En su afán por mejorar las condiciones económicas del país en tiempo récord, el presidente estadounidense explicó su estrategia para liberar 15 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas del país, llamó la atención de las empresas productoras para que no saquen provecho de la situación y anunció la financiación de más proyectos ligados a las energías limpias. Todo en un plan a contrarreloj de cara a las elecciones de medio término.
Se trata de la más reciente movida para calmar los volátiles precios del combustible. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ahora quiere aumentar la cantidad de barriles de petróleo disponibles en el mercado para mermar los costos.
“Hoy, estoy anunciando tres pasos críticos que mi Administración tomará para reducir los precios de la gasolina. El primero es que el Departamento de Energía liberará otros 15 millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo, extendiendo nuestra liberación previamente anunciada hasta el mes de diciembre (…) El Gobierno va a comprar petróleo para recargar la Reserva Estratégica de Petróleo cuando los precios bajen a 70 dólares el barril”.
Actualmente, la escasez del hidrocarburo ha hecho que su valor aumente considerablemente, pues la demanda del mismo no se ha detenido y son pocos quienes pueden suplirla.
El presidente de la primera economía del mundo se ha tenido que enfrentar este mes con anuncios de una inminente recesión en los próximos 12 meses, una inflación anual por encima de lo esperado por el banco central y con ciudadanos preocupados por la economía del país.
El mes no empezó muy bien para su Administración, cuando el 5 de octubre la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), liderados por Rusia, anunciaron que iban a recortar la producción diaria de crudo en dos millones de barriles diarios a partir de noviembre.
Tiempo después, el Gobierno de Arabia Saudita acusó a Biden de haber intentado persuadir a los líderes de la organización para que aplazaran la decisión del recorte de suministro, debido a las afecciones políticas para el mandatario; sin embargo, el anuncio del club de los grandes productores fue inminente.
Con muy pocas opciones, el presidente Biden llamó nuevamente la atención de varias empresas estadounidenses que, según él, no han aumentado la producción petrolera pese a que están recibiendo ganancias significativas.
“Mi mensaje a las compañías energéticas estadounidenses es el siguiente: no deberían usar sus ganancias para recomprar acciones o para obtener dividendos. No ahora, no mientras se desata una guerra. Deberían usar estas ganancias récord para aumentar la producción y refinación. Invierta en Estados Unidos para el pueblo estadounidense. Reduzca el precio que cobra en la bomba para reflejar lo que paga por el producto”, dijo Biden desde la Casa Blanca este miércoles 19 de octubre.
Con miras a las energías renovables
Mientras busca el control del sector petrolero, Biden también avanzó en su estrategia de energías limpias y anunció la financiación de 20 empresas estadounidenses que desarrollarán materiales para la producción de baterías para vehículos eléctricos, con el objetivo de impulsar la fabricación nacional y acelerar la transición a los vehículos que no usen hidrocarburos. La inversión anunciada es por 2.800 millones de dólares.
“Puede aumentar la producción de petróleo y gas ahora mientras sigue avanzando a toda velocidad para acelerar nuestra transición hacia la energía limpia. De esa manera, podemos reducir costos de energía para las familias estadounidenses y mejorar nuestra seguridad nacional en un momento muy difícil” dijo Biden en la rueda de prensa.
Esta semana el presidente ha recordado en repetidas ocasiones los proyectos de ley que su Administración y bancada en el Congreso han sacado adelante para controlar la inflación. Entre esos, la rebaja de los préstamos estudiantiles, las mejoras en el sistema de salud y leyes para contener el Índice de Precios al Consumidor (IPC).