Hay cuatro personas detenidas, pero habría 17 más involucradas. Las acusaciones incluyen tres cargos graves: fraude a la administración pública, falsificación de documentos y lavado de dinero.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) fue blanco de una estafa millonaria: un grupo de delincuentes logró robarle 1591 millones de pesos en una operación que implicó 13 transferencias bancarias hechas con formularios y correos electrónicos falsos. El fraude se realizó durante la segunda semana de septiembre de 2023 y sus víctimas fueron las facultades de Odontología y Derecho. Los delincuentes, además, “habían intentado que se autoricen otras tres transferencias” por 341 millones de pesos.
Los estafadores crearon un corre electrónico con un dominio muy parecido al de la UBA y, desde ahí, mandaron pedidos de transferencias monetarias mediante un formulario usado cuando se manejan grandes cantidades de dinero. En esos emails, se falsificó la identidad de un empleado de la Tesorería, prometiendo que luego “alguien” presentaría la documentación física exigida. Eso nunca ocurrió, pero las operaciones igualmente fueron pagadas en una sucursal del Banco Nación.
Según la investigación, los engaños “se materializaron mediante notas enunciadas en un primer momento por correo electrónico, y luego en formato papel a través de un cadete con firmas falsas de las personas autorizadas a operar las cuentas de las universidades citadas”.
La UBA asegura que nunca ordenó esas transferencias y cuestiona al banco por haberlas abonado sin exigir los comprobantes físicos obligatorios ni chequear que la persona solicitante existiera realmente.
En el expediente judicial, a cargo del fiscal Eduardo Taiano y el juez Sebastián Ramos, ya hay cuatro personas detenidas por, supuestamente, haber cobrado las transferencias, pero habría 17 más involucradas, incluyendo una mujer a la que llaman “La China”, que ya dio su testimonio en indagatoria.
Las acusaciones incluyen tres cargos graves: fraude a la administración pública, falsificación de documentos y lavado de dinero. El caso también sirvió para mostrar la vulnerabilidad en los sistemas de seguridad bancarios. Mientras se realiza la investigación, la UBA exigió el embargo del dinero que perdió, pero la medida todavía no fue llevada a cabo.
Fuente: Perfil