Baires Para Todos

Vilma Ibarra: “Alberto Fernández es el líder de la coalición que gobierna el país”

La secretaria Legal y Técnica fue entrevistada por Roman Lejmán para el sitio Infobae.

— ¿Cómo se hace un decreto presidencial con Alberto Fernández? Por ejemplo un decreto presidencial sencillo, el que determinó reducir la coparticipación federal a la Capital Federal. ¿Cómo se hace ese decreto?

— No se la redujimos, motivo por el cual yo ya no voy a aceptar ese verbo.

— Ok. ¿Cómo se hace el decreto por el cual…?

— Fue una decisión que se vinculó con un pago en exceso, porque la Constitución…

— ¿Pero cómo se hace el decreto…?

— Ya te cuento, ya te cuento, pero yo quiero aclarar ese punto.

— Ok.

— Cuando la Constitución dice que cuando se transfieren funciones y competencias de la Nación a una provincia o a la Ciudad de Buenos Aires hay que pagar ese costo.

— Sí.

— Y se había transferido la policía, motivo por el cual correspondía pagar ese costo.

— Ok.

— Correspondía pagar ese costo, no más. Y se estaba pagando en demasía. Entonces lo que hicimos fue un decreto para que la Nación pague lo que corresponda. Dicho esto, te cuento cómo se hace.

— Al margen de la discusión sobre si correspondía o no ir del 3.5 al 2.32 de reducción de la coparticipación porteña, ¿el método político de hacer un decreto cómo es?

— Un decreto, en general, nace en el área que lo impulsa.

— Sí.

— Cualquier decreto vinculado a salud, se inicia en el área de salud. Cualquier decreto vinculado a desarrollo productivo…

— ¿El Presidente da una orden?

— En general, los ministros lo conversan con el Presidente, se llega a un acuerdo político con el jefe de Gabinete y se inicia un expediente. Y ya en las áreas jurídicas en general, si son muy sencillos, lo hacen y lo envían y nosotros lo revisamos. Si son temas complejos, toma intervención Secretaría de Legal y Técnica.

— En el caso de la coparticipación federal porteña, era un tema delicado. ¿Tuvo mucha participación?

— Bueno, es un decreto importante que por supuesto pasa por mi área y trabajo en su redacción, sí, junto con las áreas correspondientes.

— ¿El Presidente llama y dice “venite a Olivos que no entiendo un párrafo”? ¿Cómo funciona?

— No, no, no funciona así. Generalmente el expediente llega, nosotras lo analizamos, lo hablamos con las áreas correspondientes, yo dialogo con el Presidente respecto del contenido, qué características tiene que tener, si es esta fundamentación, la otra y demás, y cuando tengo una medida que razonablemente para mí y para mi equipo está bien fundamentada, y para los ministros o ministras intervinientes, se lo llevo al Presidente, lo analizamos juntos, lo hablamos, me hace todas las preguntas pertinentes y lo firmo.

— ¿Pregunta mucho?

— Mucho, mucho. Además es abogado…

— ¿Eso qué significa?

— Que…

— ¿Es obsesivo?

— No, que es abogado, entonces conoce mucho de leyes.

— Ah, no es el concepto de ese abogado en términos de Shakespeare, que los abogados son personas complicadas. Es abogado porque conoce el derecho.

— Conoce las leyes y le encantan las leyes y sabe mucho.

— ¿Discuten mucho?

— Discutimos, claro que discutimos, argumentamos, los dos somos…

— ¿Se banca el Presidente que una secretaria de Estado le discuta?

— El Presidente se banca que las personas en general den su opinión y discutan. Él discute con mucha vehemencia, yo también.

— ¿Y acepta?

— No, y discuto y doy mis argumentos.

— Sí.

— Siempre tengo en claro que el Presidente es él. El que define es él, el que toma las decisiones es él. Mi acuerdo con el Presidente es: toda la información, toda la información que necesita, inclusive si un ministro opina una cosa o un área jurídica opina una cosa y Secretaría Legal y Técnica, otra. Entonces yo voy y le llevo. “Mi opinión es esta” y la fundamento. En el área jurídica del ministerio tienen ésta, y le digo “Estos son los fundamentos, esta es mi opinión, es tu decisión”, y la podemos conversar. Y yo fundamento, porque…

— ¿Solo asesora en materia jurídica o también política?

— No, las conversaciones son siempre jurídicas y políticas porque yo no puedo perder de vista el contexto político en el que se toman las decisiones.

— También opina de política.

— Pero sería imposible que estuviera acá una persona que solo sepa de leyes, porque el contexto político en el que se desarrollan las decisiones, es muy importante.

— Bueno, su antecesor sólo opinaba de leyes.

— Pero debía tener seguramente alguien que daba el contexto político porque también en los considerandos de un decreto, en los fundamentos de un proyecto de Ley, uno tiene muy claro el contexto en el cual trabaja.

— Quizás le pueda parecer una deformación, pero los considerandos de sus decretos tienen una mirada política que los considerandos de los decretos de Macri no tenían.

— ¿Vos los leés?

— Yo los leo.

— Me parece muy bien. Sí.

— Y si no cómo entiendo el decreto…

— Y también tienen perspectiva de género.

— Ah, eso no me había dado cuenta.

— Tienen perspectiva de género.

— ¿Todos sus decretos tienen perspectiva de género?

— Lo trabajamos, como todo es un proceso, y a veces nosotras mismas nos damos cuenta. Yo tengo un equipo con muchas mujeres trabajando, también tengo muchos varones y trabajamos muy bien en equipo.

— Sí.

— Y una de las cosas que tenemos presente es dar cuenta de los cambios de época y de la importancia que ha tomado el movimiento de mujeres y el rol que han tomado las peticiones por la igualdad de género.

— No me quiero equivocar, pero creo que desde el comienzo de la democracia en 1983, usted es la primera mujer en la Secretaría de Legal y Técnica.

— Sí, es verdad. Es verdad.

— ¿Tiene una formación política diferente al Presidente?

— Sí.

— ¿Esto ayuda a complementar su mirada política o en algún momento hubo una disrupción porque sus formaciones ideológicas son diferentes?

— No, no tenemos… Primero, el Presidente y yo nos conocemos mucho, nos conocemos hace muchos años. Hace 20 años más o menos que nos conocemos, tenemos mucho respeto entre nosotros y mucha confianza, o sea que eso facilita mucho el diálogo.

— ¿En la Argentina hay una presidencia o un cogobierno?

— No cogobernamos con nadie.

— O sea…

— El Presidente de la Nación lidera la coalición que gobierna el país.

— El Presidente lidera. ¿Y a Cristina Fernández de Kirchner cómo la pone en esa frase?

— Nosotros somos una coalición y creo que fue muy claro porque se dijo que…

— ¿El Presidente lidera una coalición…?

— Se dijo de cara a la sociedad, cuando se armó la coalición de gobierno se planteó que el Presidente, el candidato a Presidente iba a ser Alberto Fernández precisamente porque tenía un plus respecto de la mirada, del diálogo, del acceso hacia determinados sectores a los que Cristina, que tenía un caudal importante de votos, no llegaba a acceder. Esa coalición armó y sumó. Sumó a Sergio Massa, sumó a gobernadores y tomó un volumen importante y fue eso lo que se le propuso a la sociedad. En esa coalición, nosotros tenemos dos desafíos: una, mantenerla hasta el final del mandato. La vamos a mantener, es nuestro compromiso con la sociedad. La segunda es potenciarla. Es hacerla crecer y es poder además armonizar los matices o miradas diversas que podemos tener en esa coalición. El líder invariablemente es el Presidente, es a quien votaron argentinos y argentinas y es suya obviamente… la última palabra en cualquier decisión.

— En diez meses de mandato, ¿cuál fue el principal error que cometieron?

— Vicentin.

— ¿Sí?

— No lo explicamos a lo mejor como debimos explicarlo y entró en una confusión. Nosotros realmente queríamos salvar fuentes de trabajo, queríamos mantener productivo un grupo que era muy importante en el ámbito agro exportador y que tenía sospecha de vaciamiento y que eso significaba un esfuerzo fiscal que teníamos que mirar qué pasaba allí adentro para saber que el monto que debía invertir el Estado tenía algún sentido, y por eso era la intervención por 60 días y enviar un proyecto de Ley al Congreso. La verdad es que no se tomó así, se enrareció el clima y nosotros supimos verlo.

— ¿No le da la sensación de que al margen de ese error que reconoce de Vicentín, quizás el gobierno no tiene la capacidad de mantener en agenda lo que pueden ser éxitos políticos, por ejemplo, la negociación de la deuda?

— Yo te lo tomo…

— Esa noticia desapareció, en dos días…

— Creo que es muy difícil analizar la política sin contexto, o sea, si uno lo dice así, suelto, es una cosa. Si uno dice: Llegamos al gobierno, el presidente Alberto Fernández asumió el 10 de diciembre en un país que estaba en una grave situación económica y social…

— Sí.

— Digo, dame un minuto pero esto no es un dato menor, porque esto era un país sobre endeudado en dólares, que el propio Fondo Monetario dijo que era impagable en esas condiciones. Con un aumento de la pobreza, aumento de la indigencia, aumento del desempleo, caída de la actividad industrial, caída del producto bruto. Teníamos un país en muy malas condiciones. Eso explica que el ex presidente, que se presentó a elecciones, perdiera en la primera vuelta.

— Sí.

— Con ese país asumimos. No llegamos a acomodar una situación compleja. En menos de tres meses tuvimos la pandemia más grave del último siglo.

— Sí.

— En ese contexto, porque yo digo, es muy importante, porque una pandemia… Vos me preguntabas por los decretos y yo te cuento que de los decretos que llegan acá, es altísimo el porcentaje que tiene que ver con la pandemia. Son los montos para las importaciones por temas de salud, por las fuerzas, por los médicos, médicas, por las vacunas…

— Está bien, pero yo lo planteo así. Yo no niego la crisis. Lo que yo digo es que cuando ustedes…

— Hay que decir el contexto.

— Y el contexto, no niego la crisis y el contexto. Me da la sensación de que cuando articulan un éxito, como por ejemplo el de la deuda, el propio gobierno no lo defiende todo el tiempo que lo tiene que defender.

— Bueno, lo de la deuda no es que lo tenemos que defender. Reestructuramos exitosamente una deuda que había dejado y había tomado irresponsablemente un gobierno anterior.

— Otra vez vuelve para atrás…

— No, no, no vuelvo para atrás. No, no. Es muy importante marcar dónde está uno porque hoy nosotros podemos encontrarnos frente a serios problemas, donde tenemos que explicar que nos dejaron sin dólares y endeudados en dólares. Este es el país que encontramos. Sobre este país cayó la pandemia que golpeó económicamente, hizo caer el… Hubo retracción de toda la actividad económica. Este es el país que nos tocó gobernar. Entonces yo lo que te digo es, ¿reestructuramos exitosamente la deuda? Claro que sí. Y sí es un gran éxito para poder empezar a tranquilizar números macroeconómicos. Ahora, en el medio de esto tenemos un país angustiado por la situación económica y social que… ¿Se ha agravado? Por supuesto que se ha agravado, tenemos una pandemia que llevó al mundo, según las proyecciones del Fondo Monetario, del Banco Mundial, de la CEPAL, a niveles de retracción de hace un siglo.

— Quizás me expliqué mal, pero de 21 ministros que tiene el gobierno, yo creo que en los medios aparecen dos o tres, y el resto está en un silencio pasivo ¿no?

— Es parte… Nosotros, como te digo las cosas…

— ¿Qué hay, una bajada de línea?

— No, de ninguna manera, yo creo, como en todas las cosas, que se puede comunicar mejor, peor, en algún momento. Lo importante son las políticas que uno lleva adelante.

— Y, si no defienden las políticas en los medios…

— De comunicarlas, pero tengamos en claro que nosotros tenemos un Presidente que, a diferencia de muchos otros que ha tenido la Argentina, habla con todos los medios, con medios fuertemente opositores al gobierno, con medios más cercanos…

— Sí.

— Con distintos periodistas.

— ¿No está muy sobreexpuesto el Presidente?

— A mí no me parece que esté sobreexpuesto, me parece que comunica, y que en un momento de mucha angustia para la gente, para los argentinos y argentinas, a mí me parece bien escuchar la voz de un Presidente involucrado con lo que pasa en el día a día.

— Sí.

— Nada alcanza y es comprensible, la gente está angustiada, tenemos una situación económica difícil, estamos angustiados por nuestros seres queridos. Todos tenemos padres, abuelos, tíos, una persona con problemas de movilidad, con diabetes o con alguna enfermedad que la hace más vulnerable a esta enfermedad y vivimos con esa angustia, sumada a una grave situación económica, que ya teníamos y que agravó enormemente la pandemia.

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Entrevista a Vilma Ibarra en Casa Rosada

— ¿Por qué Alberto Fernández se lleva tan mal con la oposición?

— A ver, vamos a empezar de nuevo.

— Completo la pregunta. El Presidente se acercó a un líder en ascenso de Juntos por el Cambio, que es Horacio Rodríguez Larreta, y luego, con la decisión de la coparticipación, implosionó todos los puentes. ¿Por qué esa relación en zigzag? ¿Es una estrategia?

— Vamos a empezar por partes. El presidente Alberto Fernández ha tenido un diálogo muy importante con la oposición desde que asumió. Yo no recuerdo otro presidente que se haya puesto en Zoom a hablar con la oposición y con los presidentes de los bloques, que dijeron no, no vamos a hablar entre todos, queremos un Zoom para nosotros solos, Juntos por el Cambio.

— Esa fue una estrategia para evitar…

— No fue una estrategia, fue un diálogo muy importante.

— Pero fue una estrategia para evitar a los presidentes de los partidos porque Alberto Fernández no quería dialogar con Patricia Bullrich por ejemplo.

— No, de ninguna manera. De ninguna manera.

— Sí.

— Pero es que no es así. Él habló con el Congreso, que es el lugar de diálogo institucional por nuestra Constitución. Digo, la verdad por nuestra Constitución…

— Bueno, los partidos políticos son importantes.

— Pero por supuesto que sí. Por supuesto que sí. Nosotros teníamos que llevar al Congreso nuestros decretos de necesidad y urgencia, explicar qué es lo que estaba pasando, hablamos con la oposición, llamamos a gobernadores, trabajamos en común con los gobernadores, con los que les fue mejor en la pandemia, con los que les fue peor. Hemos acompañado con las medidas sanitarias a todos.

— ¿Usted dice que no tiene mala relación con la oposición?

— Nosotros no tenemos mala relación gobernando de ninguna manera. Después lo que tenemos son los problemas políticos, y si vos me decís, acá sí doy mi opinión, nosotros esperábamos una actitud de algún sector de la oposición más constructivo.

— ¿Por ejemplo?

— El día que nosotros presentamos la ley de Reorganización de la Justicia Federal llamaron a un cacerolazo sin haber leído el texto.

— Es cierto.

— Quiero que se sepa porque yo tenía el texto en mi computadora.

— Es cierto.

— Nadie había leído el proyecto de ley, no sabían qué decía, y llamaron a un cacerolazo suponiendo que… Francamente increíble.

— Desde esa perspectiva tiene razón. Visto en retrospectiva, aquellos que llamaron al cacerolazo tenían la bola de cristal porque la reforma que salió del Senado y fue a Diputados es bastante controvertida y reprochable. Porque en diez minutos aumentaron 700 cargos.

— No, no, a ver…

— El texto que salió del Senado…

— Primero, no es un argumento “aumentaron 700 cargos” porque aparte no aumentaron 700 cargos. Esto no es así. Nosotros hicimos una ley de reorganización. Si no parece que esto es cualquier cosa y no es cualquier cosa.

— Lo que salió del Senado le juro que es cualquier cosa.

— De ninguna manera.

— Repartieron cargos en dos horas…

— No, Román. Llamaron al cacerolazo sin haberlo leído.

— Le di la razón.

— Dijeron que se oponían porque decían que era para darle impunidad a la vicepresidenta de la Nación. Y fijate, no se remueve un juez natural. No había un movimiento de jueces. No había ningún juez que se tocara vinculado a Cristina Fernández de Kirchner.

— Lo hicieron después. Lo hicieron después con los tres jueces.

— No, no mezclemos. No mezclemos, porque si no la persona que nos mira no está entendiendo de qué hablamos. Se presentó un proyecto de ley que era para reorganizar la Justicia Federal y no tenía nada que ver con modificar ningún proceso vinculado a Cristina Fernández de Kirchner y nos hicieron un cacerolazo sin haber leído un renglón, acusándonos de hacer impunidad.

— Le di la razón.

— Ahora vamos al otro tema.

— Después lo que salió, lo que salió…

— Entonces me diste la razón. Eso significa una forma de oposición muy brutal. Ahora vamos al segundo tema.

— Lo que salió justifica el cacerolazo.

— De ninguna manera. De ninguna manera.

— Pusieron una Cámara en un lugar llamado Comandante Piedrabuena, en el Sur, adonde hay sólo 5.000 personas.

— No. Primero, no seas despreciativo, porque no es así.

— No soy despreciativo, una Cámara en una ciudad de 5.000 personas.

— No, eso es ser despreciativo y además es no conocer, mirar desde una mirada muy centralista.

— Una Cámara en un pueblo de 5.000 personas.

— Perdón, necesitas Cámara porque necesitas Juzgados con competencia penal para poder establecer…

— No estaba en el proyecto original de ustedes.

— Bueno, dale, explicámelo vos…

— En el proyecto original no estaba.

— No.

— Lo agregan en el Senado. Porque hicieron una repartija política de los Juzgados y las Fiscalías…

— Esa es tu opinión. Yo te puedo explicar lo que es la mirada desde el gobierno.

— ¿Está de acuerdo con lo que llegó a Diputados?

— Yo no estoy de acuerdo con lo que estás diciendo.

— Escucho su explicación.

— Nosotros tenemos que implementar el Código Penal Federal. El Código Penal Federal y Procesal Penal Federal exige que tengamos competencias penales federales específicas en el interior del país. Y hasta allí teníamos muchos Juzgados que tenían multi competencia.

— Sí, estoy de acuerdo.

— Tenían competencia penal, competencia civil…

— Laboral.

— Competencia laboral, todo un mismo juez. Eso nos dificulta la implementación del Código Procesal Penal Federal. Entonces lo que se necesita hacer es poner Juzgados con competencia penal y poner las respectivas Cámaras. Eso tiene una implementación en el tiempo que irá determinando el Consejo de la Magistratura. Motivo por el cual de acá a dos años ni siquiera se gasta un peso porque hay que empezar a hacer lo…

— Yo no dije nada de plata.

— Bueno, muy bien. Entonces hay que empezar a hacer los concursos, se van a ir implementando con el tiempo y demás. Te aclaro además que era un proyecto que tiene como base, no como base, es prácticamente copia textual del proyecto que presentó el macrismo…

— Un Capítulo.

— No, bueno…

— No las tres partes. La parte de la distribución federal.

— De la que me estás hablando…

— De la Justicia 2020, un capítulo.

— Del que me estás hablando de la Justicia del interior. De la Justicia en el interior es copia del de Macri.

— Pero no así tan grande.

— Así de Macri. Después ya viene lo que es el proceso dentro del Congreso, que a mí me excede. Eso valió un cacerolazo, diciéndonos que estábamos peleando por la impunidad.

— Estoy de acuerdo con que hicieron el cacerolazo sin haber leído el texto. De acuerdo. Ahora, visto con lo que salió, tenían la bola de cristal.

— No, no, no, no. Vos estás poniendo en el mismo rango una oposición que tiene que discutir la Justicia Federal de un país con un Juzgado en un lugar. Yo te digo no es lo mismo. Yo estoy discutiendo con un sector de la oposición que me llama a un cacerolazo sin haber leído un renglón. A mí me parece muy serio. Y en el marco además de un gobierno asumido hace pocos meses, enfrentado a una gravísima situación económica que dejó el gobierno anterior agravada por una pandemia que no tiene antecedentes en nuestro siglo. Entonces digo, yo qué esperaba.. mayor colaboración de esos sectores de la oposición. Esperaba que estuvieran al lado, trabajando, actuando, nosotros nos hemos encontrado con acusaciones de todo tipo y vamos a seguir dialogando. Yo te digo, el presidente de la Nación es incansable, no lo conocen si creen que va a dejar de dialogar. Siempre va a dialogar.

— ¿Incluso con Macri?

— Va a dialogar con las fuerzas políticas. Va a dialogar con…

— ¿Incluido con Macri?

— No sé si va a hablar con Macri. Macri qué cargo tiene. No sé qué cargo tiene.

— Bueno, es el ex presidente de la principal coalición de la oposición.

— No sé si Macri tendrá voluntad de hablarle, lo llamará por teléfono. No lo sé. Lo que quiero decir…

— No, me parece que están muy fríos los dos ¿no?

— Yo creo que debemos hablar con seriedad de lo que es el diálogo institucional. El diálogo institucional son gobernadores que están gobernando, son intendentes que están haciéndose cargo de una situación muy compleja en la Argentina. Tenemos un Congreso que está funcionando con dificultades, pero que nosotros queremos que funcione porque necesitamos que la Argentina tenga las leyes que necesita.

— Sí, estoy de acuerdo.

— Muy bien. En ese marco vimos dificultades para el funcionamiento del Congreso. Vimos llamados a manifestaciones incumpliendo las normas sanitarias en plena epidemia.

— De acuerdo, totalmente de acuerdo.

— Que ponen en riesgo la salud y la vida de los argentinos y argentinas.

— Totalmente de acuerdo.

— Entonces yo creo que lo que tenemos que ajustar son estas cosas. Diálogo de nuestra parte van a encontrar siempre.

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Entrevista a Vilma Ibarra en Casa Rosada

— Habló de la Constitución. Hay un artículo de la Constitución que es el 99, cuyo inciso cuarto establece un método de elección de magistrados: Consejo de la Magistratura, Poder Ejecutivo, Senado. En ese contexto no se entiende por qué el Gobierno reenvía los pliegos de tres jueces que estaban en sus cargos, Bruglia, Bertuzzi y Castelli, que ahora ya no están más…

— ¿Vamos a revisar cómo llegaron esos jueces?

— Ningún problema.

— Muy bien. Cámara Federal. La Cámara Federal como todas las Salas de Cámara tiene tres cargos. Dos cargos quedaron vacantes, uno por destitución, que impulsó Juntos por el Cambio.

— ¿ (Eduardo) Freiler?

— Freiler. Y otro por, que también le hicieron denuncias en el Consejo de la Magistratura y el juez decidió renunciar antes que avanzara.

— ¿ (Eduardo) Farah?

— (Jorge) Ballesteros.

— Ah, Ballesteros.

— Muy bien. Con dos vacantes qué se hace, lo que corresponde, llamar a concursos y aplicar la Ley de Subrogancias. Qué hizo el presidente, entonces presidente Mauricio Macri.

— ¿Me estás preguntando a mí?

— No, no, me estoy preguntando yo retóricamente y te lo voy a contestar.

— No, no, pensé que me preguntabas a mí.

— ¿Qué hizo el presidente Mauricio Macri? Dictó un decreto, eligió dos jueces que a él le gustaban y dijo venga usted, venga usted, y ahora los designo en ésta Cámara.

— Se refiere a Bruglia y a Bertuzzi.

— No me pareció bien. A mí me parece que los jueces tienen que ser jueces naturales.

— ¿Le puedo contestar?

— Pero dejame que siga. Porque yo te termino…

— Porque hicieron lo mismo Duhalde y Cristina.

— Nosotros también dejamos sin efecto uno de los decretos de Cristina.

— Pero lo hicieron Duhalde y Cristina.

— No nos parece. Vamos a ver.

— Y hay una acordada de la Corte.

— No nos parece que haya que confirmar las cosas que se hacen mal. No nos parece bien que lo haya hecho Duhalde, no nos parece bien que lo haya hecho Cristina, no nos parece bien que lo haya hecho Macri. Entonces nos parece que los jueces tienen que ser jueces naturales, jueces probos. Que tienen que hacer su concurso, tienen que ser propuestos y tienen que recibir el acuerdo para ese cargo como se establece en la Constitución y como lo ha establecido la acordada 4 y la acordada 7 de la Corte. No nos parece bien que un juez elija. No nos parecería bien que Alberto Fernández ahora que tiene dos cargos vacantes en una…

— Tiene cuatro cargos vacantes.

— Cuatro, dos en una Sala, muy bien, venga y diga ay, ahora elijo yo a éste, lo pongo ahí.

— Y si eso es lo que hace el Presidente por la Constitución.

— Primero tienen que concursar para ese cargo. No, no, no, acá…

— El oficialismo tiene mayoría en el Consejo de la Magistratura.

— Perdón, no es así. Perdón.

— Perdón, el 94, inciso 4 dice que un día…

— No mezclemos las cosas. No mezclemos las cosas. Cuando hay una vacante no es que el Presidente elige quién quiere de todos los jueces que están.

— Los que manda al Consejo de la Magistratura.

— Perdón, perdón, no.

— Manda una terna al Consejo de la Magistratura…

— Claro que manda las ternas al Consejo de la Magistratura.

— Bueno, quién tiene mayoría en el Consejo de la Magistratura.

— Perdón, pero no es esa…

— Tiene el kirchnerismo mayoría en el Consejo de la Magistratura.

— Pero qué tiene que ver eso, vos no podés elegir el juez que va a juzgar a una persona. El juez natural, el principio de nuestra Constitución es que los jueces no los elige el Presidente decidiendo qué expedientes va a juzgar. Si hoy están juzgando a Arribas, a Majdalani, y viene el Presidente y dice ay, ahora traslado a este juez, lo pongo ahí para que los juzgue, ¿a vos te parecería bien?

— No.

— A mí me parecería horrible.

— A mí también.

— Eso fue lo que hizo Macri.

— Horripilante.

— Eso fue lo que hizo Macri.

— ¿Puede garantizar que lo que le está imputando a Macri con Bruglia y Bertuzzi no va a pasar con la nueva composición de la Cámara, al momento de juzgar en segunda instancia las acusaciones contra Macri y su gobierno?

— Yo te digo lo que dice el Presidente de la Nación. Este presidente quiere jueces decentes y probos que hagan su concurso, que cumplan las normas constitucionales y sean jueces naturales. No vamos a elegir jueces a dedo para poner en una causa. Eso que hizo Macri no lo vamos a hacer.

— ¿Qué pasa si la Corte Suprema admite la cautelar a los tres jueces y suspende su vuelta a los cargos anteriores?

— Esas son decisiones que se van a hablar y discutir en el momento que se tomen decisiones.

— ¿Aceptaría esa decisión de la Corte?

— Yo no voy a hacer futurología. Nosotros somos personas muy respetuosas de la Constitución.

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Entrevista a Vilma Ibarra en Casa Rosada

— La designación de Ameri como diputado del Frente de Todos en la lista de Salta, ¿fue un error?

— Yo no conozco cómo se hicieron las listas de Salta, pero yo te doy mi opinión en general y no en el caso particular que sería imprudente…

— ¿Usted vio el personaje?

— No me puse específicamente. Leí, vi el videíto que vio todo el mundo y no mucho más porque me desperté a la mañana temprano y vi que ya había renunciado. Pero quiero plantear que las listas de representantes y todas las listas de los partidos políticos tienen que tener una fuerte mirada de género. Tenemos que capacitar no solo en Ley Micaela sino además en lo que significa todo el trabajo para tener igualdad de género en la Argentina. Y que no tenemos que llevar candidatos que estén con acusaciones serias y razonables vinculadas a violencia de género, abusos y demás porque son delitos en general que, como siempre en estos casos, son a veces muy difíciles de probar y que las mujeres en general no solemos mentir con eso.

— En este contexto, ¿por qué no lo echan a José Alperovich del Senado?

— No sé qué decirte. Yo soy de la opinión que es muy horrible la imputación que tiene y que pesa sobre él y por lo menos no está yendo al Senado.

— Entonces…

— Lo que te digo es que yo soy el Poder Ejecutivo, en este momento estoy representando al Poder Ejecutivo. Entonces el Poder Legislativo toma sus decisiones. Yo soy incuestionable en materia no solo de la defensa de género sino además de decisiones para tratar que los representantes del pueblo sean probos. Fui yo quien pedí antes que nadie la exclusión de Barrionuevo con el tema de las urnas, allá en aquella época cuando al principio yo lo pedí. El primer pedido fue el de Vilma Ibarra.

— ¿A qué hora entra a Casa de Gobierno?

— Depende, yo muchas veces vengo al mediodía y trabajo a la mañana en mi casa.

— ¿A qué hora empieza a trabajar?

— 7:20 más o menos.

— ¿Y a qué hora termina?

— Ahora, nueve y media de la noche.

— Trabaja quince horas…

— A veces trabajo quince. A veces doce. He llegado a trabajar en algún día muy álgido diecisiete.

— ¿Le alcanza para el trabajo?

— ¿Si me alcanza qué?

— Si le alcanza el tiempo para el trabajo. Para la cantidad de trabajo.

— Sí, sí, me alcanza. Yo trabajo además muchas horas porque me dicen que soy muy obsesiva, y probablemente lo sea.

— ¿Es obsesiva?

— Probablemente lo sea. Entonces quiero mirar todo. Podría tener un horario más corto, yo no es que digo acá me explotan, no. Podría tener un horario un poco más corto. Muchas veces me llevo yo trabajo y estoy en casa y qué sé yo y estoy leyendo. Reviso los considerandos en general.

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Entrevista a Vilma Ibarra en Casa Rosada

— ¿Alberto Fernández llama a toda hora?

— Sí, llama a toda hora. No sé, a las cuatro de la mañana no me ha sucedido. Pero sí llama doce de la noche, doce y media, o temprano en la mañana.

— ¿Y en algún momento se le cruzó por la cabeza decir esta vez no lo atiendo?

— No.

— ¿La verdad…?

— No, es el Presidente.

— ¿Nunca dijo no, ahora no, Alberto?

— Yo soy bravísima, bravísima. Saben que tengo carácter fuerte, pero es el Presidente de la Nación.

— Nunca pensó, estoy haciendo el puré para los chicos, ahora Alberto no…

— De ninguna manera, no. Puedo no atender a mucha gente, pero ahí, voy a decir sinceramente…hay gente que atiendo sin dudar…

— ¿Cuántas personas?

— Y, dos o tres. Pero por ejemplo, el ministro de Salud en época de pandemia, incuestionable. El Presidente de la Nación.

— ¿Primero el presidente, después el ministro…?

— Por supuesto. Presidente de la Nación, te estoy mencionando los tres. Ministro de Salud y el jefe de Gabinete.

— Santiago Cafiero.

— Las personas que invariablemente… Y después a mis hijos, por supuesto.

— ¿Cristina (Fernández de Kirchner) llama?

— A mí Cristina no me llama por teléfono.

—¿Desde que empezó el gobierno nunca llamó?

— No. Es más, no la he cruzado a Cristina. Porque Cristina no viene en general a Casa Rosada. Cuando voy a Olivos, voy puntualmente para una reunión, y no la he cruzado tampoco.

— ¿Es decir, desde el 10 de diciembre que juraron, al día de hoy, ni por WhatsApp, ni por teléfono ni personalmente, se cruzó con Cristina?

— No, personalmente.