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Luis Arce, candidato de Evo Morales, ganó las elecciones en primera vuelta

El candidato del MAS ganó la elección presidencial de Bolivia en primera vuelta con 52,4% de los votos, según un conteo rápido confirmado por el gobierno.

Luis Arce, candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), habría ganado la primera vuelta electoral con los votos suficientes como para proclamarse presidente, según la encuesta en boca de urna hecha pública cuatro horas más tarde de lo programado. El elegido de Evo Morales habría alcanzado el 52,4% de los apoyos populares frente al 31,5% de Carlos Mesa, candidato centrista de Comunidad Ciudadana.

Al ex ministro de Economía le habría bastado con alcanzar el 40% de los votos y obtener 10 puntos de ventaja para evitar la segunda vuelta. A la misma hora Morales celebraba en su exilio de Buenos Aires la victoria de su abanderado, a quien él mismo eligió para arrancar votos en las ciudades por su perfil técnico y más moderado.

El tercer candidato en liza, el radical Luis Fernando Camacho, apenas alcanzó el 14% de los apoyos en una jornada electoral marcada por la gran afluencia a las urnas, casi el 85% del padrón electoral.

“Se ha producido una victoria del MAS, que tendrá mayoría en ambas cámaras. Lucho (Luis Arce) será nuestro presidente”, se congratuló el líder de la revolución indígena, sobre quien pesa varias acusaciones realizadas desde el gobierno interino de Jeanine Áñez.

Tan sorprendente resultado provisional culminó una jornada tranquila y en paz, en contra de los augurios más pesimistas, enrarecida en la noche ante la falta de datos, pese a los llamados a la calma de partidos y organizaciones internacionales.

“Se inaugura un nuevo tiempo político”, sentenció Adriana Salvatierra, ex presidente del Senado hasta la caída de Morales.

Luis Arce compareció ante los medios como ganador de las elecciones pero con un tono conciliador. “Vamos a gobernar para todos los bolivianos, vamos a construir un gobierno de unidad nacional”, enfatizó quien parece llamado a sustituir a la interina Jeanine Áñez. Un mensaje muy alejado del tono guerrerista habitual de Morales, que incluso le llevó a reconocer que es necesaria la reconducción “del proceso de cambio y de superación de nuestros errores”.