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Estados Unidos y Reino Unido atacan objetivos hutíes en 13 zonas de Yemen

Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo ataques este sábado 3 de febrero contra 36 objetivos vinculados con los hutíes en 13 zonas de Yemen, alcanzando instalaciones de almacenamiento de armas y sistemas de misiles, entre otros, según un comunicado conjunto. Los bombardeos de estos dos países tienen lugar en medio de una escalada de la violencia en Medio Oriente, tras los ataques aéreos de Washington en Siria e Irak.

Los Gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido realizaron ataques este sábado 3 de febrero contra objetivos vinculados con los hutíes en Yemen, incluyendo instalaciones de almacenamiento de armas y sistemas de misiles, entre otros, según el Pentágono.

Reino Unido confirmó su participación en esta ola de “ataques proporcionados y dirigidos” contra militantes hutíes vinculados a Irán en Yemen.

“La Real Fuerza Aérea participó en una tercera ola de ataques proporcionados y selectivos contra objetivos militares hutíes en Yemen. Actuamos junto a nuestros aliados estadounidenses, con el apoyo de muchos socios internacionales, en defensa propia y de acuerdo con el derecho internacional”, afirmó el ministro de Defensa, Grant Shapps, en un comunicado.

Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, informó que la ofensiva también contó con el apoyo de Australia, Bahréin, Canadá, Dinamarca, Países Bajos y Nueva Zelanda.

“Esta acción colectiva envía un mensaje claro a los hutíes de que seguirán soportando más consecuencias si no ponen fin a sus ataques ilegales contra el transporte marítimo y los buques de guerra internacionales”, dijo Austin en un comunicado.

Estos bombardeos se producen después de que el Comando Central de Estados Unidos (Centcom) anunciara que había efectuado ataques este mismo sábado, sobre las 19.20 hora de Saná (16.20 GMT), contra seis misiles de crucero antibuque “preparados para ser lanzados al mar Rojo”, de acuerdo con un comunicado.

Los bombardeos estadounidenses y británicos contra objetivos hutíes en Yemen se iniciaron por los ataques que ese grupo rebelde, respaldado por Irán, han realizado desde el 19 de noviembre contra buques comerciales en el mar Rojo, por donde transita cerca del 15 % del comercio marítimo mundial.

Los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Irán y enemigos de Israel, amenazaron esta ruta clave tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás y afirmaron que solo tienen como objetivo a los barcos que se dirigen a Israel.

Los hutíes son un movimiento político-militar formado en la década de 1990 en el norte de Yemen. A diferencia de los dos tercios de la población yemení, que son musulmanes sunitas, los hutíes pertenecen a una rama chiíta del islam.

Después de años de enfrentamientos, el grupo tomó el control de Saná, la capital del país, con el apoyo militar y financiero de Irán, en septiembre de 2014.

Hutíes confirman ataques

Los hutíes confirmaron la nueva ola de bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra la capital, Saná y otras cuatro provincias controladas por los rebeldes.

La televisión Al Masira, portavoz de los hutíes, aseguró que hubo una “agresión estadounidense-británica contra la capital”. La agencia EFE dijo haber constatado una serie de explosiones contra cuarteles militares en Attan, Al Nahdain y Al Hafa, al oeste, sur y este de Saná, respectivamente.

Al Masira afirmó que otras zonas atacadas fueron las provincias de Hajjah (noroeste), Dhamar (este), Al Bayda (centro) y Taiz (suroeste), en una nueva campaña aérea a gran escala desde que Washington y Londres lanzaron su primera acción contra Yemen, el 12 de enero.

Crisis en Medio Oriente

Los bombardeos de este sábado en Yemen ocurren un día después de que Estados Unidos atacara posiciones de las milicias proiraníes en Irak y Siria, una ofensiva que, según el Gobierno iraquí y la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, han dejado al menos 45 muertos en ambos países.

Los recientes ataques aéreos de Washington contra Siria, Irak y el Yemen han hecho saltar las alarmas en todo Oriente Medio, donde varios países ya han advertido de que esta escalada podría tener “consecuencias devastadoras”.