Baires Para Todos

Aumentan las enfermedades de transmisión sexual: qué hay que saber para evitarlas

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) han aumentado en los últimos años en los Estados Unidos. Mientras que las campañas de cuidado se han centrado en el VIH, con éxito, los casos de gonorrea, clamidia y sífilis han mostrado aumentos “pronunciados y sostenidos” desde 2013, informó en 2018 el Centro de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC).

Según el organismo, los casos de sífilis casi se duplicaron, y los de gonorrea crecieron en un 67 por ciento. La clamidia sigue siendo la infección principal —10 veces más común que la gonorrea, por ejemplo— ya que suele ser asintomática.

La clamidia es la ETS más difundida, 10 veces más que la gonorrea.

La clamidia es la ETS más difundida, 10 veces más que la gonorrea.

Un rasgo notable es que las infecciones suceden principalmente entre mujeres y hombres heterosexuales de 20 a 24 años, según el Grupo Especial de Servicios Preventivos de ese país. Como se trata de poblaciones en edad reproductiva, importa tratarlas ya que, si no se lo hace, algunas STD pueden causar infertilidad y complicaciones en el embarazo, además de inflamación y dolor pélvicos.

Aproximadamente el 81% de los casos de sífilis de 2016 se dieron entre varones gays y bisexuales, según el CDC. De manera paradójica, un avance se vincula a este retroceso: la aprobación de la profilaxis pre-exposición (PrEP), una píldora diaria que ayuda a prevenir la infección de VIH en personas que tienen un riesgo más alto que el promedio, causó el extraño efecto de disminuir el uso del preservativo, lo cual aumentó las ETS.

Entre los estudios básicos que Shah suele solicitar a sus pacientes se cuentan los de gonorrea, clamidia, sífilis, VIH (actualmente hay un análisis que da el resultado en menos de dos minutos), y hepatitis A, B y C.

La búsqueda de los virus de las hepatitis A, B y C se cuentan entre los exámenes rutinarios de ETS.

La búsqueda de los virus de las hepatitis A, B y C se cuentan entre los exámenes rutinarios de ETS.

Agrega el del virus del papiloma humano (HPV) cuando se trata de personas (en particular, mujeres) que no recibieron la vacuna (por ejemplo, porque debido a su edad no estaba disponible cuando fueron adolescentes). Shah también pregunta a sus pacientes sobre violencia doméstica y abuso de sustancias, pues son factores de riesgo para las ETS.

La ventaja de hacerse estos estudios regularmente es que un hallazgo temprano del problema puede evitar síntomas incómodos y complicaciones como infertilidad o dolor crónico, además de prevenir contagios ulteriores. “La buena noticia es que, aunque hemos visto un incremento en los diagnósticos de ETS, se las puede identificar y tratar con antibióticos“, escribió.