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El dramático testimonio de una enfermera argentina en Gaza: “Si Israel ataca Rafah va a ser una catástrofe”

Sofía Piñeiro estuvo más de un mes en el sur del enclave palestino. Qué está pasando hoy en la Franja.

Sofía Piñeiro acaba de regresar de una misión sanitaria en la Franja de Gaza. Como coordinadora de enfermeras de Médicos Sin Fronteras (MSF), estuvo poco más de un mes en la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, donde se apiñan más de 1,7 millones de palestinos que escaparon de las bombas y de la ofensiva terrestre israelí en el enclave.

Gaza no fue su primera misión internacional. A los 31 años, esta profesional argentina de la salud ya estuvo en Yemen, Bangladesh, Guinea Bissau, Camerún y Mozambique. Pero la experiencia que vivió en la Franja, según dice, no se compara con nada.

“Si Israel ataca Rafah, va a ser una catástrofe”, advirtió en entrevista con TN.

Qué está pasando en Rafah

La gran mayoría de la población de Gaza se encuentra hoy en Rafah. Llegaron para escapar de la ofensiva israelí desatada tras el brutal ataque de Hamas del 7 de octubre pasado, que causó más de 1200 muertos en el sur de Israel y la captura de 240 rehenes.

Desde entonces, los bombardeos y ataques terrestres de las fuerzas armadas israelíes provocaron más de 32.000 muertos, en su enorme mayoría civiles, según el ministerio de Salud gazatí en manos del movimiento islámico.

Un grupo de palestinos en un campo de refugiados de Rafah (Foto: EFE)
Un grupo de palestinos en un campo de refugiados de Rafah (Foto: EFE)

Rafah vive hoy en emergencia humanitaria y bajo un estado de enorme tensión. A pesar del llamado del consejo de seguridad de la ONU a un cese el fuego inmediato, Israel se prepara para un inminente avance sobre esa ciudad, donde afirma que se esconde la cúpula de Hamas y están retenidos decenas de rehenes.

Incluso, fuentes citadas por el diario libanés pro-Hezbollá Al-Akhbar dijeron que la ofensivacomenzaría después de Eid al-Fitr,la festividad de tres días que sigue al Ramadán y termina alrededor del 12 de abril, o a principios de mayo a más tardar.

Piñeiro teme que un eventual ataque agrave la ya desesperada situación sanitaria de los palestinos. “Hay 1,7 millones de personas allí. Algunos dicen que hasta 1,9 millones. Una ofensiva generaría un impacto tremendo. Antes en la ciudad vivían solo 150.000 personas”, indicó.

“Hay gente por todos lados”

Los refugiados se agolpan donde pueden. “Muchos se acomodaron en edificios. Donde antes vivía una familia, ahora hay 5 o 7 grupos. Lo que antes era un garage, ahora es una vivienda. Todas las estructuras fueron ocupadas. El resto está en carpas en la vereda, en la calle o acampados en la costa. Hay gente por todos lados”, resumió.

Piñeiro dijo que la situación es realmente muy crítica, muy preocupante. “La gente llegó sin nada. Muchos se instalaron en tiendas de plástico apuntaladas por un poste de madera para cubrirse de la lluvia y el viento”, agregó.

Sofía Piñeiro estuvo más de un mes en Rafah. En la imagen, se la ve en el centro de salud Al Mawasi (Foto: cortesía Sofía Piñeiro)
Sofía Piñeiro estuvo más de un mes en Rafah. En la imagen, se la ve en el centro de salud Al Mawasi (Foto: cortesía Sofía Piñeiro)

En su estancia en Rafah, Piñeiro trabajó en los centros de salud de Al Mawasi y Shaboura. El ruido de las bombas que caen sobre el pueblo vecino de Khan Younis es constante. “Se escuchaban las bombas todos los días, todo el día, durante el mes completo que estuve allí”, graficó.

“En Rafah también hay algunos bombardeos de lo que Israel llama del tipo ´quirúrgico´ o dirigido, pero más esporádicos”, dijo.

Cómo está la situación sanitaria en Rafah

Según Piñeiro, “la situación sanitaria es supercrítica. Los hospitales están colapsados por la cantidad de heridos por traumas de guerra. Pero además quedó un gran bache en la atención primaria. Hay una necesidad inmensa de atender heridos, pero también a pacientes que sufren de cáncer, diabetes o cuadros de hipertensión”.

“No hay alimentos. Las filas en los comedores comunitarios es inmensa. La mayoría come una vez al día. Hay cuadros de diarrea, infecciones urinarias, embarazadas sin controles de rutina. Los pacientes no tienen su medicación. Ese el caso de los trasplantados. La ayuda humanitaria es escasa”, advirtió.

El cuadro es dramático. “Cada vez hay más casos de desnutrición. En la primera semana de mi estancia detectamos entre 5 a 7 casos y en la última 25. Son estadios moderados, pero hay muchos casos de desnutrición grave en menores de dos años”, alertó.

“Es de verdad de lo peor que he visto. Es desgarrador. No solo es urgente, sino que es imperioso que esto se frene ya mismo”, concluyó.


Por Marcelo Izquierdo-TN