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Mar del Plata: la insólita doble vida de un prófugo por lavado narco que reveló un presunto secuestro

Una denuncia por secuestro extorsivo llevó a la Policía Bonaerense a revelar la verdadera identidad de la víctima. Se trataba de Darwin Alarcón, quien tenía un pedido de captura de Interpol en su contra

No todos los delincuentes saben mentir. Darwin Alarcón Carreño, prófugo por lavado de dinero de narco, fue detenido ayer jueves tras un operativo policial a cargo de la DDI de esa ciudad de la Policía Bonaerense que comenzó con una denuncia de secuestro extorsivo. La investigación reveló que Alarcón, quien utilizaba identidades falsas, llevaba una doble vida y era buscado por Interpol con una circular roja en su contra.

El caso comenzó cuando una mujer acudió a la Policía Bonaerense la semana pasada para reportar la desaparición de su pareja, con quien había mantenido una conversación por WhatsApp a las 21:27 horas de ese día.

Al no encontrarlo en su domicilio, intentó contactarlo por teléfono y, en el tercer intento, una voz masculina le informó que “lo tenían secuestrado y le exigieron dinero y joyas, además de mencionar que sabían que poseía una carabina de asalto Maverick”, aseguran investigadores del caso a Infobae.

“Somos de Rosario”, dijeron, para cortar la llamada.

La Policía Bonaerense activó el protocolo de rigor. El supuesto secuestro duró poco. A las 3:23 del día siguiente, personal de la Comisaría 2° de Mar del Plata encontró al presunto narco, deambulando por las calles 435 y Colectora de Playa Serena. Tenía las manos atadas. Se presentó bajo una identidad falsa. Allí, se sinceró: alegó que le mintió a su novia sobre su nombre por llevar una doble vida entre dos mujeres.

Su novia oficial, básicamente, no era la que había denunciado el secuestro. Aseguró que le dio a la mujer que denunció su secuestro un nombre falso, “Alejandro Camaño”, para “no darle un disgusto”. Ni siquiera era el nombre que le dio a los policías que lo encontraron: allí, dijo llamarse “Fernando Castillo”.

Las dos cédulas de identidad incautadasLas dos cédulas de identidad incautadas

Durante su declaración, relató que fue interceptado en la calle Castelli y La Rioja por varios sujetos que lo subieron a un vehículo, aparentemente una camioneta, y le cubrieron los ojos con una prenda. Denunció el robo de una mochila, un teléfono y $200,000, aunque no le sustrajeron su documento de nacionalidad boliviana ni su registro de conducir.

Tras las inconsistencias en su relato, procedieron a verificar la verdadera identidad del hombre. De esta manera, descubrieron que en realidad se trataba de Darwin Alarcón Carreño, nacido en Tarija, buscado desde el 22 de agosto de 2024, por una causa de averiguación de ilícito y otra por lavado de activos que data de 2017, a cargo de la Justicia federal marplatense, Así, el Juzgado Federal N°3, a cargo de Santiago Inchausti, que había pedido su arresto, ordenó su captura.

De acuerdo con los informes de Migraciones, el hombre cruzó varias veces por tierra con destino a Bolivia entre los años 2013 y 2018, con el propósito de “tránsito vecinal fronterizo” o “residente tránsito turista” mediante el paso fronterizo Salvador Mazza, de la provincia de Salta. Alarcón tiene también un documento argentino, número 60 millones. El negocio de la droga atraviesa la causa por la que era buscado Carreño. Según documentos judiciales a los que accedió Infobae, uno de los imputados en el expediente fue procesado el año pasado por tenencia de estupefacientes y de arma de fuego. Hubo otros cuatro imputados en la causa. A Alarcón, puntualmente, se lo acusó de “haber desplegado con habitualidad distintas operaciones comerciales tendientes a poner en circulación las ganancias obtenidas como resultado de diversas actividades ilícitas, lo cual realizarían con el único objetivo de darles apariencia lícita a esos montos y así justificar sus incrementos patrimoniales”.

Carreño, según la causa, fue el objeto de escuchas telefónicas, donde conversó con una contadora a la cual a la cual le requiere una declaración de “licitud de bienes y fondos” para la compra de una camioneta que haría “un amigo”, que terminó investigado por el Juzgado Federal N°3.

Por Federico Fahsbender-Infobae