Baires Para Todos

La bronca e insultos de un alcalde de Sicilia contra los que violan la cuarentena

Los tildó de egoístas, estúpidos y superficiales. Les preguntó si tenían alguna neurona en la cabeza y criticó especialmente a los que dicen estar estresados por quedarse en casa: “Estresados estaban nuestros abuelos que iban a la guerra”, describió

Las autoridades italianas están que trinan con sus ciudadano y salieron a utilizar las redes sociales para reclamarles que cumplan con el aislamiento. En las últimas horas se volvió viral el video del alcalde Gianfilippo Banchieri, de la comuna siciliana de Delia, de 4.349 habitantes y 12 kilómetros cuadrados, que tiró la “corrección política” por la ventana en un video que recorre el mundo.

Y no es para menos, los vecinos del pequeño pueblo violan la cuarentena para hacer fiestas en condominios, ir a la peluquería -o llamar al peluquero a domicilio-, salir a correro caminar de visita a la casa de un familiar, reunirse para hacer carteles contra la pandemia de coronavirus por la que deberían estar confinados, viajar a la vecina comuna de Canicattì para hacer las compras de almacén o a la capital Caltanissetta, para comprar el alimento de sus mascotas.

Pero no es el único, Giuseppe Falcomatà, alcalde de la ciudad italiana de Regio de Calabria, llamó la atención de un vecino: “No eres Will Smith en ‘Soy Leyenda”. Según el diario El País, el hombre abusaba del permiso que tienen los ciudadanos para pasear a sus perros a fin de permanecer en la calle. La mascota, según el alcalde, estaba “visiblemente agotada”.

La preocupación por un posible caso positivo de coronavirus (Covid-19) hizo estallar al alcalde Banchieri en Delia. La vecina a la que le hicieron los estudios finalmente dio negativo, pero las consultas que le realizaban los vecinos lo sacó de sus casillas. “La reputada corrección, me van a disculpar, no es lo correcto”, afirmó.

“Muchos de ustedes han hecho carteles que dicen ‘Va a ir todo bien’. Muchos lo escriben en Facebook, en los mensajes; pero yo quisiera entender: ¿Cómo es que va a estar todo bien? ¿Cómo irá todo bien si salimos todos los días a hacer las compras? Cuando las compras habría que hacerlas una vez cada diez días. ¿Cómo irá todo bien si cada día salen tantas personas a comprar cigarrillos -yo no me meto en su vicio- en lugar de comprar varios (paquetes) y llevarlos a su casa? Compran varios y los llevan a sus casas en lugar de ir a comprar cigarrillos cada día”, explicó.

Pero, al parecer, no sólo los fumadores violan el confinamiento. La lista, parece, es grande: “¿Cómo irá todo bien si la gente va y viene de la estación de servicios? De qué sirve tener nafta si tenés que quedarte en casa. ¿Cómo irá bien si tantas personas piden que les vengan a cortar el pelo a casa? El peluquero a domicilio. De qué sirve ese corte. Para qué sirve arreglarse el pelo en este momento. ¿Me lo explican?”.

Los que salen a correr o dicen estar estresados también recibieron su mensaje. “¿Cómo irá bien si tantas personas me llaman para ir a correr porque están estresadas? Chicos, yo corro desde los 20 años, con altibajos pero corro hace 30 años. Y en Delia, los que corremos somos como 20 personas: ¿Ahora son todos deportistas en Delia? Todos los que quieren correr, a dónde van a ir a correr. Si la última vez que salieron a correr fue cuando hicieron un campamento en la escuela primaria. ¿Podemos ser serios?”, preguntó.

Para dar una magnitud de la situación, el alcalde de Delia contó varias anécdotas: “Me llaman: Alcalde, tengo que ir a Canicattì para hacer una compra. ¡No se puede ir a Canicattì a hacer la compra! La compra la haces en Delia. Salvo que necesites algo importante que en el pueblo no haya, como una medicación que salvará tu vida, un alimento para intolerancias (por ejemplo para personas celíacas o alérgicas). ¿Qué hacen? Me llaman para decirme: ‘ Mi perro come el alimento que sólo venden en Caltanissetta’ -capital de la comuna, ubicada a 45 kilómetros-. ¿Pero a ésto le llamamos seriedad? ¿Le llamamos sentido común?”.

Las visitas y las fiestas que se realizan en el pueblo también fueron motivo de su enojo. Contó que hay “gente que tiene hijos que vienen de afuera de Sicilia, que de todas formas ahora estamos todos en zona roja. ¡Y los familiares salen! Y nosotros les tenemos que decir que vuelvan a su casa. Hoy domingo tantas personas en el campo, haciendo carne asada. Haciendo un asado: ¿Estamos bromeando? Estamos jugando nuestro pellejo y el de nuestra ciudadanía. Están haciendo fiestas en un condominio. Fui yo solo, hoy, domingo, y me dicen que son solo los del condominio. ¡Ahí está el contagio! Quedarse en casa significa solo con la propia familia. ¡No con los vecinos! Después quiero ver con esos vecinos qué confianza tienen. ¿Ahora somos todos tan buenos vecinos en Delia? Gente que para hacer el cartel Todo irá bien se juntan 20 en una casa porque el cartel tiene que ser bonito. Y llamamos primos, parientes para hacer el cartel. ¡Eso es contagio! Eso es riesgo de contagio ¿lo entienden o no?”.

A veces más enojado, a veces más tranquilo, el alcalde increpó a sus vecinos. “Quedate en casa no significa hacer reuniones de 20 o 30 personas ¿De qué estamos hablando? Y algunos me dicen: Eh Alcalde, tenemos que agradecer a aquellos que se quedan en casa: ¡No! Yo pensé en esta frase: ¡No! Los que se quedan en casa está cumpliendo con su deber. Que hoy tiene el carácter de obligatoriedad. Hoy es obligatorio quedarse en casa. Le tenemos que agradecer a los que están en la trinchera. Porque en Italia somos buenos dando vuelta las cosas. Tenemos que agradecer a los miles de médicos, enfermeros, paramédicos, fuerzas del orden, vigilantes, asociaciones de voluntarios, alcaldes, personas que como nosotros están en la trinchera, en el medio de la calle para llevar a la multitud ¡que le chupa un huevo!”.

Como reflejó el diario El País, la situación se repite en otros distritos. El alcalde de Delia contó: “El alcalde de Niscemi, un colega, me decía, uno se calienta. Y es verdad, uno se calienta, ‘Estamos estresados’, ‘de estar en casa estamos estresados’. Con el teléfono, con internet, con la comida, la playstation y ‘estamos estresados’. Estresados estaban nuestros abuelos, que iban a la guerra, no los que se quedan en la casa“.

Banchieri increpó a los vecinos que, aún en sus buenas intenciones, equivocan sus responsabilidades. “Qué cantamos ‘Azzurro’ si después salimos a diario a hacer las compras. ¿Dónde está la coherencia? El respeto dónde está. Nuestro y de los demás. ¿La queremos terminar? Hoy con la policía municipal denunciamos a personas, a la autoridad judicial. Y lo seguiremos haciendo. Y hoy domingo salí para detener gente. Gente grande y sonriente. Que son los que me llaman a la noche, me mandan un mensaje: ‘Alcalde, quién es esa señora, qué tenemos que hacer’. ¡Pero después salimos! Porque los problemas son de los demás. El problema siempre está lejos nuestro. Pero jugamos con el presupuesto de todos. Y con mí responsabilidad, y la de los policías, y la de los médicos. De aquellos que estamos en la calle por ustedes. La reputada corrección, me van a disculpar, la reputada corrección no es lo correcto: es egoismo, es estupidez, es superficialidad“.

Sobre los mensajes que recibe de algunos vecinos, explicó: “Algunos me dicen, ‘eh Alcalde, no tenemos que alarmarnos‘. ¿Cómo no nos tenemos que alarmar? ¡Hay una pandemia! No es una epidemia, es una pandemia ¿Cómo no tenemos que alarmarnos? ¿Cuándo se tiene que alarmar la gente? Si no se alarman por una pandemia, disculpen, ¿Cuándo se tiene que alarmar la gente? ¿Nos ponemos serios o no? ¿Queremos ser personas diligentes o no? Todos reunidos en casa, con los amigos. ¿En serio alguien tiene una neurona en la cabeza? ¿Hay alguna neurona o están todas apagadas?“.

Pero eso no fue todo. También se refirió a los que le dicen que se lo nota cansado, para volver a fustigar a los que salen. “Y después me dicen, ‘eh Alcalde, tienes ojeras. Estás cansado, tienes que descansar‘. ¡Cómo voy a descansar yo! Que me arriesgo todos los días como los médicos, los policías, los enfermeros, los voluntarios. ‘Los otros’ somos los que nos arriesgamos. Y los que se quedan en casa, ‘estresados’, tienen que salir. Salir a correr. El paseo del perro. Llega gente a mi casa que son de la otra punta del pueblo. ¿Ese perro cuántas vueltas tiene que dar para hacer pis? El perro tiene que salir en la zona de su casa y volver. No es un paseo. Gente con el andador que va a la casa de su hermana. ¿Cómo vas a lo de tu hermana? ¡Quedate en tu casa! ¿Lo entienden o no?“.

“Espero haber sido claro señores. Espero haber sido claro”, afirmó, un poco cansado, al finalizar, antes de cerrar su mensaje contando que presentó todas las denuncias de las personas que encontraron fuera de sus casas.