Se trata de uno de los puntos incluidos en el acuerdo “marco” que la Argentina suscribió con EE.UU. Estos elementos estratégicos impulsan avances industriales y presionan la cadena de suministro mundial. Su extracción compleja genera tensiones entre potencias.
Los minerales de tierras raras comprenden un conjunto de 17 elementos metálicos, entre ellos litio, cobre, grafito, manganeso y cobalto, además de los lantánidos, el escandio y el itrio. Se utilizan en baterías de celulares, computadoras y autos, y su proceso de extracción requiere tecnología avanzada y genera un alto impacto ambiental.
En los últimos meses se ha escuchado mucho hablar de estos minerales de “tierras raras” en la medida en que Estados Unidos y China lo convirtieron en uno de los ejes centrales de la competencia tecnológica y geopolítica global. Estos 17 minerales que se consideran indispensables para fabricar autos eléctricos, baterías, imanes de alta potencia, turbinas eólicas, chips, satélites y equipamiento militar, están prácticamente dominados por China, que controla cerca del 70% de la producción mundial y más del 85% del procesamiento.
A diferencia de lo que sugiere su nombre, estos elementos son abundantes en la corteza terrestre y su disponibilidad supera la del oro. La complejidad histórica para aislarlos fue el motivo por el cual se los denominó “tierras raras” en los siglos XVIII y XIX.
Su uso se extiende a sectores estratégicos como la producción de baterías para autos eléctricos, teléfonos inteligentes, turbinas eólicas y televisores de pantalla plana. Además, cumplen un rol clave en aplicaciones médicas como resonancias magnéticas y tratamientos para el cáncer.
La distribución global es desigual: China concentra casi la mitad de las reservas estimadas y domina cerca del 90% del mercado mundial. Otros países con presencia significativa son Brasil, India, Australia y Rusia.
El acuerdo minero y energético entre Argentina y Estados Unidos
En agosto de 2024, Argentina firmó un Memorando de Entendimiento a través de la entonces canciller Diana Mondino, que estableció cooperación con Estados Unidos para compartir información, desarrollar proyectos conjuntos y coordinar acciones vinculadas a minerales críticos.

El documento fijó un marco institucional que incluye apoyo a proyectos prioritarios, estándares ambientales, sociales y de gobernanza, y acceso en tiempo real para empresas estadounidenses y socios de la Minerals Security Partnership a oportunidades de inversión en el país.
El acuerdo también prevé un mecanismo de reuniones periódicas y un Diálogo bilateral sobre Seguridad Energética. Además, contempla que Argentina proporcione información anticipada sobre licitaciones y proyectos mineros, alentando la participación de las provincias, titulares del dominio de los recursos.
Según destacó el ex subsecretario estadounidense José W. Fernández, la demanda futura será determinante: la Agencia Internacional de Energía estima que se necesitarán 42 veces más litio hacia 2050 para cumplir metas globales de transición energética. El acuerdo comercial de 2025 incorporó estos lineamientos dentro de un paquete orientado a asegurar cadenas de suministro, regular inversiones, controlar exportaciones y combatir prácticas comerciales no mercantiles.
Tensión entre Estados Unidos y China por los minerales críticos
Estos 17 minerales —clave para fabricar autos eléctricos, baterías, imanes de alta potencia, turbinas eólicas, chips, satélites y equipamiento militar— están prácticamente dominados por China, que controla cerca del 70% de la producción mundial y más del 85% del procesamiento, un paso crítico que deja al resto del mundo dependiente de su industria.
Washington considera esta situación un riesgo para su seguridad nacional y para la transición energética, por lo que impulsa desde 2018 una estrategia para romper esa dependencia: financia nuevas minas, reconstruye su capacidad industrial, limita la exportación de tecnología a China y busca alianzas con países con minerales críticos —como Australia, Canadá y Argentina— para diversificar el suministro.
Beijing, por su parte, consolida a sus gigantes estatales, expande operaciones en África y América Latina y restringe la exportación de minerales estratégicos como el galio, el germanio y el grafito.
En este contexto, las tierras raras se convirtieron en el “nuevo petróleo” y en un recurso decisivo para definir quién liderará la economía energética y tecnológica del siglo XXI.
Qué dice el acuerdo marco entre EEUU y Argentina sobre los minerales críticos
Puntualmente, en el acuerdo “marco” anunciado en las últimas horas, hay un apartado que hace mención al tema:
En el apartado, “Consideraciones y oportunidades comerciales”, el texto enviado por la Casa Blanca señala que “Argentina y Estados Unidos cooperarán para facilitar la inversión y el comercio en minerales críticos. También acordaron trabajar para estabilizar el comercio mundial de soja”, completa.
Fuente: Perfil

