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¿Qué política exterior mantendrá el recién electo Gobierno de Honduras?

La llegada a la presidencia de Honduras del partido Libertad y Refundación (Libre) con su candidata Xiomara Castro, tras los irrefutables resultados de las elecciones del 28 de noviembre, forma parte de esa nueva ola de izquierda latinoamericana y estará mediada por la disputa global entre la hegemonía de Estados Unidos y países como China y Rusia.

El triunfo de Xiomara Castro se suma a la reelección de Daniel Ortega en Nicaragua el pasado 7 de noviembre, al de Pedro Castillo en Perú y al avance a la segunda vuelta en Chile de Gabriel Boric, quien dirimirá la presidencia con el derechista José Antonio Kast y a quien las encuestas dan en ventaja.

En este sentido, se espera conocer cuáles serán las posiciones del nuevo Gobierno en cuanto a su política exterior. Con las tensiones entre Washington y el Ejecutivo de Nayib Bukele en El Salvador, es posible que EEUU busque una buena relación con la recién electa administración en Tegucigalpa.

“El mandatario salvadoreño Nayib Bukele, por ejemplo, tiene problemas con Washington por sus relaciones con China. Por tanto, a la administración de Joe Biden no le convendría asumir una política de alejamiento con Honduras”, reconoció a Sputnik René Hernández, candidato suplente a diputado por Libre y militante de la organización Los Necios.

En efecto, el pasado 22 de noviembre, la encargada de negocios de la embajada norteamericana en San Salvador, Jean Manes, anunció su salida, pues Estados Unidos consideraba que las supuestas decisiones antidemocráticas de Bukele deterioraron los vínculos bilaterales, sumado también a la falta de interés del joven presidente.

La diplomática calificó de controversiales algunas medidas adoptadas por el máximo dirigente de El Salvador, entre ellas, presuntos ataques a la libertad de prensa, el límite en el acceso a la información pública, la cancelación de proyectos anticorrupción y el aumento de sus ataques a la potencia, incluida la agresión contra Biden en redes pagadas por el Gobierno.

A su juicio, Tegucigalpa enfrentaba un problema de legitimidad interna y a nivel internacional con los gobiernos sucesivos del Partido Nacional. Si bien estos recibían el amparo norteamericano en el pasado, ahora, aparentemente, Washington intenta otro tipo de relación con el nombramiento de Laura Dogu, que fue embajadora en Nicaragua, como la nueva representante del Departamento de Estado en Honduras.

El analista advirtió que esta aparente cercanía y cordialidad, herramientas empleadas ya por Dogu en 2015 a su llegada a Nicaragua en el mismo cargo, pretenden que Honduras “no se les vaya de las manos, ni pierdan más el control sobre la región de Centroamérica” y consideró, asimismo, el establecimiento de lazos de respeto con los territorios vecinos.

A EEUU le preocupa el apoyo de Bukele a Castro: “Incluso antes de los comicios generales, Bukele había mostrado su respaldo a Libre y Xiomara Castro desde su perfil en la red social Twitter y era bien conocida su oposición al Gobierno de Juan Orlando Hernández. Así que, al parecer, esos vínculos serán formales en la búsqueda de soberanía y autonomía, sin los designios dominantes de Estados Unidos”, expresó Hernández.

Futura política exterior

El dirigente de Libre recalcó que la política exterior hondureña basará sus principios en el respeto a la autodeterminación, soberanía y cuestiones internas de cada país. Lastimosamente, dijo, ese respeto es interpretado a nivel internacional como un acto de rebeldía cuando no se critica abiertamente a los Gobiernos de Venezuela, Cuba o Nicaragua.

Hernández aseguró que el proceso de resistencia y oposición al gobierno del Partido Nacional, surgido tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya (2006-2009), tuvo siempre el respaldo de Caracas, La Habana y Managua durante los últimos 12 años y resultan muy cercanos para los movimientos y organizaciones que conforman Libre.

“No pretendemos asumir un gobierno al cual le impongan cómo deben ser los vínculos con esas naciones progresistas. Cada pueblo decide su rumbo, autoridades y maneras de ejercer la democracia. Mantendremos relaciones con quienes decidamos y tenemos derecho a recibir financiamiento de territorios como China“, expresó.

El propósito, reveló, es alcanzar la autonomía e independencia respecto a los lazos multilaterales, sin condicionamientos externos de, por ejemplo, Estados Unidos, aunque descarta el cese de convenios con la potencia pues “la confrontación no sería tampoco lo más inteligente porque tenemos intereses con los connacionales, más de un millón de hondureños viven allí”.

¿Acercamiento con la región?

El analista sueco radicado en Honduras, Dick Thomas Emanuelsson, recordó a Sputnik las causas exteriores que determinaron el golpe de Estado de junio de 2009 contra Manuel Zelaya, entonces representante del Partido Liberal, entre ellas, la apertura del país hacia el sur.

Zelaya “incorporó a la nación al mecanismo regional Petrocaribe en 2008, gracias a lo cual el precio del combustible para los dueños de vehículos se redujo a la mitad y luego integró la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA-TCP) Obviamente, dado su interés geoestratégico, Estados Unidos no podía permitir eso”, argumentó.

Lo cierto es, subrayó Emanuelsson, que Libre, como brazo político de la resistencia y solo nueve años de conformación como organización partidista, incorpora grandes sectores de los movimientos sociales y populares y aglutina un frente amplio muy significativo, como resultó visible el domingo 28 de noviembre en las elecciones.