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Milei pasa del rescate financiero al rescate político: cómo lo ayudarán Trump y Macri a encarar las elecciones

El Gobierno quiere mostrar que ya trabaja en adquirir la solidez política que espera ver el mercado. Qué dará a cambio al republicano y al líder del PRO

Apesar del rescate financiero anunciado por Estados Unidos, el gobierno de Javier Milei sigue en una posición difícil de cara a las elecciones legislativas de octubre, por lo que ahora va en busca de un rescate político que Donald Trump y el expresidente Mauricio Macri parecen dispuestos a darle, pero a cambio de concesiones importantes.

En el mismo día que la Cancillería anunció que Milei será recibido por Trump en la Casa Blanca el 14 de octubre, Macri confirmó que volvió a encontrarse con el Presidente y retomaron el diálogo “después de más de un año”. Ambas noticias tienen un fuerte contenido político y un mismo norte: ayudar al oficialismo a ganar las elecciones del 26 de octubre.

El anuncio de una asistencia financiera por parte del Tesoro solo logró una calma momentánea de los mercados. Las acciones y bonos argentinos vuelven a caer, el riesgo país vuelve a subir y, en el medio, el Gobierno enfrenta un nuevo escándalo que golpea nada menos a José Luis Espert, su candidato en la estratégica provincia de Buenos Aires, por su vínculo con un empresario presuntamente ligado al narcotráfico.

“La ayuda económica era necesaria, pero todavía falta mostrar solidez política”, se sinceró ante iProfesional una fuente oficialista. Según trascendió, ese planteo se lo hicieron a Milei, el Tesoro de los Estados Unidos la semana pasada, en medio de la promesa de ayuda financiera, y también Macri en la reunión que tuvieron el pasado domingo.

Javier Milei será recibido por Donald Trump: el objetivo del nuevo encuentro a días de las elecciones 

El nuevo encuentro mano a mano entre Milei y Trump tendrá lugar dos semanas antes de las elecciones nacionales de medio término. Hasta ahora, el presidente de Estados Unidos no recibió en la Casa Blanca a ningún mandatario sudamericano. El argentino será el primero y la reunión no se limita a lo protocolar.

Milei y su comitiva se alojarán en Blair House, la residencia oficial para los invitados del presidente estadounidense, ubicada frente a la Casa Blanca, y se prevé que los funcionarios de ambos gobiernos compartan distintos eventos y actividades.

Así, la visita no solo ratificará la alianza estratégica entre el libertario y el republicano, sino que será un espaldarazo político sin precedentes a días de las elecciones y un mensaje al mercado que todavía muestra desconfianza respecto de la solidez del apoyo del republicano a Milei y, por tanto, de las chances de que su plan económico se sostenga.

No obstante, la ayuda de Trump no será gratis. El republicano tiene el objetivo de frenar el avance de China en la región y Argentina es clave en ese plan por el fuerte vínculo económico con Beijing. El Banco Central tiene un swap de más de u$s18.000 millones con el gobierno de Xi Jinping y está latente la posibilidad de que la asistencia similar que ofrece Washington sea a cambio de cancelarlo.

Tanto la geopolítica como el comercio formarán parte de la reunión entre Milei y Trump. Por caso, del lado argentino están interesados en resolver el tema de los aranceles a las exportaciones argentinas, que EE.UU. fijó en 10%. Pero en el Gobierno esperan principalmente que el encuentro sirva para terminar de definir cómo, cuándo y cuánto habrá de ayuda económica por parte del Tesoro para comunicarlo antes de las elecciones.

Mientras tanto, la administración de Milei ya se prepara para la concesión más importante que tendrían que hacer a Trump a cambio de este respaldo económico-político: esta semana definieron que no habilitarán el ingreso de materiales para la construcción de una antena espacial china en San Juan y evalúa cancelar ese proyecto. Según supo iProfesional, un sector del Gobierno ya busca la forma de reducir la presencia de China en el país.

Mauricio Macri vuelve a la escena: rescate político para Milei, con cambios en discusión 

El mensaje de Macri en redes sociales, con el que confirmó que volvió a reunirse después de más de un año con Milei el último domingo, es otra señal de rescate político para el Gobierno en su momento más difícil. De hecho, muchos observan que el declive que vivió LLA en los últimos meses empezó justamente después de que el libertario cortara relación con el expresidente.

Ahora, la nueva reunión entre Milei y Macri abrió la puerta a algo que el líder del PRO espera desde 2023 y que está íntimamente vinculado a esa “solidez política” que esperan ver las líneas internas del Gobierno, los aliados, el mercado y los Estados Unidos: cambios en el Gabinete para fortalecer la gestión diaria y la construcción de nuevos acuerdos.

Una de las versiones que circuló en los últimos días señala un supuesto interés de Macri por sumar a Federico Pinedo, Javier Iguacel y Guillermo Dietrich al Gabinete de Milei. Por el momento, en el PRO no lo confirman y según una fuente partidaria consultada por iProfesional “tampoco se habló de nombres” en la reunión del domingo, aunque sí habrían conversado de forma general sobre hacer cambios en el equipo de ministros.

Poco antes de que Macri confirmara la reunión este lunes, el Presidente no descartó sumar a dirigentes del PRO al ser consultado en una entrevista televisiva sobre los cambios obligados que habrá después de las elecciones por la salida de Patricia Bullrich y Luis Petri, candidatos ambos. “Bueno, hay funcionarios que estuvieron en el PRO, digamos. Es más, de dónde venía Patricia”, respondió el mandatario ante la pregunta.

De cualquier forma, la reapertura del diálogo entre Milei y Macri tiene otros condimentos importantes para el apoyo político que necesita La Libertad Avanza para levantar la cabeza tras la derrota del 7 de septiembre en las elecciones bonaerense, las votaciones negativas en el Congreso y el desafío mayúsculo en que se convirtieron los comicios del 26 de octubre.

¿Qué le aportaría Macri a Milei de cara a las elecciones y más allá?  

Uno de ellos es la posible reunificación del PRO en el Congreso. El partido no se rompió formalmente, pero sí empezó a votar dividido, especialmente en la Cámara de Diputados, lo que ayudó mucho a que la oposición más dura volteara uno tras otro los últimos decretos y vetos de Milei.

De un lado quedaron los que apoyan al Gobierno como Cristian Ritondo y Diego Santilli -promotores del acuerdo bonaerense- y del otro los más refractarios a Milei, como Silvia Lospennato o María Eugenia Vidal. Este otro sector muchas veces se agarró del descontento de Macri con la Casa Rosada.

El valor del nuevo diálogo con Macri para Milei ya dio una primera señal en ese sentido este martes, cuando el bloque del PRO no firmó ningún dictamen y se mantuvo al margen del proyecto que impulsa la oposición para restringir los DNU y quitarle al libertario una de sus herramientas más importantes. Fuentes parlamentarias señalaron a este medio que Lospennato pensaba presentar una propuesta propia, pero no lo hizo.

Además, el acercamiento podría llevar a que el PRO porteño no se desentienda tanto -como se preveía hasta hace pocos días- de la campaña en la Ciudad, donde los libertarios apuestan a lograr un triunfo en Bullrich. Se sabe que el líder del partido mantiene una importante influencia en el gobierno de su primo, Jorge Macri.

Milei y el expresidente se preparan para tener otra reunión. Se sumaría Karina Milei, única figura del Gobierno que puede garantizarle al líder del PRO que cualquier acuerdo que haga con el Presidente se cumpla. Lo concreto es que el apoyo del expresidente significaría para el oficialismo una ayuda para las elecciones y para después, si los libertarios aceptaran incorporar dirigentes amarillos con experiencia al Gabinete.

Así, el gobierno de Javier Milei empieza a contar con un rescate político que es tanto o más importante que el financiero para superar el desafío de las elecciones nacionales de octubre, donde el libertario se juega ni más ni menos que la gobernabilidad. Entre Donald Trump Mauricio Macri parecen dispuestos a darle ese empujón.

Por Pablo Sieira-IProfesional