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Las leyes de Defensa y seguridad interior Por Gustavo Druetta

Modificar las leyes de Defensa y seguridad interior. ¿Tareas policiales para las FF.AA.?

Capitanes sin tropa ni municiones; pilotos y mecánicos que perecen víctimas de vetustos aviones faltos de mantenimiento; marinos con buques sin combustible ni repuestos o que se hunden en el mismo puerto. Entre los cuadros de nuestras FF.AA., instrumento principal de la defensa de la soberanía, el régimen republicano, la libertad de los ciudadanos y el patrimonio natural, hay muchas vocaciones frustradas.

Y no sólo por el desarme unilateral de la Argentina. Cargan aún con el sayo de ser herederos del único demonio del “relato” y ven su tarea degradada por dirigentes corresponsables de los trágicos ´70 en busca de venganza. Oficiales con excelente formación militar, humanística y científica, han sido marginados por funcionarios ignorantes de los rigores de la disciplina y entrenamiento castrense que obliga a dar la vida por la patria. Desde el sargento Cabral en San Lorenzo en 1813 al subteniente Massaferro en Formosa en 1975. Nada tiene que ver con torturar, violar o asesinar al enemigo indefenso. ¿Qué hará el próximo Presidente y Cte. en jefe de las FF. AA.? Podría llamar a un plebiscito para disolverlas. Seríamos “protectorado” del Brasil/Chile, Unasur, ONU, o alguna potencia mundial. O bien debería resolver las siguientes cuestiones:
¿Cómo será la inserción estratégica de la Argentina en el mundo y en la región? Una política exterior improvisada e imprevisible garantiza una política de defensa incapaz de apoyar a la diplomacia en pos del interés nacional. Los procesos de integración regional requieren una defensa cooperativa con triple uso internacional del instrumento militar: poder decir “no” a una presión arbitraria; disuadir y proteger a los países de agresiones externas; y aportar a las operaciones multilaterales de paz en fuerzas combinadas con otras naciones. Imposible de cumplir sin ejércitos equivalentes. ¿Cuál será el diseño para la modernización organizacional, de personal, sistema de armas, logística e inteligencia de las fuerzas de aire, mar y tierra, para proteger el 8vo. territorio del mundo (2.780.400 Km2 más casi un millón de la Antártida argentina e Islas del Atlántico Sur) pletórico de recursos naturales? Será preciso actualizar y aplicar la ley de reestructuración de las FF.AA. (24.948, de 1998) y sancionar leyes de producción e innovación tecnológica, de movilización y constitución de reservas, y de ciberdefensa.
¿Qué proporción del PBI (hoy 0,8%) y del ingreso nacional se destinará a la recuperación de la aptitud de combate? Actualmente un 85% es para salarios. Sólo la planificación, programación y presupuestación plurianual puede sostener un esfuerzo a largo plazo. Urge elevar los recursos de defensa para alcanzar al menos el promedio de Sudamérica -1,5% del PBI- (Chile 2,1% y Brasil 1,4%), superando el insuficiente y/u obsoleto equipamiento, y recuperando estándares mínimos de horas de navegación, vuelo y adiestramiento terrestre, junto a la dignidad profesional. ¿Cómo será el dispositivo de los órganos civiles y militares de defensa, y en especial las unidades de combate, para custodiar 9.376 km de fronteras terrestres y fluviales, practicar el patrullaje aeronaval de nuestra zona económica exclusiva hasta las 200 millas marítimas y ejercer derechos en la plataforma continental hasta las 350 millas? Será necesario proveer los medios idóneos y elevar el total de efectivos a unos 90.000, concentrados en cinco “Regiones de Defensa” distribuidas en el país como órganos descentralizados del MINIDEF y EMCO. ¿Cuál será el papel de las FF.AA. frente a las nuevas amenazas a la seguridad pública –en especial terrorismo, narcotráfico- cuando disuadir y/o reprimir bandas criminales poderosas requiera una intervención armada excepcional de “alta intensidad”, más el intenso patrullaje fronterizo, control del espacio aéreo e intercepción/derribo de aeronaves que esquiven órdenes de inspección? Amerita modificar las leyes de defensa, de seguridad interior e inteligencia para permitir el apoyo disuasivo y represivo militar a la seguridad, sin requerirse el estado de sitio, considerando las características y potencial de la agresión y no su origen externo o interno. La Defensa es como un arco con su cuerda y su flecha. Sólo la punta, bien afilada, representa las FF.AA. El poder político civil, arquero en democracia, debe saber cuándo, cómo y dónde apuntar.

Gustavo Druetta es sociólogo, periodista y especialista en temas de Defensa 

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