Tiene 27 años y fue detenida esta semana. Es la mejor amiga de uno de los capos narco más temidos. En julio del año pasado dos sicarios la quisieron matar.
Leila Daiana S. (27) lleva tatuado en la piel el nombre de Alan Funes (25), uno de los capos narco de Rosario más temido. Este martes 14 de mayo fue detenida por la Policía de Santa Fe acusada por las amenazas contra el gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich, y también por organizar los recientes ataques incendiarios contra al menos 23 autos.
La joven estaba en la mira de la Justicia desde hace varios meses por sus reiteradas visitas a la cárcel de Marcos Paz, donde se encuentra detenido Funes. Leila figuraba como “novia” en el listado de visitas, aunque ella siempre negó ese vínculo sentimental y dice que el narco es uno de sus “mejores amigos”.
¿Quién es Alan Funes? Es un criminal condenado por homicidio y narcotráfico, con penas que suman más de 44 años de cárcel. También enfrenta un nuevo juicio por mandar a matar a la hija de una mujer que no quiso vender drogas para su organización.
Su vida es una historia de muerte y venganza. En mayo de 2016, cuando tenía 17 años, cometió su primer asesinato como respuesta al crimen de su madre. Dos años más tarde recibió el beneficio de arresto domiciliario y su nombre cobró fama cuando festejó Año Nuevo con una ráfaga de ametralladora en la puerta de la casa de su abuela.
En mayo de 2021 lo condenaron a 35 años de cárcel por un homicidio, dos intentos y ser miembro de una organización criminal, entre otros delitos. Poco después sumaría una condena más. Dos de sus hermanos, Ulises y Jonatan “Bam Bam”, fueron asesinados cuando salían de la cárcel de Piñero, en el sur de Rosario, luego de visitarlo.
Leila sabía que su cercanía con Alan podía traerle problemas, pero nunca sintió temor. “La vida me quitó el miedo” es la frase que ella eligió de portada en su cuenta de Facebook. La afirmación cobra sentido si se conoce su historia personal: su pareja falleció el 12 de noviembre de 2021, el día de su cumpleaños. En julio del año pasado la quisieron matar: dos sicarios dispararon contra su casa pero ella logró refugiarse a tiempo en su habitación y salvar su vida. La buscaban por ser “amiga” de Alan.
La relación entre Leila y Alan no se cortó por las balas. Hace poco menos de un mes ella le dedicó unas palabras y hasta mostró el tatuaje que se hizo con el nombre del narco y un corazón al lado: “Siempre vas a ser el mejor amigo. Aunque seas un loco de la guerra, nadie te va a comparar. Siempre te voy a defender con quien sea, te lo dije desde el día uno, con vos hasta abajo del agua. La lealtad no se negocia jamás!! Te amo”, escribió.
La acusación
A Leila le atribuyen la organización de los ataques incendiarios ocurridos entre el 27 de abril y el domingo 12 de mayo pasado, en los que prendieron fuego 23 autos que estaban estacionados en la vía pública.
En la mayoría de los hechos la Policía encontró carteles con mensajes amenazantes hacia el gobernador y la ministra, y reclamos penitenciarios. La firma llevaba el sello de “Los rosarinos”.
De acuerdo a los voceros, la pista principal para dar con Leila surgió del seguimiento, a través de cámaras de monitoreo, de una camioneta utilitaria Fiat Fiorino blanca que fue vista en distintos ataques incendiarios.
El operativo fue realizado por la Brigada de balaceras de la Dirección General de Investigaciones de la Policía de Santa Fe (PDI), con la colaboración de los grupos de Irrupción TOE, GOT, GIRI y GTM de la Policía de Santa Fe.
Leila fue arrestada en un domicilio de la calle Ayacucho al 4300, en el barrio Tablada, que aparentemente era utilizado como aguantadero. La mujer tenía pedido de captura desde enero por intentar frenar el derribo de un búnker lindero que pertenecía al clan Funes.
En el lugar la Policía halló una bolsa amarilla que tenía un bidón de cinco litros lleno de nafta que aparentemente utilizaban para provocar los incendios.
Según las fuentes, la Fiorino fue interceptada en la zona durante un operativo cerrojo y sus dos ocupantes también terminaron detenidos.
Leonardo Nieva-Perfil