Baires Para Todos

El narco Fred Machado le propuso a Longobardi ser el vicepresidente de Espert

Cómo reaccionó el periodista ante un ofrecimiento que nunca se concretó, y que él mismo define como “locos, pero locos mal”.

“El tipo que me llamó a mí, nunca me había pasado que me buscara un narco”, sostuvo Marcelo Longobardi, recordando el inesperado contacto de Fred Machado, involucrado en causas de narcotráfico, que habría buscado convencerlo para ocupar la vicepresidencia en la fórmula de José Luis Espert. El periodista relata cómo recibió un audio del propio Machado y cómo, pese a la insistencia del emisario, decidió cortar cualquier vínculo: “Nada me puede importar menos”, dice Longobardi, describiendo con ironía y firmeza su rechazo a una propuesta que mezcla la política y los intereses privados con riesgo legal, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (AM 1190).

Marcelo Longobardi es periodista y amigo de la casa, con una extensa carrera en radio y televisión, con más de 40 años de trayectoria que incluyen pases por importantes radios, destacando su programa Cada Mañana. Lo condujo durante 21 años ininterrumpidos, primero por Radio 10 durante 13 años, y luego en Radio Mitre hasta su salida en 2021. Actualmente se desempeña con su propio contenido digital, en su resumen de noticias que transmite por YouTube.

¿Cuánto hace que estás fuera de la Argentina?

Más de tres meses, con bastante éxito.

Dejame que te diga que no se nota para nada. Yo te escucho todas las mañanas y tu nivel de cercanía es exactamente igual que si estuvieras acá a la vuelta.

Sí, señor. Bueno, si me permitís un segundo, querido Jorge. Primero: este es un lujo, escuchar a alguien que cita a quien fuera un gran periodista: a Edgar Allan Poe, que era un periodista. Y tengo en casa un libro con la colección completa de sus artículos periodísticos, y tengo varias ediciones de toda su obra completa, cuya mejor traducción fue hecha por Julio Cortázar.

Cortázar fue el mejor traductor de Poe que hubo en la historia en español. Y me llamó la atención, porque hay una coincidencia que yo estoy viendo entre las turbulencias argentinas y lo que vamos a llamar el definitivo derrape de Trump. Vos sabés muy bien que los procesos radicalizados modifican su velocidad, pero no su destino. Yo no conozco ningún proceso radicalizado, autocrático o extremista que retroceda, nunca ocurre a la inversa. Los procesos radicalizados pueden modificar su velocidad, su ritmo, pero nunca su destino. Y lo que estamos viendo con Trump aquí, en Estados Unidos, es una secuencia muy acelerada en los últimos 15, 20 días de una radicalización muy extrema, que se conecta, creo yo, con el acuerdo que eventualmente Argentina ha llegado con Trump.

Trump viene de perseguir específicamente periodistas, de hacerlos echar, de una declaración de su hombre en materia de regulación audiovisual, que dijo que pretendía intervenir en los contenidos televisivos. Y está interviniendo en la compraventa de medios. Su papel con la señora Redstone de la CBS, y en favor de la construcción de un grupo mediático por parte de Larry Ellison, es algo muy significativo, porque nos está indicando por qué razón Trump promueve que Ellison construya un súper recontra multimedios. Porque están mirando más allá del vencimiento de su mandato.

Al mismo tiempo ha convertido su presidencia en una industria. Vos sabés que su yerno, Jared Kushner, acaba de comprar con los árabes, con el fondo de inversión del tenebroso príncipe Mohammed bin Salman, la compañía esta que se llama EA Sports, la que hace los videojuegos por 55.000 millones de dólares. Y hasta vende indultos de manera pública, y recibe cheques de compañías de medios a las que les produce demandas para que lo indemnicen. Ya juntó 80 millones de dólares, con excepción del caso del New York Times, que se le plantó.

Además, indicó públicamente a la secretaria de Justicia, la fiscal Pam Bondi, que cómo era posible que no acelerara la persecución judicial de sus enemigos políticos. De hecho, estaba pretendiendo encarcelar a James Comey, que lo investigó en el asunto de Putin, y al mismísimo George Soros, y otros personajes más que él considera sus enemigos. Y esta secuencia muy acelerada, que coincidió en su aceleración con los acuerdos con Milei, culminó ayer con lo que yo calificaría de cuasi golpe de Estado. Porque había una reunión convocada por un personaje que se llama Peter Hexet, que es el ahora llamado secretario de Defensa, que convocó de emergencia a todas las autoridades militares americanas a una reunión ayer por la mañana en Virginia, donde está la base de Quantico, donde ahí se entrenan los Marines.

Ayer, leo una frase de Trump, reproducida por el portal de Clarín, que decía: “Tenemos que prepararnos para la guerra”. Y dije: “A ver, ¿a qué guerra se referirá? ¿Se referirá a Medio Oriente? ¿Se referirá a Rusia? ¿Se referirá a Venezuela?” Pero después vi los textos completos, y se refería a la guerra interna.

Él ayer les explicó a los altos mandos militares que debían enfrentar un enemigo interno. Quiere decir que este Trump, con quien Argentina aspira a tener un acuerdo de salvataje, es un Trump que está utilizando las Fuerzas Armadas para perseguir enemigos, a tomar ciudades. Dudo de que Trump tenga una ideología. Es un actor de la política, con independencia de sus volátiles puntos de vista, que son dramáticamente cambiantes en planos, inclusive, dramáticos, como es el tema de Rusia.

Entonces, ayer tenemos un socio que ha comenzado a demoler la democracia norteamericana, sin que encuentre al momento mucha resistencia. Es un tema de las élites. No es un tema aún de la opinión pública, sino de los medios y de ciertas élites que están agarrándose la cabeza frente al avance autocrático de un tipo que se ha propuesto demoler la democracia norteamericana, y al momento lo está haciendo con éxito.

Esto conecta, creo yo, con las turbulencias argentinas, que pueden estar conectadas con diversos temas: con la elección de septiembre pasado en la prisión de Buenos Aires, con ciertas encuestas adversas eventualmente para la elección del mes de octubre, con la reticencia de Milei a construir un formato político más amplio, etc. Problemas naturalmente económicos, falta de reservas, el bendito atraso cambiario del que hemos hablado 400 veces y ahora es un tema que se ha vuelto básicamente parte de la discusión pública, como corresponde.

Con independencia de la combinación de estos factores, que pueden explicar estas convulsiones, en materia financiera está el hecho de que Argentina ha acordado con un tipo que se ha vuelto muy peligroso, peligroso para su país y peligroso para el mundo, y por supuesto, muy poco confiable. El que hoy puede ofrecer un acuerdo a la Argentina y mañana ofrecer todo lo contrario. Y vemos su comportamiento todo el tiempo, y yo lo he seguido muy de cerca con un tema crucial, mucho más relevante que Argentina para los Estados Unidos y para el mundo, que es Rusia.

Los puntos de vista de Trump respecto de Rusia cambiaron 400 veces. Como han cambiado también respecto al tema de Medio Oriente. Como están cambiando también en materia del tema de Venezuela. Es decir, Trump es un misterio, es una especie de “bola de demolición”. Una bola que se presta a la mañana y empieza a andar, la bola empieza a demoler lo que tiene enfrente. Y me parece que no podemos desvincular esta situación interna norteamericana con la convulsión argentina, porque el socio de Milei en esta aventura no es un tipo confiable: es un tipo peligroso.

Te escuchaba hoy a la mañana con atención eso mismo. Nosotros venimos insistiendo más o menos con argumentos coincidentes. Y hoy, más que nunca, en la Argentina la política norteamericana se ha convertido en política nacional. La última tapa de The Economist, es Trump: el disfrazado de periodista, el disfrazado de fotógrafo, el disfrazado de camarógrafo, el disfrazado de anchor. Es una preocupación que tiene mucha gente, y la pregunta es razonable: si ser amigo de Estados Unidos hoy tiene el mismo valor que ser amigo de Estados Unidos cuando Estados Unidos era una potencia confiable.

Sí. Ayer se la agarró con él posteando agravios racistas contra los mexicanos. En su momento postuló quedarse con Canadá. Me parece que no estamos en presencia de un fenómeno circunstancial. Estamos en presencia de un fenómeno muy serio. Por supuesto, yo lo entiendo a Milei ante la necesidad de un salvataje, como consecuencia de sus manejos. Bueno, se agarró de los pantalones de un tipo que se ha vuelto un peligro para el mundo. La gente me pregunta a mí en el chat de mi canal: “¿Por qué se ocupa de Trump todos los días?” Porque es el tema más importante del mundo hoy en día.

Y terminamos justamente conectados con este problema que se está agravando diariamente aquí en Estados Unidos. Estoy acá hace mucho tiempo y estoy siguiendo el asunto con la cercanía que me ofrece estar aquí en Estados Unidos, y ciertamente es un asunto para agarrarse la cabeza. Así que yo no puedo desconectar estas turbulencias de la Argentina que vos mencionabas esta mañana, con factores que son, por supuesto, locales, pero que están eventualmente agravados como consecuencia de que nuestro amigo americano, ha enloquecido.

Vos marcabas claramente que era amigo de los bonistas norteamericanos, porque el apoyo no era a la Argentina, sino a los propios bonistas norteamericanos para que recuperaran su dinero.

Eso es evidente. Yo no soy un especialista en los mercados, pero es evidente que aquí hay gente que estaba complicada con los bonos argentinos. Y esta gente que se ha metido con Caputo a comprar bonos.

Una reflexión sobre lo de la guerra interna. A mí me parece esa idea de Trump se parece cada vez más al trotskismo, de la guerra permanente y cómo los extremos se juntan, ¿no? La fuente del opuesto es el opuesto. Y lo mismo pasa con esa similitud con Milei: cómo se termina pareciendo luego a prácticas del kirchnerismo. Cómo nos demuestra la historia una y otra vez que finalmente los extremos comparten un elemento en común.

Déjame contarte algo que vos también armaste mucho ruido contando y pasando ese audio de Fred Machado, que nunca le conocíamos la voz. Ayer, en una entrevista a esta señora Clara Montero Barré en perfil.com, si yo le entendí bien, en realidad lo que buscaban era que vos fueras candidato a vicepresidente de Espert.

Vos que me conocés te podés imaginar cuánto tiempo podría durar yo con ese cargo. Cinco minutos. me enteré de esto ayer. inclusive me llamó, me mandó un mensaje esta señora Clara Montero Barré para contarme eso, Que esa era la intención. Yo digo: bueno, esta gente estaba toda loca, naturalmente. Locos, pero locos mal.

Yo no hago campaña, no comento un tema y no lo sigo cuatro días. Por eso comenté el tema ayer, y hoy apenas hice algunos comentarios. Pero a mí me pasó este episodio estando en Nueva York, que me escribe esta señora y la gente que rodeaba a Espert y de hecho debo haber sido de los periodistas que más inicialmente, en Radio 10, lo entrevistaban porque se contraponía con los Kirchner.

Por lo tanto, recibo un mensaje con elogios, con “sos un genio”, con “te vimos”, lo típico, “te admiramos mucho” y este tipo de cosas. Y esta persona me dice que este señor Machado iba a comunicarse conmigo, que estaban dispuestos ahí a viajar a Nueva York para verse conmigo.

Yo le respondí: “Nada me puede importar menos”. Tengo muchas dificultades para decir que no, pero cuando algo no me gusta, lo corto. Y dije: “Nada me puede importar menos”. Se lo escribí. Pero resulta que este hombre insistió en verme. Yo estaba en ese momento trabajando para CNN en Nueva York, ¿no? Que fue para mí una experiencia directamente marciana. En aquel momento era como una gloria. Estar en manos de unos profesionales de la reputa madre. Yo estaba en otro planeta. Imaginate lo que me podía importar Espert. Yo además ahí cometí un error, cuando vos llegás a ese nivel, te mareás un poquito. Y a mí me pasó un poco eso. Debo confesarlo, porque CNN Nueva York te marea. Bueno, así que yo le contesté: “Nada me puede importar menos”.

Pero este Machado insistió en verme. Y creo que él dispuso que iba a ir a verme a Nueva York. Yo decía: “A mí nadie me viene a ver a Nueva York por un asunto argentino”. A mí me parecía muy extraño que alguien vinculado con la Argentina tuviese la intención de viajar para verme a mí, digamos. Yo estaba además en otro planeta, no me importaba nada. Y el tipo, en un momento, cancela la entrevista. Yo nunca había arreglado con el tipo verme, ni mucho menos. Yo no sabía quién era. Pero estaba claro que me lo mandaba Espert. Y el tipo me manda ese audio que yo pasé ayer, donde pronuncia mal mi apellido. Dice: “Señor, lamentablemente me tengo que ir, no lo puedo ver esta semana en Nueva York, porque me tengo que ir a Guatemala”, dice.

El tipo me chapea ahí una mentira. Dice: “Voy a verme con gente de CNN en Guatemala, con Ismael Cala”, que ya no estaba más en CNN hacía mucho tiempo. Yo lo conozco a Cala, por supuesto, que construyó un imperio casi más grande que el de CNN. Porque él tiene muchos asuntos en Guatemala, y Cala se dedica ahora a hacer programas sobre autoayuda.

Pero lo interesante es que Espert tiene que dar una explicación. Porque no es simplemente el avión. O sea, Espert con su jefe de prensa te pide a vos que conozcas y que atiendas a esta persona que ahora está pedido de extradición en un caso vinculado con narcotráfico. No es simplemente que le prestó una vez el avión y una vez una camioneta. Y creo que el objetivo era correcto: que era ir y ofrecerte una cantidad de dinero para que aceptaras ser vicepresidente de la fórmula. Porque, dado que Espert medía poco, “busquemos a alguien que mide mucho y le ofrecemos una cantidad de millones de dólares”. Vos ni siquiera lo atendiste, para ponerlo en términos claros.

Vos sabés que vos sos una de las pocas personas en el mundo que conoce mi vida económica. Lo bien que me hubiera venido. No tenía idea. Solo que me llamaba la atención que un tipo raro, enviado por Espert, aspirara a encontrarse conmigo con urgencia en Nueva York, y luego suspendiera una entrevista que nunca se había agendado.¿Por qué yo pasé el audio? Por dos razones:

La primera es porque me pareció que Espert había ofrecido una explicación insuficiente, respecto de que su encuentro con este hombre en Chubut había sido una cuestión completamente casual. Me parece que lo que yo pude mostrar ayer es que tan casual no era. O sea, que el asunto iba más allá de una casualidad, de que le prestó un avión para ir a un lugar. Todos sabemos que los políticos andan todos en aviones privados. Yo los he visto en muchas oportunidades. Y, por lo tanto, me pareció que lo que yo aspiraba a mostrar es que a Espert le faltaba una parte de la explicación. Es decir, que la explicación respecto de que era una relación casual era insuficiente por el hecho de que yo había sido testigo de una relación evidentemente más cercana. Siendo que este hombre estaba intentando verme. Ahora me enteré para qué.

Y en segundo lugar, te explico por qué lo conté: porque a mí me parece que, como yo trabajo de modo independiente y trabajo solamente en YouTube, me parece que está bueno que uno pueda contar todo. Es decir, qué sé yo, es como una especie de lucha contra el cinismo generalizado.

Entonces, me parece que YouTube es un lugar donde se crea una comunidad de gente que sigue un canal y que merece efectivamente tener acceso a cosas que generalmente nadie cuenta. Y yo, cuando vi la historia de este Machado, yo sabía que yo no me acordaba del tema.Lo tenía borrado. Y me acordé: “El tipo que me llamó a mí”. Me enteré del asunto leyendo Perfil.

Y yo creo que cuando vos recién confundías a Espert con Milei, cosa que a mí me sucede en una especie de metonimia inconsciente, es porque hay puntos en común. Vos fijate que Espert es quien le presenta a Milei a Spagnuolo. Y el actual Spagnuolo fue el abogado de Milei. Y el actual abogado de Milei es el abogado de Fred Machado. Y bueno, eso lo publicó Perfil en tapa hace dos semanas. Y lo de este domingo fue que vos viste el lunes directamente el tema del fiscal norteamericano con los 200 mil dólares de la transferencia.

Yo cuando vi el artículo de Perfil, lo comenté al día siguiente. Pero lo que me produjo ese artículo, cuando lo vi en el portal de ustedes, es que me acordé de la historia. “Es el tipo que me llamó a mí”. Nunca me había pasado que me buscara un narco. Entonces fui a buscar el teléfono, encontré el WhatsApp y pasé el audio.



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