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Durán Barba, de la posverdad al realismo de emergencia

Confronta con el entusiasmo talibán de Marcos Peña, enoja al Presidente y se aferra a Vidal. Pide “salir del Palacio” y manda “al carajo” al FMI. El guión del inventor del macrismo para salvar la reelección.

A la misma hora en que Mauricio Macri se dedicaba al lanzamiento del paquete de medidas con el que pretende huir de la derrota electoral que lo amenaza, Jaime Durán Barba preparaba en Buenos Aires su clase on line sobre ataque y defensa en campaña para los 20 alumnos del posgrado en castellano de la George Washington University. El gurú ecuatoriano dice ser docente desde los 17 años y se jacta de no dar nunca una clase igual a otra.

Aunque viaja al exterior de manera frecuente, Durán Barba tiene pensado permanecer en Buenos Aires en la hora más difícil que le toca afrontar a su cliente: desde el piso de las encuestas y con la reelección -que hace un año parecía un trámite- ahora en peligro. El consultor que se convirtió en sinónimo del macrismo puro -para algunos, su inventor- atraviesa un momento que sorprende a los amigos del Presidente. Por primera vez, predica contra el entusiasmo y el vamos bien que gobierna al núcleo de acero de Macri.

Quienes conocen el vínculo que lo une con el Presidente afirman que no es la primera vez que discuten y que así surgió la relación, hace exactamente 15 años. Pero son pocos los que registran antecedentes de un choque como el actual entre el asesor estrella y Marcos Peña, la mano derecha del ingeniero que hace escuela de optimismo.

Señalado como culpable de la polarización extrema que hoy inquieta al Círculo Rojo y responsable indirecto del riesgo país que bate récords, Durán Barba penetra en la residencia de Olivos y en Balcarce 50 con dos o tres ideas que contradicen el manual oficialista. No sólo en relación a la realidad social y la estrategia de campaña: también con respecto a la biblia del déficit cero y el lazo con el Fondo.

EL PACIENTE MACRI. Según pudo saber el portal Letra P, el consultor refuta a Peña con una alegoría poco estimulante. Compara la situación de Macri con la de un paciente al que le encuentran un tumor y ve al jefe de Gabinete y a los incondicionales del Presidente en la postura de los que, como quieren al enfermo, le dicen que está sano y le terminan haciendo un daño mayor.

Frente a ese entorno que rodea a los que están en el poder, dice, su trabajo es otro. “Hay que ser realistas, estamos en problemas, no hay por qué mentir, la gente está enojada. No somos irrecuperables, pero para ganar hay que cambiar totalmente de actitud”, le dijo Durán Barba a uno de los miembros destacados del Gobierno en las últimas horas.

El ecuatoriano reclama gestos urgentes a la factoría del PRO para sacar a Macri del aislamiento, en medio de una temporada prolongada de sacrificio que se vende como único camino. “Hay que salir del Palacio, ése es el tema central. Hay que estar con la gente y tener una actitud solidaria. El precio de las cosas sigue subiendo, la gente tiene problemas económicos y los quiere resolver hoy”, dicen que dice.

Obsesionado con la sensibilidad del ciudadano común, que habita lejos de la polarización sobrepolitizada, Durán Barba no repara en los indicadores del INDEC que confirman el aumento de la pobreza, la pérdida de puestos de trabajo y el derrumbe de la industria. Tampoco mira las tasas de interés estratosféricas que afectan a los pequeños empresarios. Se nutre de sus propios insumos.

El autor de “El arte de ganar” forma un trío con Roberto Zapata y Santiago Nieto. Mientras el primero hace un análisis psicológico y el segundo se ocupa de las encuestas, Durán Barba se reserva la estrategia como especialidad. Los focus group muestran que los votantes de Macri de clase media baja se quejan por los aumentos permanentes y el nivel de vida que decae, pero también por pequeños gustos que antes se daban y ahora no: usar el teléfono celular en el caso de los jóvenes, ir al shopping y comer en el patio de comidas en el de los adultos, ir al cine una vez cada tanto. En el diccionario del consultor estrella: “La sensación angustiosa de que (con Macri) se pierden todos los espacios de placer y bienestar”.

El paquete de medidas que acaba de poner en marcha la Casa Rosada surgió de una presión interna y múltiple, en rara convergencia. María Eugenia VidalHoracio Rodríguez Larreta y los tres gobernadores radicales, por un lado; los focus y los planteos de Jaime, por el otro.

Más allá de que Gerardo Morales -el más macrista de los radicales con poder- salió a pedirle “que cierre la boca”, el ecuatoriano coincide por primera vez con la UCR. La confluencia da cuenta de la gravedad de la crisis y no le da ningún orgullo a Durán Barba, un asesor que considera al partido centenario anclado en el siglo XIX y sin candidatos con potencial electoral. Salvo Martín Lousteau, “que no es radical”.

AL CARAJO CON EL FONDO. Al lado de Macri admiten que, en las últimas semanas y con las encuestas en la mano, Durán Barba insistió con vehemencia en dos puntos ante el Presidente y ante Peña. No sólo cuestionó el optimismo talibán del jefe de Gabinete: fue más allá, hasta meterse con el único compromiso sagrado que asume el corazón del Gobierno. “A mí, sinceramente, el déficit cero me importa un carajo. Me importa que la gente no esté angustiada. El precio de las cosas sigue subiendo y hay que comprender a nuestros votantes”, dijo.

Atados y dependientes del Fondo como única fuente de financiamiento, en la Casa Rosada afirman que Macri considera a Durán Barba un “irresponsable”, un calificativo que el consultor acepta a su manera. “Porque soy un irresponsable insisto: ¡que se vaya a la mierda el Fondo! Si Macri pierde las elecciones, ¿quién se jodió? El Fondo”, le dijo el especialista en la semana corta a uno de los gobernadores de Cambiemos. Como argumento, apeló al razonamiento de uno de sus amigos millonarios. “Un banquero me decía: cuando vos le prestás 100 mil dólares a una persona, ese tipo está en problemas: tiene que pagarte. Cuando vos le prestás 10 millones de dólares, el que está en problemas sos vos. Al Fondo le pasa eso: nos dio un préstamo tan descomunal que están en problemas. No le conviene que Macri se quede sin reelección”.

ATAQUE Y DEFENSA. La campaña que ya empezó preocupa a Durán Barba, como al resto del oficialismo. Sin embargo, el asesor estrella de Macri vuelve a chocar con el Círculo Rojo, como en 2015. Ve al peronismo en decadencia y sin chances de recuperar el poder, tanto con Sergio Massa -al que considera una figura desprestigiada- como con Roberto Lavagna, como le dijo a Jorge Fontevecchia en la única entrevista que, según dicen, piensa dar en esta campaña.

El gurú del macrismo ve al ex ministro de Economía condenado a repetir la frustración de Gerardo Alckmin en Brasil, el preferido del establishment que fue devorado por Jair Bolsonaro. “Lavagna no pesa nada. Lavagna es un mito total de Clarín. Son los inventos de Clarín. Siempre se le ocurren esas cosas. En 2011, cuando Mauricio se bajó, le lanzaron a Sanz”, afirma en la intimidad.

Aunque acepta que hay una mayoría que quiere un cambio y una porción que apostó a Cambiemos hoy está frustrada con Macri, asegura que nadie quiere volver al “peronismo antiguo”. Distinto para él es el caso de Cristina Kirchner, la archirrival de su cliente que -según reconoce- perfora poco a poco su techo. “Cristina no es el peronismo tradicional. Es un peronismo renovado, medio raro, cuestionador. Tiene algo que es importantísimo, aunque muchos no creen que es importante. Ser mujer es muy importante ahora. Una mujer que sabe hacer política y demostrar sentimientos. Es una actriz, una femme fatale”, repite.

La otra gran protagonista de la campaña es Vidal. Hundida por el Presidente, arrastrada por sus políticas y por una mezcla de obediencia y lealtad, la gobernadora busca despegarse de la Casa Rosada con medidas y decisiones como la de cerrar el conflicto con los docentes por primera vez en tres años y firmar con ellos una paritaria a la altura de la inflación.

Según Nieto y Durán Barba, Vidal gana todavía en la provincia, pese a que los datos son cada vez más preocupantes para el macrismo en el conurbano bonaerense y también en el interior. La gobernadora conserva la adhesión de un sector importante del electorado que la considera “auténtica” y la ve como una mujer “frágil”, aunque -dice- no lo sea, que tiene hijos y es amenazada.

Sin embargo, el estratega del macrismo advierte que Axel Kicillof es un “muy buen candidato”. Joven, con un estilo distinto, aunque no tiene carisma, es el único con una imagen más o menos agradable del conjunto que rodea a la ex presidenta, dice. “El problema de ella es que, cuando se largue la campaña, va a salir a respaldarla el tren lleno de fantasmas que la apoya. En los focus aparece, son tipos malos para la gente”.

Si finalmente Macri frenara su caída en las encuestas, se confirmara como candidato y CFK decidiera enfrentarlo, ese flanco volvería a ser parte del ataque amarillo. Justo lo que Durán Barba enseña por estas horas a los alumnos de la George Washington University.

Por Diego Genoud – Letra P