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Usurparon una casa, la pintaron de otro color y tenían un auto “mellizo”

Viviana Villena, propietaria no residente, llegó al partido de La Costa y se encontró con una sorpresa: un falso contrato de alquiler, la casa refaccionada y 10 personas en la pileta. 

La dueña de una casa en Cariló se llevó la ingrata sorpresa de encontrar intrusos en su interior cuando fue a vacacionar junto a su familia en enero de este año. Debió esperar siete meses para poder regresar, debido a la cuarentena obligatoria, y cuando lo hizo encontró la casa completamente cambiada: pintada de otro color, autos en la puerta y 15 personas en la pileta.

Según explicó Viviana Villena, quien asegura ser la titular de la vivienda, adquirida en 2017, cuando viajó el 5 de enero para veranear con sus hijos en la costa notó que en la entrada principal de la casa había un auto desconocido. “Golpeamos la puerta y nos atienden dos personas mayores diciendo ser cuidadores”, dijo.

“Dijeron que habían alquilado por dos años. Le dijimos que eso era falso. Nos dijeron: ‘Van a tener que hablar con nuestro abogado’. Era un griterío, terminamos llamando al 911. Vino la policía, que en la mano solo tuvo un contrato totalmente falso de alquiler. Y yo tenía la propiedad, tenía todo para demostrar”, continuó Villena.

La denuncia realizada ante la Fiscalía Descentralizada N°5, a cargo del fiscal Eduardo Elizarragano surgió el efecto que esperaba a pesar de contar con todos los papeles correspondientes.

El caso llamó la atención del intendente de Pinamar, Martín Yeza, quien en septiembre pidió que destituyeran al juez por su falta de accionar ante las usurpaciones. “En Enero y con boleto de compra trucho unas personas usurparon la casa de una flia en Cariló. Llegaron los dueños originales y con total asombro se encontraron con unos delincuentes en su casa. Hicieron la denuncia y el fiscal archivó la causa, les dijo que vayan por la vía civil”, explicó el intendente en su cuenta de Twitter.

La incertidumbre de lo que sucedería con su casa de verano se prolongó durante siete meses por la imposibilidad de hacerse presente en el lugar debido al aislamiento social preventivo y obligatorio. Es por eso que cuando consiguió sacar el permiso como propietaria no residente no dudó en viajar de inmediato a Cariló.

“Encuentro la casa totalmente modificada, cambiada el color de la pintura, una cascada, un cartel, aires acondicionados. Había 15 personas en la pileta. Entró y salió el jardinero. Afuera había tres autos de muy alto porte, de los cuales uno sabíamos que algo estaba mal. Hicimos la denuncia y se verificó que era mellizo”, contó Villena.

Y agregó: “Ya no estaba la Eco Sport, y estaba este auto, una Jeep. O sea que durante todo este tiempo de pandemia, esta gente se encargó de ocuparla y de avanzar sobre la ocupación”, dijo Villena en declaraciones al diario Clarín.

El intendente Yeza, que se ocupó de seguir el caso de cerca, agregó que “no solamente usurparon la casa”, sino que también “entre sus posesiones tienen vehículos con los grabados de los vidrios tachados y con patentes mellizas”, escribió en Twitter.

“Vamos a ampliar la denuncia, ya solicitamos la suspensión del fiscal Elizarraga, pero vamos a insistir. Los vecinos y los ciudadanos de la República Argentina no se merecen estos funcionarios públicos”, concluyó Yeza.