El presidente de UNIR y precandidato a diputado nacional por Juntos por el Cambio, Alberto Asseff, declaró que “acordar con otros no es saltar de bando sino hacer lo que pide la ciudadanía. Acordar, unirnos. Nadie quiere que la política sea un reñidero permanente. Necesitamos acuerdos para sostener políticamente una estrategia de produccion y trabajo, removiendo las trabas que impiden las decisiones y medidas en esa direccion. Terminar con las ideas e intereses que nos atrasan.
Nosotros pensábamos en marzo pasado que el Frente Despertar podía ayudar a impulsar las reformas pendientes que ineludiblemente necesita el país. Siempre creímos que a la postre los votantes de esa coalición volcarían en la segunda vuelta su preferencia por la reelección del presidente Macri. Empero, el escenario Electoral exhibe una situación inesperada desde hace 20 días consistente en que las PASO podrían transformarse en la primera vuelta y las generales de octubre en la segunda. En ese contexto, se juega ahora mismo la continuidad del cambio o el retorno del pasado kirchnerista con La Campora incluida. Y tambien está en el centro de la preocupación que la gobernadora Vidal sea ratificada al frente de la administración bonaerense. La opción sería sombría.
Nuestras inquietudes coincidieron con la apertura del presidente Macri convocando al peronismo republicano con Miguel Pichetto como la cara más visible. Esto muto sustantivamente el escenario. En ese marco nos invitaron para ser partícipes. No dudamos en sumar nuestro aporte para que no vuelva el pasado que, además de corrupto fue demagógico y retrógrado. No queremos una Argentina aislada del mundo.
A ello se adiciona que en el seno de Despertar estábamos viendo – no sin creciente alarma – que había cierto regocijo en la intención de impedir la reelección de Macri. La sensación era que devenía más importante que el presidente se vaya el 10 de diciembre que respaldar las reformas que se proponían desde Despertar. La posibilidad de reformas se vincula definitivamente, en la concepción de Unir, a un segundo mandato de Macri. En modo alguno a un regreso del kirchnerismo. Las declaraciones de Alberto Fernández – aún embozadas en una afectada ‘moderación’ – exhiben que harán más de la misma demagogia y, peor, en el marco de una ostensible apuesta a la impunidad de la corrupción.
UNIR hizo cinco alianzas en su existencia como partido. En todas resigno los aportes estatales que le correspondían – los administraron los aliados más fuertes, no nosotros – y no percibió ni un centavo. Hubo acuerdos políticos – más o menos útiles para la ciudadanía-, pero nunca un interés pecuniario de nuestra parte. Lavagna en 2007 y todos nuestros circunstanciales aliados pueden dar testimonio de ello.
Unir nunca se “alquilo” o se “presto”. Si se alió. En todo caso, si las alianzas son demonizadas, habrá que derogar de la ley de partidos la posibilidad de realizarlas. Iría en contrario de lo que pide la gente, unión, acuerdos de Estado, gobiernos sustentados con robustez política.
En lo atinente a calumnias como la de tildarnos de ‘Nacionalistas duros’ o de ‘nazis’, es tan enorme la falsedad que toda nuestra vida democrática e institucionalista es una desmentida constante.Si alguna vez dialogamos con un ex ‘dictablando’ fue para incorporarlo a la democracia, irrefutablemente. Cuando ejerció el mando de facto – destituyendo al gran presidente Illia – ordenó meterme preso. 27 años después hablamos con el junto con el Dr Frondizi y varios dirigentes políticos democráticos. Obviamente no buscábamos recursos, de los que ese ciudadano notoriamente carecía, sino abrir una propuesta política que finalmente fue nonata. Por suerte,
Por qué abandonamos Despertar al filo de la oficializacion de listas? Porque la apertura del presidente también fue para esos días y porque Despertar se había transformado en un espacio tan improvisado como disfuncional al objetivo de ir hacia el futuro, que es lo mismo que funcional para que vuelva el pasado.
Que haya un tufillo que alimenta la suspicacia de alguna turbiedad de por medio en nuestro acuerdo con Juntos por el Cambio es parte del vasto y desgraciado descrédito de la política argentina, algo que si no empezamos a revertir nos hará dificilísimo el camino de la recuperación del pais. Sin buen credito para la política, la reconstrucción moral y material de la Argentina se hará muy cuesta arriba.
Por último, es significativo que subraye un llamativo – creo – dato. En los últimos 44 años solo he sido oficialista nueve días, estos últimos. Y aún no me siento mentalmente amoldado a esa inédita situación. No creo que haya muchos políticos colegas que puedan exhibir esto. Estimo que es útil para que algunos detractores reflexionen, si es que son capaces de enmendarse”.