Baires Para Todos

Las Mujeres gobernando piden pista en el gabinete y en la campaña

Quieren garantizar el piso de representación en espacios de decisión y que los temas de géneros sean visibles. Cambios: varones por varones.

Con la designación de los nuevos ministros de Desarrollo Social y de Defensa, las esperanzas de un gabinete nacional un poco menos desigual en términos de género se apagaron. En la cartera del renunciante Daniel Arroyo nunca estuvo en dudas el reemplazo por Juan Zabaleta; en Defensa, entre los nombres en danza circuló sólo uno femenino. Junto con los del actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, y el de Alejandro Granados, histórico intendente de Ezeiza y aspirante a ministro de esa cartera si el exmotonauta era elegido presidente en 2015, el de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, aunque la especulación sólo fue producto de una casualidad: Frederic tuvo una reunión con el jefe de Gabiente, Santiago Cafiero, el mismo día en que renunciaron a Agustín Rossi. No hubo en esa conversación propuesta alguna de cambio de lugar.

No bien se escucharon las palabras del presidente Alberto Fernández desde Perú, en el grupo de WhatsApp de Mujeres Gobernando creció el intercambio. El miércoles pasado hubo almuerzo presencial en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada. Allí estuvieron la secretaria de Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra; la asesora presidencial y gestora principal de la llegada de vacunas al país Cecilia Nicolini; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; la secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani; la subsecretaria de Asuntos Parlamentarios, Cecilia Gómez Mirada; la directora nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D’Alessandro, y la presidenta de Cascos Blancos, Marina Cardelli. El objetivo principal de esa reunión fue la necesidad de tener un rol activo en la campaña electoral y, en ese sentido, destacar las políticas con perspectiva de género puestas en práctica en este año y nueve meses de gestión, casi todas atravesadas por la pandemia de COVID-19.

Mujeres en campaña

Algunas referentes de Mujeres Gobernando analizan que leyes como la de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la de 1.000 días, el Cupo Laboral Travesti Trans, el presupuesto con perspectiva de género o medidas como el Programa Integral de Reconocimiento de Períodos de Aportes por Tareas de Cuidado deberían ser visibilizadas en la campaña.

Como contó Letra P, la presentación de los principales ejes, realizada el sábado 31 de julio en el búnker de Chacarita del Frente de Todos, estuvo a cargo de tres varones: el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el senador y responsable en la Ciudad Mariano Recalde y el consultor Juan Courel. Y prácticamente no hubo mención a los temas de géneros y diversidad, con excepción de la violencia por razones de género.

La falta de paridad en el gabinete también fue motivo de conversaciones: una mesa en la que las mujeres sólo llegan al 14% con Frederic, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y que empezó con más cuando Justicia y Derechos Humanos estaba a cargo de Marcela Losardo y Desarrollo Territorial y Hábitat, de María Eugenia Bielsa. Las funcionarias que no funcionaron fueron reemplazadas por dos varones  –Martín Soria y Jorge Ferraresi– y así se redujo la representación casi a la mitad.

Otra de las preocupaciones de las mujeres que gobiernan es mantener el piso de representación en los distintos niveles del Estado, además de romper los techos de cristal de los asados de rosca. Con los nuevos arribos, se verá también cómo se reorganizan los equipos y si, en caso de haber reemplazos, se mantiene o crece el número de funcionarias en los ministerios. Ese fue otro de los temas de conversación de Mujeres Gobernando: la necesidad de monitorear las áreas para no perder los lugares ya conseguidos.

De acuerdo con el informe “Brecha de género en el acceso a los cargos directivos de la Administración Pública Nacional. Argentina 2009-2020”, realizado por la Secretaría de Gestión y Empleo Público, a cargo de Castellani, existe una paridad del 50% en las posiciones iniciales y no jerárquicas que desaparece a medida en que se asciende en la carrera profesional, ejecutiva y de mayores responsabilidades.

En su actualización a junio de 2021, a la que tuvo acceso Letra P, se lee que, mientras en los cargos de alta dirección pública (direcciones nacionales simples y coordinaciones) la brecha es muy chica (55,2% de varones versus 44,8% de mujeres), en los cargos de autoridades superiores, la diferencia se agranda (66,3% de varones versus 33,7% de mujeres), aunque en relación con 2020 disminuyó en tres puntos porcentuales.

El flamante informe de la Secretaría de Gestión y Empleo Público resume que la brecha de género en la administración pública presenta una tendencia levemente decreciente entre 2009 y 2021 en todos los agrupamientos (cargos de alta dirección pública, autoridades superiores y cargos extraescalafonarios), con énfasis en el período 2019-2021, donde la participación de las mujeres en cargos de secretarías y subsecretarías de Estado se incrementó en hasta un 17%. Una de las conclusiones cae de madura:  “La evolución temporal de las brechas es desfavorable sólo para los cargos de ministros/as, que presentan niveles más bajos que los de 2009”.

 

El lugar sobre el que aún las mujeres se esperan definiciones es el que dejó vacante la precandidata a diputada nacional Victoria Tolosa Paz. La (ahora) extitular del Consejo de Políticas Sociales dijo que renunciar era “un deber ético”. Si bien podría quedar en su lugar el subsecretario de Políticas Sociales del Consejo y virtual segundo de Tolosa Paz, Juan Manuel Granillo, crecen las presiones para que el organismo siga encabezado por una mujer.

En línea con el Ministerio de Desarrollo, el Consejo de Políticas Sociales atiende y articula políticas sociales. El contexto de pandemia, que profundizó la crisis económica y las desigualdades, trajo consigo la feminización de la pobreza: la sobrerrepresentación de las mujeres en los sectores de menores ingresos.

Hoy, en la Argentina, la tasa de desempleo entre jóvenes de 18 a 24 años está en casi 25 puntos y, entre las mujeres jóvenes, supera los 30 puntos. A esto se suma que los hogares monomarentales (con niñas, niños y/o adolescentes a cargo de una mujer) son los más afectados por la doble crisis de la economía y de los cuidados. Algunas de estas razones deberían ser suficientes para incorporar a mujeres feministas a la cabeza de estas áreas.

Por Ingrid Beck – Letra P