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Viaje del Papa a Irak

El Papa anunció el 7 de diciembre, por medio de la Agencia Católica de Noticias AICA (Oficina de prensa de la Santa Sede en Ciudad del Vaticano), que del 5 al 8 de marzo del 2021 concretaría, Dios mediante, su ansiado viaje a Irák, más precisamente su capital Bagdad, Erbil (la capital del Kurdistán iraquí), en el norte y las ciudades de la llanura del Nínive (Mosul y Qaraqosh). La visita es en aceptación de la invitación efectuada por el gobierno iraquí y la Iglesia católica local. Hace unos días las fuentes del Vaticano anunciaron que el Papa iría a la ciudad de Nayaf, donde está enterrado el primer Imam y sucesor del Profeta Muhammd, Ali ibn Abi Talib, la paz sea con ellos. El motivo del viaje del Papa a Nayaf es para visitar al mayor referente del shiismo en Irak, el Ayatullah Sistani, con la intención de sumarlo al diálogo que lleva adelante con el Imam sunnita de la Universidad del Azhar, el Mufti Ahmad Tayeb.

Ya Juan Pablo II había querido viajar en 1999 en su intento de recorrer “la historia de la fe, desde el sur de Irak, la Ur de los Caldeos, lugar del nacimiento de Abraham, para luego unirla a la visita al Sinai (Moisés) y a Jerusalén (Jesús)”, en vista del jubileo del año 2000. Pero las condiciones de entonces, hicieron que el gobierno iraquí reconociera su incapacidad para garantizarle la seguridad de su estancia por lo que finalmente se suspendió. Algo parecido sucedió aparentemente, con respecto a un viaje que pretendía hacer el Papa Francisco en el curso de estos días de diciembre del 2020, pero tampoco se pudo concretar. Ahora parecería que todo está listo y, si no media ningún contratiempo o incluso si la pandemia lo permite (condición anunciada en el comunicado), el Papa finalmente llegaría a Irak en marzo.

¿Cuál es la importancia de este viaje del Papa a Irak?

“Un pensamiento insistente sobre Irak me acompaña”, dijo el Papa Francisco

Sin duda es el paso más trascendente del período papal de Francisco. ¿Por qué?, porque Irak es territorio caliente, pero más importante que eso es que por primera vez se va a producir un encuentro del Papado con el mundo Shia sin intermediarios, en forma directa. Si bien el epicentro del poder shia mundial es la República Islámica de Irán, todavía no están dadas las condiciones para un viaje del Papa a este territorio central, pero ocurre que Irak es el centro tradicional del mundo shia del Islam. El shiismo es la rama del Islam que sostiene que la sucesión del profeta fue expresada por Dios y Su mensajero en la persona de Ali ibn Abi Talib, su primo y yerno, casado con su hija Fátima y luego once líderes de su dinastía. Todos ellos fueron martirizados salvo el duodécimo que está oculto para reaparecer y llenar la Tierra de justicia como creen los musulmanes.

En Irak se encuentra el centro teológico tradicional más importante del mundo shia hasta la Revolución Islámica. Es el centro teológico de la ciudad de Nayaf donde están enterrados el profeta Adán, Noé y nada menos que el Imam Ali, el primer líder y sucesor del profeta Muhammad para los shiitas. También al norte de Nayaf y sur de Bagdad, se encuentra la ciudad de Karbala, donde están enterrados el Imam Husein y muchos de sus familiares y compañeros que fueran martirizados por Iazid, el tirano omeya que se apoderó del gobierno islámico por la fuerza una vez que su padre, Muawia, lo hiciera heredero al poder contraviniendo las normas islámicas de constitución de un gobierno y contraviniendo el mismo pacto firmado por Muawia en donde se comprometía a devolver el califato al Imam Hasan o, si no estuviera éste con vida, a su hermano, el Imam Husein. El levantamiento del Imam Husein, hijo del Imam Ali ibn Abi Talib, nieto del profeta y tercer Imam de la Casa del Profeta como sostienen los shias, es de los santuarios más importantes del shiismo y del Islam. Todos los años peregrinan más de veinticinco millones de personas para conmemorar los cuarenta días del martirio del nieto del profeta a ese santuario, algo que no tiene semejanza en ninguna parte del mundo.

En la capital, Bagdad, a donde viajará el Papa, se encuentra el santuario de Kazimia donde están enterrados dos de los doce Imames (líderes sucesores del profeta Muhammad), el Imam Al Kazim, el séptimo Imam y el Imam Yawad, el noveno de los Imames. Al norte de Bagdad se encuentra la ciudad de Samarra donde están enterrados los Imames décimo y onceavo, los Imames Ali Al Hadi y el Imam Hasan Al Askari respectivamente y donde se ocultó el doceavo Imam, el Imam Mahdi cuya aparición esperan los musulmanes para llenar la Tierra de justicia como estaría llena de injusticia según rezan las profecías islámicas.

Dicho esto, ¿siendo que el Shiismo es la escuela islámica que sigue una minoría que no supera el 20 o 25% de la comunidad islámica mundial por qué habría de ser tan importante este viaje del Papa? Porque el centro de gravedad del mundo islámico está ubicado fundamentalmente en Irán y en Irak y es la primera vez que un Papa se llegaría hasta este núcleo central del poder soberano del Islam, despojado de coloniaje.

No solo Irán se libró del colonialismo sajón y sionista, sino que está encabezando un proceso de liberación regional para que el mundo islámico pueda una vez liberado, ayudar a otros pueblos a desarrollar el mismo proceso de autodeterminación quitándose el yugo imperial que los mantiene postergados en todos los campos del desarrollo soberano.

El Papa Benedicto XVI había hecho su elección acerca de con qué versión del Islam quería relacionarse más, cuando visitó Estambul y entró a la mezquita Azul como muestra de acercamiento y diálogo. Era la versión más occidentalizada del Islam, la turca ex otomana. Luego el Papa Francisco daría un paso más hacia el interior del Islam yendo a Egipto y estableciendo un diálogo fecundo con el Mufti de la Universidad Al Azhar del Cairo, Ahmad Tayeb, cinco veces mencionado y elogiado en la última encíclica, Fratelli Tutti. Pero Egipto es un país dominado por Estados Unidos, y en gran medida, la universidad, aunque de origen shia, es la más importante del mundo sunnita, condicionada por la dictadura reinante del general pro norteamericano Al Sisi. Dicho acercamiento más profundo hacia el Islam podía tolerarse por parte del poder occidental por las condiciones de dominio sobre el gobierno militar de Egipto.

Ahora, la cosa ya se pone mucho más seria. Irak es un país en vías de independización total de los lazos cada vez más débiles de Estados Unidos en la región en general y en Irak en particular. Allí se encuentra la autoridad shia más importante después del líder de la República Islámica – el Ayatullah Jamenei – nos referimos al Ayatullah Sistani quien preside el Centro Teológico tradicional de Nayaf y quien diera la orden a todo el pueblo de Irak de armarse para contrarrestar la ola terrorista del ISIS que llegó a pocos kilómetros de Bagdad y Karbalá, es decir el corazón shiita. La orden obedecida hasta el sacrificio máximo martirio si fuera necesario, por parte de la mayoría del pueblo iraquí fue fatal para los ambiciosos planes de los terroristas apoyados por Estados Unidos, Arabia Saudita e Israel. El Ejército iraquí anunciaba su impotencia para defender a Irak de las hordas terroristas del ISIS y los iraquíes pidieron ayuda a Irán a quienes habían combatido por orden del dictador Saddam en los ochenta. Los iraníes acudieron en su ayuda. En poco tiempo, con la salvadora ayuda de los iraníes (el comandante martirizado Suleimani fue un hombre clave en estas victorias sobre los terroristas), limpiaron la mayoría del territorio de Irak de estos mercenarios. Ahora en venganza por el crimen y martirio del comandante Suleimani y el segundo comandante de la milicia popular de Irak, Abu Mahdi Al Muhandis, las milicias populares están obligando al resto de las fuerzas norteamericanas presentes aún en territorio iraquí, a retirarse casi huyendo de Irak. Algo que los demócratas le echan en cara a Trump con su estúpida acción sobre Suleimani que los llevó a perder la posibilidad de la permanencia de sus tropas en Irak.

El Ayatullah Sistani no aceptó recibir a ninguna autoridad norteamericana en los años de ocupación desde el 2003, a pesar de la insistencia de éstos, con lo cual les enseñó a los estadounidenses la fuerza y resistencia de este gran Ayatullah Shia. La máxima figura religiosa fue uno de las pocas autoridades comprometidas que pudo sobrevivir a la dictadura anti religiosa de Saddam Husein en los días que éste concentraba todo el poder y apoyo de Estados Unidos para hacerle la guerra a Irán.

La visita del Papa a Irak no pudo haberse programado sin la autorización de este hombre, el Ayatullah Sistani, lo que representa un acercamiento sin precedentes entre el catolicismo y el shiismo. Existen como antecedentes el intercambio de cartas entre el Imam Jomeini, el líder de la Revolución Islámica de Irán y fundador de la poderosa República Islámica con el Papa Juan Pablo II. Pero nada como el evento que tendrá lugar en marzo, si Dios quiere. Y Dios tendrá que intervenir porque los obstáculos que intentarán sobreponer los norteamericanos, israelíes y saudíes no serán pocos y debemos estar atentos. No es un viaje más.

Existe un antecedente interesante de unidad católica-shiita, y es la de Carlos V con el Sha de Persia safáfiva shiita, el Sha Ismail contra la expansión del enemigo común de entonces, el imperio otomano. En el siglo XV se desarrolló la idea del buen musulmán aliado de los buenos cristianos contra los malos musulmanes, los otomanos. Alian Milhou lo llama el mito del buen musulmán anti otomano aliado de la cristiandad.[i]

El Papa dijo que uno de los objetivos principales de su visita es acompañar a las comunidades cristianas en Bagdad y en las ciudades del norte. Esas ciudades norteñas fueron las más castigadas por los terroristas donde la presencia cristiana se remonta a los orígenes del cristianismo. Es menester saber que quienes más sufrieron las crueldades de los terroristas “islámicos” fueron los shiies y los sunníes y fueron, en ese orden, quienes más lucharon para enfrentarlos.

Existe una gran diferencia con respecto a la motivación que tenía el Papa Juan Pablo II. Entre quienes se opusieron a su viaje fueron los norteamericanos que sostenían que representaría un apoyo a Saddam que ya había caído en desgracias con sus antiguos amigos de Norteamérica.

Esta vez, la cuestión es más profunda. Irak representa no solo la centralidad del shiismo, sino el territorio donde el ISIS perdió la guerra y las comunidades cristianas fueron salvadas por el pueblo iraquí pero fundamentalmente por los shiitas. Aunque esto no sea divulgado en la gran prensa pro sionista, el Papa y los cristianos iraquíes (como los sirios) lo saben muy bien. Otras características reconocidas del shiismo son su racionalidad – de ahí el vertiginoso desarrollo científico tecnológico e industrial de la República Islámica de Irán – y su elevada moral y profunda espiritualidad con la que han sabido resistir a todas las agresiones imperiales hasta el día de hoy sin dejar de expandirse a pesar de las sanciones más severas que jamás hayan puesto en práctica los estadounidenses según ellos mismos.

Con este viaje se inicia una nueva era en las relaciones entre el Cristianismo católico y el Islam (el cristianismo ortodoxo tiene una relación mucho más estrecha con el Islam por siglos de pacífica convivencia). Ahora, las relaciones directas con el Islam independiente y soberano políticamente hablando y ello representa una amenaza contra la hegemonía sajona y sus satélites con los que ha dominado hasta hace poco al mundo islámico, Arabia Saudita e Israel. Todos los saben y el Papa también. Efectivamente, Irak es vecino e íntimo aliado de Irán, el principal opositor a la hegemonía norteamericana en la región (de ahí todos los intentos de Estados Unidos para enfrentar a estos pueblos hermanados por lazos muy fuertes históricos y religiosos).

Es muy probable que intenten evitar este viaje o empañarlo con sucesos que levanten una espesa cortina de renovada islamofobia en general y shiofobia en particular. Pero este encuentro es necesario y las tradiciones proféticas ya lo adelantaron. La religión y la espiritualidad es fundamental en la liberación e independencia de los pueblos y este encuentro promete ser un hito en el proceso de esa liberación. Una antesala de muchísima trascendencia. Los hechos hablarán por sí mismos, pero los analistas debemos saber adelantarnos y ver más allá de lo inmediato. No podemos olvidar que en las tradiciones islámicas el retorno de Jesús está estrechamente ligado a la venida del Imam Mahdi, ambos líderes de parte de Dios para llenar la Tierra de justicia tal como estaba llena de injusticia. Tal como vemos que lo está hoy en día. La preparación del terreno para la aceptación de estos líderes celestiales es una condición necesaria para el éxito de la misión de ambos.

La debilidad de Estados Unidos es directamente proporcional a la fortaleza y unidad del mundo islámico que junto a China y Rusia constituirán un poder hegemónico de mucha envergadura con el agregado de que, a la potencialidad material de los ingentes recursos humanos y materiales, hay que sumar que el mundo islámico representa un poder espiritual de enorme trascendencia y e influencia para la espiritualidad de toda la humanidad en general y para nuestra Hispanoamérica cristiana en particular. Algo indispensable para liberarse de toda dominación foránea.

La elección del argentino Francisco como Papa y sus movimientos en el epicentro donde se está jugando el destino de la humanidad, debería ser mejor acompañados por los argentinos que han logrado poner a un compatriota nada menos que en el obispado de Roma, algo que quizás jamás se vuelva a repetir.

Este viaje será un antes y un después en las relaciones entre el mundo católico y el Medio Oriente, especialmente entre el catolicismo y el shiismo. Por lo tanto, tendrá gran repercusión en la mayor reserva del mundo católico que es Latinoamérica, un territorio sediento de justicia igual que el mundo islámico en general y los shiitas en particular. Nada menos que lo esencial, ya que lo demás os será dado por añadidura.

Por Sheij Abdul Karim Paz