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Bahía Blanca, debería reconsiderar su ubicación: De estar en España Milei mandaría ayuda

Si Bahía Blanca estuviera en Valencia, Milei no hubiera dudado en ofrecerle ayuda humanitaria. Pero no, el interior bonaerense debe arreglarse “con lo propio”

El anuncio/promesa de Javier Milei de enviar ayuda humanitaria y asistencia técnica a la Comunidad Valenciana tras las devastadoras lluvias de la DANA, que golpearon duramente esa región de España, despertó perplejidad en las redes, y Bahía Blanca se convirtió en tendencia.

Para quienes recuerdan las respuestas de su gobierno ante desastres climáticos dentro del propio país, este anuncio suena, como mínimo, irónico.

MANO SUELTA CON ESPAÑA, CODITO AQUÍ

En palabras de Manuel Adorni, vocero presidencial, la asistencia se concretará “a través de la Comisión de Cascos Blancos”, mientras desde el gobierno nacional se manifiesta una “solidaridad” que, curiosamente, escaseó en varios episodios domésticos similares.

Este mismo presidente, apenas asumido en diciembre de 2023, debutó en cuestiones de emergencia ante la feroz tormenta que afectó Bahía Blanca.

En aquella ocasión, tras varias horas de espera, Milei finalmente llegó a la ciudad y dio su diagnóstico: “Van a poder arreglarse con lo propio, con lo suyo”. Sin ayuda, sin recursos y con el personal de emergencia local exhausto, los habitantes de Bahía Blanca tuvieron que entender que, para el flamante gobierno libertario, cada provincia debía arreglárselas sola… “No había plata”, repetían como mantra.

Curiosamente, este mismo presidente, el que declamaba a los cuatro vientos que “el Estado no está para salvar a nadie” y que los fondos federales debían usarse con extrema prudencia, hoy parece dispuesto a hacer para España lo que en Argentina ni siquiera consideró.

¿Está mal ayudar a Valencia?…No, está mal el “doble estándar”.

Así reaccionó Milei ante el tornado en Bahía Blanca

Así reaccionó Milei ante el tornado en Bahía Blanca

TAMPOCO “BAJÓ” LA AYUDA A CÓRDOBA

Más adelante, con el cambio de estación, le tocó a Córdoba sufrir una ola de incendios devastadores que arrasaron miles de hectáreas de campo. Tras varios días de llamas incontrolables y una lucha casi heroica de los bomberos, Milei decidió hacer acto de presencia, aunque sin bajarse del helicóptero.

Desde las alturas, saludó a quienes trabajaron incansablemente en tierra, mientras estos lo esperaban para una imagen que nunca llegó. De hecho, una foto de los bomberos mirando al cielo con un helicóptero distante se viralizó como muestra de una visita que no trajo apoyo ni recursos adicionales.

Otra vez, la promesa fue que los habitantes se las arreglaran solos. ¿La razón? La misma: “No hay plata”, justificaban los funcionarios del entorno presidencial.

Sin embargo, ahora la postura parece haber cambiado radicalmente. En lugar de sugerir que Valencia utilice sus propios recursos —como hizo con Bahía Blanca o Córdoba— Milei da el aval para que Argentina extienda su mano solidaria al otro lado del Atlántico. ¿Acaso la situación de fondos contracíclicos y de previsión de emergencias en Europa es menos sólida aquí?

Claro, cualquiera podría pensar que una región rica de España como Valencia, dentro de la Unión Europea, tendría mucho más acceso a fondos de ayuda que las provincias del interior bonaerense o de cualquier otra provincia argentina.

EL SELECTIVO “NO HAY PLATA” DE MILEI

Pero, evidentemente, el mismo presidente que priorizó recortes de ayuda nacional bajo la consigna de un “déficit cero federal” parece ver las cosas de manera distinta cuando los damnificados no son compatriotas.

No es que los argentinos estemos en contra de ayudar a Valencia. El problema radica en el doble discurso de un gobierno que se niega a poner recursos en emergencias locales, alegando falta de fondos y pidiendo austeridad, pero que, cuando se trata de un país europeo, parece tener la billetera mucho más abierta.

En lugar de ofrecer apoyo a los bomberos que trabajaron días enteros sin descanso en los incendios de Córdoba, Milei elige enviar a los Cascos Blancos a España. En vez de colaborar con las víctimas de Bahía Blanca, extiende su ayuda a otro continente.

La ironía no pasa desapercibida para nadie. Al final, la “solidaridad” del gobierno de Milei es selectiva: se elige según el destino, el destinatario y el contexto, dejando a los propios ciudadanos con la amarga sensación de que la ayuda está disponible… siempre que no sea para ellos.

Por Adrián Belinche-Infocielo