bajos para investigar sobre el asunto y realizar un reportaje en el marco del programa Euronews-WITNESS.

¿Rebelión de los agricultores?

El sector agrícola es responsable de alrededor del 50 % de las emisiones de nitrógeno de los Países Bajos, lo que significa que los agricultores son un ‘actor clave’ en este debate. En 2019, el máximo tribunal administrativo de la nación dictaminó que el plan estatal no cumplía con los objetivos de la Unión Europea, lo que significa que, desde entonces, se han intensificado los esfuerzos para poner freno al nitrógeno. El primer ministro Mark Rutte espera reducir a la mitad estas emisiones, para 2030. Entretanto, los agricultores se enfrentan, en la actualidad, a la perspectiva de ‘compras forzosas’ si sus granjas son “demasiado contaminantes”.

Omgo Nieweg, agricultor de la localidad de Adorp, ha participado en protestas contra la nueva estrategia del Ejecutivo. En su opinión, el problema es que el Gobierno neerlandés no da a los agricultores y ganaderos una perspectiva clara de futuro. “Necesitamos contar con perspectivas para seguir con nuestro trabajo”, afirma.

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El Gobierno de los Países Bajos ha destinado 7 500 millones de euros al ‘plan de compra’. Esto forma parte de una estrategia más amplia, de 24 300 millones de euros, pero está pendiente de la aprobación de la Unión Europea.

El campo, a las urnas

Hans von der Brelie también se reunió con Eddie van Marum, representante del partido Movimiento Campesino-Ciudadano, el BBB. Fundado en 2019, en respuesta al enfado por la nueva política sobre el nitrógeno, el BBB fue el gran vencedor en las elecciones provinciales del pasado mes de marzo en los Países Bajos. Animando a los ‘votantes rurales’ que se sienten incomprendidos por las autoridades, a acudir a la cita con las urnas, la formación política obtuvo alrededor del 16 % de los votos.

“El sistema no funciona”, explica Eddie van Marum, hablando de la desesperación de los agricultores. Así, espera que el Gobierno destine más dinero a iniciativas alternativas para la conservación.

Sin embargo, a pesar del éxito del BBB y de los rumores sobre un posible aplazamiento del plan ideado para cumplir con los objetivos sobre las emisiones, Bruselas ha instado al Gobierno neerlandés a que cumpla con sus compromisos.

En declaraciones a Euronews, fuentes de la Comisión Europea han declarado que no descartarán ‘procedimientos de infracción’ si no se respeta la legislación de la UE.

Por Hans von der Brelie- Euronews