El Presidente amenazó con declarar inconstitucional la reforma de la Carta Magna de Jujuy. Los intereses que hay en juego. Los planes del oficialismo y de la oposición.
El conflicto político y social de desatado en Jujuy escaló más alto en las últimas horas y dejó evidencia un fuerte enfrentamiento de la oposición liderada por el gobernador Gerardo Morales y el Gobierno nacional contra Alberto Fernández y Cristina Kirchner a la cabeza bajo un inequívoco telón de fondo: el manejo de los recursos naturales como el litio y la utilización de la protesta social como mecanismo de control provincial.
Alberto Fernández calificó como “inadmisible” que “la violencia estatal sea la respuesta los reclamos de la sociedad en Jujuy” y se metió de lleno en el debate de fondo. Adelantó que la Casa Rosada irá a la justicia para determinar la eventual inconstitucionalidad de la reforma de la Constitución que impulsa Morales.
El Presidente se refería indirectamente a los cambios que impulsa el gobierno de Jujuy en la reforma constitucional para fijar los “Derechos y garantías de las comunidades de los pueblos originarios“, así como una mayor defensa de la propiedad privada y las tomas de tierras.
En esta dura pulseada de la Nación y Jujuy quedó en evidencia la preocupación que hay en la Casa Rosada respecto al manejo de los recursos estratégicos como el litio en Jujuy. De hecho, el mismo Alberto Fernández instó a Morales a que convoque a las comunidades indígenas y a todos los sectores sociales para que alcance una solución.
Recurso estratégico
Más allá de la condena del Presidente a los hechos de violencia en Jujuy y el planteo que hizo de las denuncias por la represión policial que llegaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, Naciones Unidas y Amnistía Internacional, lo que está en juego en esta pelea es el control de los recursos.
En la provincia de Jujuy hay quienes aseguran que si persisten los hechos de violencia se perderán millones de dólares en proyectos de inversión y deslizan que está en juego la extracción de más de 50.000 toneladas de carbonato de litio al año en medio de todo este conflicto.
No fue el gobierno de Morales sino la diputada nacional del Frente de Todos por Jujuy Carolina Moisés quien cristalizó abiertamente esta disputa. La legisladora alineada con Cristina Kirchner dijo hoy que “el trasfondo de la reforma constitucional provincial pasa por el manejo de la industria del litio” y acusó a Gerardo Morales, “de manejarse con la lógica de la extorsión”.
En este contexto, recuerdan en Juntos por el Cambio, no es casual que hace menos de un mes un grupo de diputados kirchneristas encabezados por Juan Carlos Alderete presentó un proyecto de ley para declarar al litio como “mineral estratégico” para limitar el manejo de la extracción de ese mineral faltante a nivel mundial para la elaboración de baterías eléctricas.
En su viaje a Nueva York y Houston el año pasado el Presidente alertó a un grupo de empresarios de la minería que no descartaba declarar al litio como “mineral estratégico” para que la Nación tenga mayor manejo de ese recurso.
Luego le llegó una lluvia de queja de los gobernadores porque para avanzar con esa idea se requiere de una reforma de la Constitucional nacional que deja al libre alberdrío de las provincias el manejo de sus recursos natrurales.
Protesta social y policía en acción
Los fuertes hechos de violencia con represión policial que se vieron en las últimas horas en Jujuy también reflejan una dura pulseada entre la oposición y el oficialismo a nivel nacional por el manejo de la calle.
El Presidente pidió al gobernador Morales que “no utilice al pueblo jujeño como el banco de prueba de la represión y el saqueo que determinados sectores políticos pretenden llevar adelante”.
Paradójicamente, las expresiones de Alberto Fernández coincidieron con Cristina Kirchner que volvió a apuntar contra Gerardo Morales, a quien responsabilizó por los hechos de violencia.
La unidad coyuntural del Presidente y Cristina Kirchner no se daba desde hace tiempo aunque todos saben que persisten los duros enfrentamientos entre ambos por la indefinición de candidaturas en el frente Unión por la Patria.
Algo similar ocurrió con la oposición de Juntos por el Cambio que logró ayer la foto de unidad de Patricia Bullrich, Mauricio Macri y Horacio Rodróguez Larreta en defensa de la reforma constitucional y el accionar de Gerardo Morales en Jujuy.
El manejo de la protesta social es en este caso el otro foco de enfrentamiento entre oficialistas y oposición. El jefe de la Policía de Jujuy, Horacio Herbas Mejías, denunció que los graves incidentes producidos el martes en las inmediaciones de la Legislatura jujeña fueron organizados por manifestantes que no son de la provincia.
Supuestamente hay más de 15 detenidos que no eran jujeños y provendrían de agrupaciones kirchneristas de Buenos Aires que habrían llegado a la provincia del Norte para agitar la protesta contra Morales.
El gobierno de Morales teme, además, que haya un rebrote de los sectores de Milagro Sala que manejan la protesta social y que podrían condicionar la circulación en las calles de Jujuy.
En este caso, el diputado nacional del Frente de Todos Eduardo Valdés, cercano tanto a Cristina Kirchner como a Alberto Fernández, fue quien dejó al desnudo parte de esta estrategia al sostener que si la oposición llega al gobierno habrá “convulsión social” como la que hoy “existe en Jujuy”.
“Nosotros una de las cosas que garantizamos, con todos nuestras virtudes y con todo los defectos, es la paz social. Los sectores más organizados de la sociedad argentina peticionan, pero no convulsionan como está pasando en este momento en Jujuy”, aseguró.
Por Martín Dinatale