El imputado por supuesto encubrimiento reconoció consumo y describió cómo se concretó una supuesta operación vinculada al alquiler de un parlante. El fiscal Adrián Arribas espera pericias a celulares este fin de semana y hoy declararon más detenidos.
Ariel Giménez, el joven señalado como quien cavó los pozos en la vivienda de Florencio Varela donde aparecieron los cuerpos de Morena Verdi, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Gutiérrez, declaró ante el fiscal Adrián Arribas que “no le resultó extraño” haber sido contratado para cavar porque estaba “drogado”. Giménez admitió además que tanto él como sus hermanos son consumidores, según consta en el expediente al que tuvo acceso la fiscalía.
En su presentación, el imputado relató que el jueves 18 de septiembre (un día antes de los homicidios) publicó en su estado de WhatsApp la foto de un parlante y que esa publicación fue vista por las personas que lo contactaron. Contó que al día siguiente le pidieron si podía alquilar el parlante y que avisó que lo consultaría con sus hermanos porque “es de ellos”.

Giménez consignó las condiciones del acuerdo: 30.000 pesos por el alquiler, de los cuales 20.000 se habrían pagado con drogas y 10.000 en efectivo. Relató que, después de recibir lo pactado, tomaron un remis; según dijo, lo hicieron bajar “cuatro cuadras antes de llegar a la casa”, no pudieron probar el parlante porque estaban “apurados” y, pese a ello, entregaron la plata y la droga.
El acusado afirmó que, tras esos hechos, volvió a su casa, se reunió con un hermano y una amiga, les entregó lo cobrado por el parlante a sus hermanos y luego pasó la noche en la casa de una amiga. Esos detalles forman parte de las piezas que la Fiscalía ahora confronta con otras pruebas y declaraciones.

La declaración de Giménez se suma a las ampliaciones que ya están en el expediente y que, según el fiscal Arribas, motivaron que otros detenidos pidieran declarar. Frente a la Fiscalía de San Justo, Arribas confirmó que hoy prestaron testimonio más imputados y que las pericias a los celulares de los detenidos “comenzarán a estar este fin de semana”.
Arribas también advirtió que la información proviene, en parte, de imputados que decidieron romper el silencio: en ese sentido relativizó lo aportado por Celeste Magalí Guerrero (dueña de la casa) al afirmar que es “la versión de un imputado” y que “ella puede decir el mejor escenario, el que le convenga”. Aun así, confirmó nuevos allanamientos y dijo que “casi el 100% de los involucrados están detenidos”, aunque restan piezas por encontrar.
Pericias, otros detenidos y versiones cruzadas
Además del testimonio de Giménez, la pesquisa incorporó la ampliación de declaración de Florencia Ibáñez, una de las nueve detenidas, quien afirmó que la droga “se la robaron” a un sujeto identificado como “Alex” y sostuvo que “la idea era apretar a un tipo, no lastimar a las tres chicas”.
Ibáñez declaró que reconoció en imágenes exhibidas por la Fiscalía a varias personas relacionadas con el hecho: mencionó a un hombre apodado “El Duro”, aseguró que vio a Matías Agustín Ozorio en la puerta de la casa y dijo que la vinculan en situaciones que ella niega: “Me quieren implicar en algo que yo no hice”, consignó ante el fiscal.
En los allanamientos realizados, la Policía buscó los celulares de las víctimas sin hallarlos; no obstante, los operativos permitieron secuestrar “información” que la Fiscalía considera útil para cruzar comunicaciones y ubicar a los implicados. Las versiones del expediente muestran líneas de investigación que ahora deberán confrontarse con las pericias digitales que el fiscal espera recibir durante el fin de semana: comunicaciones, geolocalizaciones y cruces de llamadas serán clave para confirmar la participación de Giménez y del resto de los acusados en el triple femicidio.
Fuente: Perfil