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Los cambios para las obras sociales que plantea el proyecto cristinista

El sistema nacional integrado que promueve Cristina tiene en alerta a los sindicalistas que perderían margen de maniobra.

La reunión de urgencia de la CGT en pleno enero -algo de lo que hay muy pocos antecedentes- y los dichos de Antonio Caló contra Cristina Kirchner revelan la enorme preocupación de la central obrera por los cambios para las obras sociales que promueven cerca de la vicepresidenta.

“Vamos a tener que repensar todo el sistema de salud en la Argentina para hacer un uso más eficiente de los recursos”, dijo Cristina semanas atrás en el acto de La Plata, unos dichos que primero sacudieron a las empresas de medicina privada y después a las obras sociales sindicales, que además sumaron la preocupación por el posible regreso de Liliana Korenfeld a la Superintendencia de Servicios de Salud.

Además del temor por la posibilidad de que Cristina vuelva a tener el control sobre el reparto de fondos de las obras sociales, en la CGT están en alerta por los alcances del proyecto de reforma del sistema de salud en el que trabajan en la Comisión de Salud del Instituto Patria, que coordina el ministro bonaerense Daniel Gollán.

El borrador del proyecto de reforma, basado en un documento elaborado en 2019 por una fundación liderada por Nicolás Kreplak, viceministro de Salud bonaerense. Ese texto es el que se analiza en el Instituto Patria.

En el kirchnerismo dijeron que “oficialmente no hay nada al respecto ni es prioridad en este momento” avanzar con ese proyecto. Pero el temor en la CGT y las prepagas es real.

El texto en cuestión establece la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud Argentino, que se define como un “sistema mixto con centralidad en el subsector público”. El SNISA sería una “estructura nacional que comprenda a todas jurisdicciones y sub sectores” e implicaría también “mecanismos de regulación ágiles y transparentes para el subsector privado”.

El SNISA se plantea como un gran paraguas bajo el cual funcionarían todos los organismos estatales del Estado vinculados a la salud: Ministerio de Salud nacional, SSS, Pami, Anmat, Anlis y Consejo Federal de Salud (COFESA). Sobre la SSS se habla de “reformulación como organismo operativo del SNISA”. Sobre ese paraguas de control quedarían las obras sociales y prepagas.

En el borrador del proyecto se habla de “poner en marcha del sistema de recupero de las prestaciones realizadas por entes estatales a subsectores de obras sociales y de medicina prepaga”. “El subsector público obtendrá una remuneración por los servicios prestados a beneficiarios de la seguridad social y de seguros privados en el caso de las Obras Sociales con las que se celebren convenios se realizarán descuentos promedio de hasta un 33 % de los valores de mercado o de nomenclador definido, que podrá considerarse un subsidio explícito del Estado a la seguridad social y a los trabajadores a cambio de un sistema de cobro automático de lo facturado desde la misma recaudación AFIP o en su defecto desde la SSS de todas las prestaciones”, detalla.

El texto también dice que busca “promover el mejoramiento y optimización de la capacidad prestacional propia del sub sector de Obras Sociales y privados sin fines de lucro” y plantea la necesidad de una nueva modalidad para la “libre elección” entre Obras Sociales. Los sindicalistas actualmente piden que directamente se bloquee la libre elección.

Finalmente, en el proyecto se promueve que el Estado centralice la compra de medicamentos de Nación, Provincias, PAMI y Obras Sociales para evitar precios abusivos de los medicamentos.

El proyecto completo

Fuente: LPO