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Afganistán: el talibán impone una ley que limita que las mujeres sean escuchadas en público

El gobierno talibán oficializó un paquete legislativo que incluye más de 30 nuevas directrices referentes a la Sharia y el respeto a las normas morales fundamentalistas. Entre estas, la prohibición de que los hombres musulmanes se corten la barba, o que las mujeres puedan recitar o cantar en público.

A casi tres años de la llegada de los talibanes al poder en Afganistán, las limitaciones impuestas se endurecen.

El gobierno fundamentalista oficializó un documento de más de 100 páginas promulgando 35 nuevos artículos a las leyes “sobre el vicio y la virtud”, imponiendo normativas estrictas sobre el uso obligatorio del hiyab en las mujeres, restricciones al movimiento y ordenamientos restrictivos sobre los medios de comunicación.

“De acuerdo con esta ley, el Ministerio -para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio- está obligado a ordenar el bien y prohibir el mal (…) y también es responsable de la paz y la fraternidad entre la gente”, sentenció el portavoz del Ministerio de Justicia de Afganistán, Barkatullah Rasooli, en una declaración difundida por el canal local Tolo News.

El nuevo paquete legislativo impone normas que restringen principalmente la libertad de las mujeres. Uno de los artículos busca evitar el sonido de las voces de las mujeres afganas en público, limitando su capacidad para cantar, recitar o hablar en un micrófono en la vía pública, además de prohibir a los conductores transportar mujeres sin el acompañamiento de un hombre.

Además, la legislación impone como necesario que las mujeres cubran su rostro en su totalidad, además de prohibir cubrir su cuerpo con “ropa atractiva, ajustada o que revele la forma de su cuerpo”, o cualquier otro atuendo que pueda “causar tentación”, prohibiendo también el uso de maquillaje o de perfumes.

Vestidas con 'hijabs' negros y pañuelos en la cabeza, estudiantes hacen fila para tomar sus exámenes de ingreso fuera de la Universidad de Kabul, Afganistán, el 13 de octubre de 2022.
Vestidas con ‘hijabs’ negros y pañuelos en la cabeza, estudiantes hacen fila para tomar sus exámenes de ingreso fuera de la Universidad de Kabul, Afganistán, el 13 de octubre de 2022. © Wakil Kohsar / AFP

El artículo 22 del paquete se cierne sobre los hombres, a quienes prohíbe el uso de la corbata, peinarse o cortarse la barba por debajo de la longitud de un puño.

“La implementación de la Sharia y el hiyab es nuestra línea roja. No podemos negociar con nadie sobre estos asuntos”, sostuvo Mohammad Khalid Hanafi, ministro de la Virtud y el Vicio, según Tolo News.

“Apartheid de género”

A pesar de la segregación, las mujeres no guardan silencio. El Movimiento de Mujeres por la Paz y la Libertad protestó contra la nueva legislación implementada por el talibán, a la que acusan de oficializar un “apartheid de género” en el país, haciendo un llamado a Naciones Unidas para que detengan su implementación.

En las calles afganas, el descontento de las personas también es latente. “El silencio de la comunidad internacional ante las acciones de los talibanes les está animando a crear nuevas leyes y restricciones cada día (…) Día tras día, intentan borrar a las mujeres de la sociedad”, expresó Halema, de 37 años, en Kabul, capital de Afganistán.

El reconocimiento internacional de los talibanes como la cabeza del gobierno afgano se ha estancado debido a leyes como la que limita el ejercicio de los derechos fundamentales de las mujeres, así como medidas que restringen el acceso a la educación de las niñas.

Las restricciones llevan consigo duras penas judiciales en contra de las mujeres, que pueden ir desde “advertencias por castigos divinos” hasta tiempo dentro de la cárcel, que varía entre unas horas hasta tres días. Según datos oficiales, el gobierno talibán detuvo alrededor de 13.000 personas por faltas a los códigos morales impuestos, sin revelar exactamente cuantos hombres y cuantas mujeres han sido encarcelados.

Estudiantes de primaria abandonan la escuela después de una clase en Kabul, Afganistán, el 25 de octubre de 2021.
Estudiantes de primaria abandonan la escuela después de una clase en Kabul, Afganistán, el 25 de octubre de 2021. © Zohra Bensemra / Foto de archivo / Reuters

“Muchas de estas normas ya estaban en vigor, pero de manera menos formal, y ahora se están formalizando. Creo que es una señal de lo que hemos estado viendo en los últimos tres años, que es una escalada constante y gradual de la represión”, lamentó Heather Barr, directora asociada de la División de Derechos de la Mujer de Human Rights Watch.

Por:Maximiliano Pérez Gallardo-France24 con EFE, Reuters y medios locales