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La construcción de Panamá, entre imperios y soberanía

Panamá se independizó de España en 1821, logrando este hito por sus propios medios. De inmediato se unió al proyecto de la Gran Colombia impulsado por Bolívar. Sin embargo, el territorio fue testigo y, a veces, protagonista de las guerras civiles que provocaron la desintegración del sueño bolivariano. Luego pasó a formar parte de Nueva Granada y, posteriormente, de Colombia. En cada crisis, la idea de independizarse completamente surgía con fuerza, aunque los intentos que se llevaron a cabo tuvieron corta duración.

A lo largo de su historia, Panamá enfrentó penurias económicas y carecía de infraestructura. Sin embargo, en la década de 1850, los liberales llegaron al poder y promovieron la modernización del país, sus leyes e instituciones.

A la vez, el descubrimiento de oro en California transformó a Panamá en un punto clave entre los océanos. Mineros y soldados estadounidenses desembarcaban en sus puertos del este, cruzaban por tierra en mula, y reembarcaban en el oeste para seguir hacia el norte. Este tránsito benefició económicamente a los locales.

Coincidiendo con la guerra civil colombiana de 1860, se abrió un período de treinta años de luchas internas en Panamá entre varios partidos que se sucedían y reformaban: liberales, conservadores, independientes, radicales, nacionalistas, históricos. También existieron conflictos con Colombia misma. En ese marco, en 1885, tropas estadounidenses ocuparon brevemente la capital panameña para proteger a sus compatriotas.

Mientras tanto, en el Congreso de París de 1879, se seleccionó a Panamá como el lugar ideal para construir un canal interoceánico, retomando los estudios que Bolívar había iniciado en 1827. Se formó la Compañía del Canal con un gran presupuesto y se comenzaron los trabajos con un plazo de construcción de ocho años; sin embargo para 1888 sólo se habían realizado los estudios preliminares. Poco después, irregularidades, desfalcos y la alta mortalidad obrera detuvieron la obra, sumiendo a Panamá en una crisis económica agravada por un incendio en la capital en 1894 y la Guerra de los Mil Días, que estalló en 1899.

Para 1902 era obvio que la Compañía del Canal no podría terminar la obra; el gobierno panameño entabló charlas con Washington DC y el Congreso estadounidense autorizó al Presidente a negociar con Colombia la cesión del territorio que conformaría el Canal. Colombia accedió con el acuerdo Herrán-Hay, y en medio de deliberaciones en el Congreso colombiano, Panamá decidió independizarse antes de, en ojos de los locales, ‘ser vendidos’. Con el visto bueno y la protección naval de EEUU, los revolucionarios lograron su objetivo 1903.

El nuevo tratado con Washington DC se llamó Hay-Bunau Varilla, que iteró sobre Herrán-Hay. Según el acuerdo, Panamá cedía a perpetuidad la soberanía,  jurisdicción y aduanas de la zona del canal a EEUU; se permitía el control militar norteamericano del país; se prohibía la construcción de ferrocarriles y carreteras que compitieran con el canal, así como la existencia de radiodifusión para que no estorbara con las comunicaciones de la marina estadounidense. Los puertos en ambos lados del canal pasaban a estar bajo control de EEUU. Además, la Constitución panameña de 1904 permitía la intervención armada norteamericana en el país. El canal recomenzó su construcción ese año y fue abierto en 1914.

Panamá tuvo gobiernos conservadores hasta 1908, y liberales desde ese año a 1931. El régimen de tierras beneficiaba a latifundistas, el derecho a voto era restringido y los comicios, fraudulentos. Ambos partidos solicitaron intervención armada norteamericana para apuntalar a sus regímenes frente a protestas y revueltas. Por esto, en 1923 se creó una organización nacionalista llamada Acción Comunal que, con activismo político, logró estorbar una ampliación de concesiones políticas a EEUU en 1926. En 1931 realizó exitosamente un golpe de estado, logrando actuar antes de que las tropas norteamericanas pudieran reaccionar.

Ese año se dieron las primeras elecciones sin fraude en la república, y sin influencia directa de Washington DC. El nuevo gobierno logró negociar en 1936 una serie de mejoras relativas al canal, entre ellas permitir la radiodifusión en Panamá, la construcción de una carretera interoceánica y el fin de la injerencia militar norteamericana. En 1947 se frenó una extensión de arrendamiento de bases militares, y en 1955 se negoció el ferrocarril trans-ístimico.

Pero el tratado Hay-Bunau Varilla de 1903 seguía en vigor, y habrían de verificarse hechos desencadenantes nuevos con el objetivo de derogarlo. En 1964 una protesta estudiantil en la zona del canal terminó con varios alumnos muertos a manos de la policía e infantería estadounidense, lo que llevó a una temporal ruptura de relaciones diplomáticas. En 1967 tres tratados perjudiciales para Panamá fueron rechazados tan fuertemente por la sociedad panameña, que no fueron usados para negociaciones futuras y el presidente panameño fue removido mediante juicio político.

Mas tarde, en 1968, un golpe de estado militar abrió el camino para la renegociación del acuerdo. Hubo progresos en 1974 con un acuerdo con EEUU para derogarlo y terminar con la cesión del canal a perpetuidad. Y con el apoyo de los otros países latinoamericanos, el presidente general Omar Torrijos logró firmar con el presidente Carter el nuevo tratado en 1977.

El acuerdo Torrijos-Carter devolvía la zona del canal a Panamá en todo sentido, si bien EEUU mantendría el control del corredor hasta 1999. Además se realizaría un retiro gradual de las fuerzas norteamericanas y convertiría a EEUU como garante de la neutralidad del canal. Este acuerdo trajo beneficios económicos a Panamá. Desde entonces, el estado legal del canal no cambió sustancialmente, ni siquiera tras el derrocamiento del dictador Noriega por una invasión de EEUU en 1989.

En 1999, el presidente Clinton entregó oficialmente el canal a Panamá, y una empresa de Hong Kong asumió la operación de sus puertos. Entre 2006 y 2017, el canal fue modernizado y se abrió una tercera vía para recibir barcos más grandes y modernos, consolidando su importancia en el comercio global.