El resultado de las PASO fue sorprendente y el caso de Matías Lammens, candidato a Jefe de Gobierno del Frente de Todos no fue la excepción. Si bien no pudo ganarle a Horacio Rodríguez Larreta, hizo una elección histórica, con verdaderas chances de arrebatarle la ciudad, pero muchos argumentan que “no está haciendo todo lo necesario” para conseguir ese objetivo.
Matías Lammens emergió en la Ciudad como el candidato que puede hacer peligrar la tranquilidad electoral de Horacio Rodríguez Larreta, fue la cara visible de una elección histórica del peronismo porteño, obteniendo el 31,36% de los votos, de acuerdo con el recuento definitivo realizado por la Cámara Nacional Electoral.
Por eso, muchos creyeron que si la campaña del presidente de San Lorenzo entraba en un espiral ascendente, las chances de ganar en segunda vuelta serían muchas, pero según trascendidos, el empresario mermó hasta el mínimo sus actividades, como si en su más profundo pensamiento, no quisiera quedarse con la primera magistratura porteña.
Sumado a la total inactividad de Lammens, muchos dirigentes y militantes de la ciudad aseguran que desde su entorno “expulsan” a quienes pretenden sumarse a la cruzada. Su equipo, encabezado por el politólogo Manuel Socías, “arma reuniones para mostrar movimiento, pero nunca llegan a ningún lado” explica un dirigente sindical que pretende dar su apoyo al candidato de Boedo y agrega que “ya se aseguraron sumar legisladores locales y nacionales y ya está, parece que no quieren ir por la Ciudad”.
Sobran quienes aseguran que la única intención del egresado del Nacional Buenos Aires es instalarse para el futuro, que no tiene la pretensión de ganarle la ciudad a Horacio Rodríguez Larreta, con quien siempre tuvo una relación cercana. Algunos van más allá y aseguran que “Lammens recibe las mismas espiritualidades que Tombolini” y aseguran que “lo que hoy es el albertismo porteño, tiene vínculos históricos con el PRO”, tratando de explicar la magra realidad de la campaña de Lammens
Más allá de las especulaciones, lo cierto es que el candidato kirchnerista no se muestra, su campaña es casi inexistente y eso despierta muchas especulaciones, sobre si realmente Lammens quiere o no ser Jefe de Gobierno.