Jorge Espinosa pasó de traficante de papelillos de pasta base a mover kilos de droga. El inédito operativo de 400 detectives para detenerlo
Un Audi TT, un Ford Mustang, un Nissan Skyline GTR y hasta un Lamborghini Huracán eran solo parte de los vehículos que ostentaban y utilizaban para moverse los líderes de una organización narco en la región del Bío Bío (450 kms al sur de Santiago). Fue esa misma pasión por las tuercas la que los hizo sucumbir.
24 miembros de esta banda criminal dedicada al tráfico de drogas cayeron la semana pasada tras un mega-operativo llevado a cabo la Policía de Investigaciones (PDI), que contó con la participación de más de 400 efectivos y hasta un helicóptero institucional, según consigna un reportaje de BíoBío Investiga.
Entre los detenidos se encuentra el líder de la organización: Jorge Espinosa Zapata de 35 años, alias “El Palta”, encargado de hacer todas las coordinaciones respectivas para que el negocio marchara, literalmente, sobre ruedas.
“El Palta” es un narco que “partió desde abajo”, según comentaron desde la policía civil. Al principio era uno más de los cientos de micro-traficantes que deambulan por la zona, pero le empezó a ir bien y terminó heredando el narco-imperio que erigió un viejo conocido de la zona: Reinedio González Durán, el famoso “Martillo”.
El centro de operaciones del grupo criminal desbaratado recientemente estaba precisamente en la comuna de Hualpén, región del Bío Bío. Sin embargo, sus tentáculos se extendían por todos los rincones del Gran Concepción y alrededores.
Las empresas de fachada —incluido un club nocturno en Concepción y una botillería en Hualpén— más otras compañías de papel y los testaferros, no fueron suficientes para tapar sus fraudulentos movimientos financieros.
El Toretto de Hualpén
La caída de “El Palta: y su organización criminal era cosa de tiempo, pues hace cerca de un año venía desarrollándose la investigación conjunta de distintas brigadas de la policía civil, coordinado por el Ministerio Público.
Sin duda, lo que más llamó la atención de los investigadores era el desparpajo con la que los líderes se movilizaban en autos de lujos, los que hoy figuran incautados en el frontis de un cuartel de la PDI.
La pasión de “El Palta” por la velocidad lo llevó a probar suerte en el Autódromo Internacional de Codegua, ubicado en la comuna homónima de la región de O’Higgins. Hasta allí llegó en diferentes oportunidades para correr, en su Lamborghini Huracán, ubicándose siempre entre los más rápidos del circuito.
La banda utilizaba distintas empresas fantasmas para blanquear sus movimientos financieros.
Las fachadas
Según el prefecto Marcelo Rebolledo, jefe de la Prefectura de Antinarcóticos y Crimen Organizado Sur de la PDI, la organización que comandaba “El Palta” era una estructura criminal “piramidal”, en la que cada uno de los integrantes tenía un rol específico y seguía al pie de la letra las instrucciones de los cabecillas.
La banda coordinaba el transporte de droga desde el norte del país en grandes cantidades, la que aumentaban artificialmente (”pateaban”, en jerga delictual) para luego proceder a su dosificación.
Terminado ese proceso la cocaína, la pasta base, la marihuana y el tussi eran distribuidos por distintos barrios de la región para la venta al menudeo.
Para camuflar sus movimientos financieros, la organización contaba con testaferros y contadores de profesión que se encargaban de mantener negocios fantasma o sociedades de fachada. Todo para adquirir los bienes muebles e inmuebles que después lucían los líderes, con la finalidad de “imponer respeto y marcar territorio” frente a potenciales competidores del negocio narco.
A pesar de que en poder de la banda de “El Palta” apenas se encontraron unos $80 millones (USD 81.000), en cocaína – considerada baja para las cantidades que acostumbraban a mover-, los 24 miembros de esta narco-banda serán sometidos a la audiencia de formalización de cargos este martes, ante el Juzgado de Garantía de Concepción.
El Ministerio Público buscará sustentar los delitos de asociación ilícita para el tráfico de drogas y el lavado de activos por unos USD 2 millones, a fin de desarticular definitivamente a la que llegó a ser considerada una de las organizaciones criminales más importantes del sur de Chile.
Por Mauricio Palazzo-Infobae