Baires Para Todos

Yacimientos Petrolíferos Fernández

El candidato quiere que YPF sea “el ministerio” de Energía, al estilo CFK-Galuccio. El actual CEO busca seguir, pero Nielsen es el hombre fuerte que ya maneja inversiones. Las exigencias del sector.

Cuentan en el búnker de la calle México que Guillermo Nielsen ya es el hombre fuerte de Alberto Fernández en materia de energía. Y que el candidato piensa la integralidad de una política para el sector con el eje puesto en YPF. La petrolera de bandera será una especie de ministerio, con una secretaría que estará en las cuestiones más técnicas y operativas, un esquema similar al que la ex presidenta Cristina Fernández tuvo cuando designó a Miguel Galuccio al frente de la compañía y a Mariana Matranga en la Secretaría de Energía.

En aquel entonces, luego del fracaso inicial del esquema del kichnerismo en este campo, CFK buscó a un hombre con llegada internacional para conseguir financiamiento e inversiones. El rol de Galuccio, a priori, sería hoy de Nielsen, más allá de la intención de Miguel Gutiérrez, actual titular de la firma designado por Mauricio Macri, de quedarse en su puesto aún si cambiara de color político el Ejecutivo.

Nielsen se está moviendo casi exclusivamente en reuniones con las empresas líderes del sector (YPFPAEShellTecpetrol). En esos encuentros, cosechó apoyos y promesas de inversión y un pedido central: que no haya “cepo” para las petroleras.

Las empresas quieren evitar que la crisis del ingreso de dólares termine afectándolas con un corset que no les permita sacar el dinero del país. En los años de CFK, después de la instauración del cepo, la mandataria debió dictar un decreto (999) por el cual hizo una excepción para que la estadounidense Chevron exteriorizara divisas, habida cuenta de que había terminado de firmarse un acuerdo millonario entre la firma y la YPF de Galuccio.

¿Qué números le acercó Nielsen a Fernández para pensar el plan energético y de inversiones para Vaca Muerta? El yacimiento no convencional debería generar unos U$S 10.000 millones en exportaciones en los próximos cinco años. Y ya hay comprometidos otros U$S 10.000 millones en inversiones para 2020.

Según el detalle al que accedió el sitio Letra P, U$S 5.000 millones irán a la petroquímica y la otra mitad, a la construcción de una planta de licuefacción de gas que se instalará en Bahía Blanca. La instalación será pagada por las empresas del sector y estará terminada cuatro años luego de anunciada la obra. La idea es que sirva para exportar gas a granel licuando el fluido que hoy se exporta con las barcazas que YPF tiene en el puerto de Bahía Blanca.

El gas es clave, dado que el país está en condiciones de exportar crudo no convencional por U$S 10.000 millones en 2020 y hay chances de aumentar el volumen, en los próximos dos años, a casi la totalidad de la producción diaria, unos 500 mil barriles. Fernández sabe, a raíz de estos datos, que el sector es clave y puede aportarle dólares por diferentes lados. El candidato actúa en consecuencia, con una política más parecida a la de Galuccio que a la de los primeros años de Kirchner.

Por Leandro Renou – Letra P