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La crisis del petróleo sacude a YPF y pone en duda el futuro de Vaca Muerta

El precio del Brent cayó debajo del break even de la compañía y provocó un desplome del 28% en su cotización en Wall Street.

El terremoto en los mercados internacionales de este lunes tuvo a YPF como la víctima principal entre las empresas argentinas. Su cotización en Wall Street bajó un 28% y acumula una inédita caída del 55% en lo poco que va del año.

De esta manera, su valor alcanzó un nuevo mínimo histórico de apenas 5,2 dólares el ADR, menos de un tercio de lo que valía a mediados del 2019 y un quinto de lo que supo cotizar en abril del 2017 en plena euforia macrista.

Si bien la petrolera de bandera no pasa por su mejor momento y en su último balance reportó una pérdida de $33.400 millones durante el año pasado, su desempeño bursátil se justifica en gran medida por la guerra en los precios del petróleo a nivel internacional.

Sin resultados operativos positivos, su nivel de apalancamiento se vuelve peligroso: la empresa tienen activos por $309.421 millones y pasivos de corto plazo por $314.872 millones que, sumados a $710.318 millones de pasivos de largo plazo dan un pasivo total de $1.025.190.

En este sentido, el Bank of America dejó de recomendar la compra de acciones de la empresa al considerar que los principales activos de YPF están en la producción no convencional de hidrocarburos, lo que requiere de precios más altos para que los activos se realicen. Si bien reconocen que el valor potencial de largo plazo es elevado, bajaron violentamente el punto de entrada de los 14 dólares por ADR a tan solo un dólar.

la propagación del coronavirus disminuyó la demanda energética de los principales países importadores como China y recortó significativamente las necesidades de combustible de aviación ante la menor cantidad de vuelos. De hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) informó que la crisis del coronavirus provocará este año la primera caída anual de la demanda global de petróleo desde la recesión en 2009.

Esto llevo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a convocar a una cumbre en Viena para fijar un recorte que le ponga piso a este desplome. El problema fue que Rusia rechazó el acuerdo y Arabia Saudita respondió con un anuncio de aumento en su producción a más de 10 millones de barriles al día a partir de abril.

Riad sabe que su industria hidrocarburífera es una de las pocas en contar con espaldas suficientes para enfrentar un escenario de sobreoferta, dado los costos mínimos de los pozos saudíes. Por el contrario, el actual precio de 34 dólares por barril deja afuera de toda viabilidad económica a muchos yacimientos alrededor del mundo. Por lo tanto, o el mercado se ajustará sólo frente a la menor oferta que estos nuevos precios provocarán u obligará a Rusia a sentarse a negociar para acordar un recorte que le convenga a ambos países.

“Hay una caída de la demanda sin precedentes que no se resolverá rápidamente. En cambio, la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita podría tener una solución a corto plazo. Ninguno esta interesado en que se mantengan estos precios por mucho tiempo. Por ende, todo indica que este año los precios del crudo van a ser en promedio menores que los del año pasado, en el orden de los 50 dólares por barril, lo que parecería ser un valor de equilibrio en el mediano plazo”, dijo Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Mosconi.

Para Vaca Muerta, este precio se ubica por debajo del break even -precio de equilibrio- de la mayoría de los pozos, que el propio CEO de YPF, Daniel González, ubicó entre 35 y 40 dólares el año pasado.

Esto significa que a estos valores, las petroleras argentinas no estarían obteniendo rentabilidad alguna. Es por eso que Vista, la otra firma que opera con exclusividad en Vaca Muerta y cotiza en los mercados internacionales, también se derrumbó un 19%.

“La situación es complicada y es imperioso algún tipo de barril criollo. En estos niveles los proyectos de Vaca Muerta son insostenibles”, afirmó una importante firma.

Como adelantó este medio, las petroleras vienen insistiendo con este pedido desde que el barril perforó los 50 dólares a fines de febrero. La idea es garantizar un precio sostén que blinde al mercado hidrocarburífero argentino de las turbulencias internacionales y traiga certidumbre para poder mantener los niveles de empleo e inversión.

En el Gobierno negaron que vayan a acceder al pedido de un “barril criollo”. En cambio, aseguraron que se está siguiendo de cerca la evolución del precio internacional y se están diseñando medidas orientadas a garantizar la producción y el trabajo de los argentinos frente a oscilaciones que no responden al normal desenvolvimiento del mercado sino a cuestiones exógenas puntuales. Además, tras la reunión del ministro Kulfas y Guillermo Nielsen, sostuvieron que en breve convocarán al resto de los actores relevantes del sector.

Fuente: LPO