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Cómo optimizar tu vida sexual en 7 pasos

La autora Felicia Zopol usa a las computadoras como metáforas para hablar de nuestra vida sexual. 

Estos no parecen ser tiempos fáciles para el corazón, sin embargo, la época luce sorprendentemente rica en términos de exploración sexual. Nunca tuvimos tanta información disponible sobre el modo en que funcionan nuestros cuerpos y sobre las maneras de estimularlos. En pocas palabras, nunca tuvimos una visión tan técnica sobre nosotras mismas. Este enfoque pragmático, preciso, de nuestra sexualidad, permitió que algunos autores se atrevan a sugerirnos el ejercicio de pensarnos como computadoras. Eso es exactamente lo que hace Felicia Zopol en su ” Manual de instrucciones para la optimización de la vida sexual”, un libro que se encuentra en cada librería (¡y sexshop!) de Europa. Esta guía busca sistematizar los aspectos que debemos considerar para asegurarnos de desplegar nuestro potencial sexual. Encendete.

1. Inicio de sesión: el chequeo del equipamiento

El primer paso para comenzar el ejercicio consiste en chequear si el hardware, es decir, el cuerpo, y el software, la mente, están operando como deberían. El lema es que no puede haber buen sexo sino hay buena salud física y mental, y que no sirve demasiado buscar al mejor amante del mundo si nuestros bloqueos físicos o psicológicos, no nos permitirán responder. Si estás cansada, estresada, pasada o en falta de peso, anémica o fumando demasiado, por dar algunos ejemplos, no esperes que tu sexualidad resplandezca. Un estilo de vida marca un estilo de cama.

No puede haber buen sexo sino hay buena salud física y mental. De nada sirve buscar al mejor amante del mundo si nuestros bloqueos fisicos o psicologicos, no nos permitirán responder

2. Instalación y preparación

El espacio de desarrollo de tu sistema, es decir, el lugar en el que está emplazado tu cuerpo, hace posible o puede obstaculizar el desarrollo del deseo. ¿A dónde estás instalada? ¿Es tu contexto un espacio que te da ganas? En lo concreto y en lo metafórico ¿estás en un lugar en el que te gusta estar? No es que se precise tener el hogar o la vida soñada para desplegar tu brillo más íntimo, pero según Zopol, conectar con la belleza en nuestros entornos y con los los objetos que nos hacen sentir sexies, aceita todos los procesos, en especial, los de seducción y excitación. Tomarse el tiempo para preparar los ambientes y lo que hace a nuestro aspecto sexual, constituye un eje de autoestima, aún cuando estés solísima y sin grandes chances (¡aparentes!) de dejar de estarlo.

3. Inicialización. El arranque paulatino del sistema

¿Qué tanto sabés de técnicas de calentamiento para un funcionamiento óptimo? Muchas mujeres nos quejamos de los encendidos bruscos de nuestros compañeros pero pocas veces nos damos cuenta de que, a través de la palabra, la gestualidad y la iniciativa, tenemos un gran poder para marcar el compás de lo que sucede entre las sábanas. Vos podés frenar a un acelerado y también darle marcha a un dormilón; lo importante es que entiendas que una buena inicialización puede cambiar resultados tan fundamentales como ¡la intensidad de un orgasmo! Aprendé sobre masajes, sobre jueguitos sexies y garantizale a tu sistema el tiempo que necesita para encenderse, en el auténtico sentido.

4. La conexión básica

Resulta gracioso conceptualizar la penetración como una conexión usb/plug genital, pero si lo pensás bien, es en ese preciso momento del sexo cuando dos personas tienen más posibilidades de transmitirse información: buena, como la que termina en un embarazo deseado, o no tan buena, como enfermedades sexuales. Hay quienes aseguran que existen además intercambios kármicos, energéticos. Para una vida sexual divertida, es imprescindible, paradójicamente, que no quede ningún rastro de esa diversión. Saber cuidarte con métodos que no le hagan daño a tu cuerpo y sumar además el siempre imprescindible preservativo, es el check obligado de este paso.

5. La conexión avanzada

Conectar con una persona no es lo mismo que conectar con muchas, que zambullirse al poliamor o entrar al universo de las prácticas alternativas. Cuando te sumergís en mundos sexuales desconocidos, lo que hacés es, básicamente, explorar nuevos tipos de conexiones que desafían de otra forma a tu sistema. Como aquella época de la web en la que entrar a “páginas raras” podía ser peligroso, abrirte a otros puertos te obliga a estar un poco más alerta. Cada componente de tu sistema debe estar listo para responder con el mejor nivel de rendimiento.

6. Interrupciones. Cortocircuito. Se colgó

Cuánto más te exigís vos y más le exigís a tu sistema, más probable es que haya alguna falla. Es posible y frecuente perder la libido y también el orgasmo, alguna temporada, por causas tanto físicas (un simple agotamiento por ejemplo) como psicológicas (el miedo a confiar puede ser una). En estos casos, es probable que un simple reseteo, enchufar y desenchufar, no alcance para devolvértelo y debas mirar de cerca algunos de tu procesos internos. Los cortocircuitos con la conexión con el otro también son frecuentes y lamentablemente, en las relaciones no salta ningún disyuntor que evite que las cosas pasen a mayores.

7. Servicio técnico

Probablemente nuestras vida sexuales serían mucho más placenteras si acudiéramos a sexólogos y psicólogos especializados con la frecuencia, el desprejuicio ¡y la urgencia! con la que acudimos al service de nuestros equipos. Nuestras cabezas y corazones no son tan fáciles de formatear como una compu y muchas veces necesitamos ayuda para dar con la clave del error. Aunque pensarnos como computadoras puede deshumanizarnos, también puede ayudarnos a deshacernos del drama y volvernos más racionales, prácticos y efectivos en algo tan humano y emocional como nuestra vida sexual.