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La vida real de una estrella del cine porno

La fotógrafa rusa Katia Repina retrató el día a día de Marta, una española de 25 años que desde 2013 trabaja como actriz en la industria del sexo

En el gimnasio o paseando a su perro, María muestra ante la lente de Repina que hay vida después del sexo ante una cámara.
Repina conoció a María hace dos años, en el rodaje de una película pornográfica en las afueras de Barcelona. La fotógrafa trabajaba en esos momentos en un proyecto que retrataba la industria del porno en general, pero pronto le llamó atención la sinceridad y apertura de ideas de la joven, que por ese entonces tenía 23 años. Ambas mujeres se hicieron amigas.
Así nació Llámame Marta, un trabajo aún inconcluso que lleva el nombre de la protagonista.
“Este no es un proyecto sobre sexo”, aclaró la fotógrafa. ‘Se trata de lo humano, de la persona que existe detrás de un puesto de trabajo, un trabajo como cualquier otro”, dijo.
La joven empezó a trabajar como actriz porno en 2013. En un comentario en su web, Repina aclaró que Marta no se adentró en esta profesión por necesidad, sino por decisión personal.
La opinión de Repina es que “Marta no es una víctima de las circunstancias”, pese a que su elección laboral puede resultar al menos polémica. “Ella no tiene un hijo pequeño que alimentar ni proviene de la pobreza extrema. Su trabajo –ser una actriz porno– es algo que elige libremente”, escribió la fotógrafa.
“Normalmente –agregó–, uno cree que la gente en el porno provienen de familias rotas, con un padre que es alcohólico, pero este no es el caso de ella. No tiene la historia que se ve en las películas”.
Las primeras fotos que pudo obtener Repina fueron en el set de filmación, durante las escenas de sexo. “Allí ella se sentía más cómoda. Me llevó más tiempo lograr que me permitiera entrar a su vida personal”, explicó. “Fue más difícil y más interesante para mí saber quién es, de dónde viene Marta.
La idea empezó a rondar en la cabeza de Marta luego de una cirugía para ampliarse el busto y ganó una confianza que nunca había tenido.
Según Repina, Marta siempre había vivido el sexo de manera libre, sin complejos. Por eso no tenía prejuicios con la pornografía y no tuvo problemas en dedicarse a ello.
A medida que la relación de Repina con Marta creció, la fotógrafa fue invitada a conocer a sus amigos, celebrar cumpleaños. Luego fue introducida en el círculo familiar.
Repina reveló que cuando Marta contó a sus padres a qué se dedicaba, dejaron de hablarle durante un mes. “Fue un shock. Luego fue algo así como ‘no nos gusta, no lo aceptamos, pero te amamos de todos modos’“, contó.
Desde entonces, Marta y sus padres se han reconciliado “y viven cerca unos de otros”.
Marta tiene incluso una vida sentimental estable, como muestran las fotos junto a su novio. De hecho, ella se metió en la industria tras dos años de entrenamiento para competiciones de fitness.
“Estaba en buena forma, pero no se sentía muy femenina. Así que se aumentó el busto y se dio cuenta de que despertaba el interés de los hombres”, explicó Repina. “Me gusta el sexo y puedo probarlo“, pensó entonces Marta.
En un contexto económico como el de España, en el que no abundan las oportunidades de trabajo estable, meterse en este rubro, cuya demanda no para de crecer, se presentó como una alternativa interesante. Dos años después, Marta no se ha arrepentido de su decisión.
Llámame Marta es una producción de la fotógrafa Katia Repina. Las fotos retratan el día a día de una actriz española de cine porno.
“Llámame Marta” es una producción de la fotógrafa Katia Repina. Las fotos retratan el día a día de una actriz española de cine porno. Crédito: Katia Repina
Marta se maquilla para una nueva actuación –
La pornografía no es para ella una salida desesperada, sino una elección laboral
Desde hace dos años, vive exclusivamente de esto
Para la fotógrafa, Marta no es una víctima
Empezó a sentirse deseada por los hombres y ganó confianza
Marta durante la grabación de una de sus escenas de sexo
Una taza con su nombre
Algunas escenas demandan mucho esfuerzo y preparación
Para estar preparada es fundamental en entrenamiento
“Es algo que elige libremente”, escribió Katia
La ayudó haber vivido siempre de manera muy libre la sexualidad
También incidió la falta de alternativas laborales consistentes en la España de la crisis
Hasta el momento, Marta no se ha arrepentido de su decisión de ser actriz porno